Amar es una mierda, pensó Clara, que tenía un agujero negro bombeando la sangre de su sistema circulatorio. Sobre todo cuando sistemáticamente te enamoras de la persona equivocada. Tantas veces había decidido ser racional y tantas veces el corazón ignoró la lógica, que ya no sólo le dolía en el ánimo. Hasta el cerebro se sentía ofendido y se le rebelaba en forma de jaquecas.
Esta vez era la definitiva. No se podía apostar tanto a una carta, con tan pocas posibilidades de que saliera y haber metido todas las monedas que tenía. Otra vez. Hay que ser masoca o gilipollas. O humano, que resume las dos anteriores palabras.
A pesar de que el día, la semana y el mes carecían de sentido, Clara se arregló como si fuera sábado por la noche y salió de compras. No iba a gastar un peso, pero no importaba. El caso es que el resto de sus congéneres no notaran debilidad en ella. El ser humano tiene una facilidad pasmosa para hacer carnaza del frágil.
2 comentarios:
Albert:
M.= microcrrelatos
no encuentro otra relación, salvo que sea una matrícula de derechos de autor.
Maribé escribió algo asombrosamente similar, al inicio de su blog "Retazos".
Un abrazo.
Bien!, ya tienes la mitad del enigma resuelto. La segunda parte del mismo es más lógica aún...
Un abrazo!
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