La Biblia, el Corán, el Talmud, el Canon Pali, el Mahabarata y cualquier otro libro considerado como sagrado por cualquier religión debería servir para facilitar el crecimiento espiritual de cada persona.
En un Estado moderno, son las distintas Constituciones las que se encargan de regular la convivencia de la sociedad. En virtud de la libertad individual, el Estado debe ser laico. O, como mínimo, aconfesional.
Porque sí, cada uno tiene libertad para profesar la religión que mejor crea que le encaja, pero la sociedad debe protegerse de aquellos que intentan imponernos la suya, porque están coartando nuestra libertad de organizar nuestra espiritualidad como nos salga del alma.
Enlace a: Qué es la 'sharía': la ley islámica que los talibanes interpretan de forma radical.
Es preocupante lo que sucede en Afganistán, sí. Pero igual lo era que una iluminada como Yanine Áñez entrara en el Parlamento de su país con la Biblia en la mano y proclamando que "volvió de donde nunca debió salir". La mayoría de los que se escandalizan por la imposición de la sharia en Afganistán no dijeron ni mú cuando el golpe de Estado en Bolivia hace un año y medio.
La primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos garantiza la libertad de culto y prohíbe que ninguna religión sea proclamada oficial. Aún así, cuando su presidente decidió invadir Afganistán, dijo que lo hizo porque "Dios se lo encargó".
Otros fundamentalistas han conseguido que se enseñe el creacionismo en las escuelas como una teoría alternativa a la Evolución. En las escuelas se debería enseñar únicamente ciencia y deberíamos proteger a los más tiernos de la tiranía de las creencias.
Si con mecanismos de protección los fundamentalistas. religiosos legan a hacer destrozos en la Sociedad, imagina si se parte del punto en que un libro de más de 2.000 años de antigüedad es el que regula el funcionamiento de la Sociedad.
Lo de "la paja en el ojo ajeno que no deja ver la viga en el propio" de toda la vida, vamos.
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