sábado, 6 de junio de 2020

Política, la industria más rentable de España

Rafael Bueno, banquero en la época del pelotazo de las cajas, cuenta como fue la transición. La transacción, como él le llama.

Cuenta como la oligarquía del franquismo (monarquía incluída), los siete grandes bancos y la iglesia católica crearon la partitocracia en la que vivimos, disfrazándola estupendamente de democracia.

miércoles, 3 de junio de 2020

Una sociedad clasista

¿Paguita? Hay que ser muy insolidario, muy hijoputa para llamarle así al ingreso mínimo vital.
Vivimos en una sociedad clasista, donde sucede muy a menudo que un funcionario de clase C se cree superior a un camarero y el camarero mira por encima del hombro a la limpiadora cacereña y esta no se relaciona más que lo imprescindible con otra limpiadora, porque es ecuatoriana.
Hay mucho del montón que se cree clase media y mucho empleador de cuatro personas que piensa que es alta burguesía.

Si miramos cómo se distribuye la riqueza y observas que el 5% tiene el 70% o que el 20% tiene el 80%, el resto es un bloque que debería ser compacto, solidario, empático con el vecino.
El dinero mal aprovechado es el que termina en paraísos fiscales o en Suiza, no el que sirve para que la economía de barrio corra.

viernes, 29 de mayo de 2020

Error en el sistema. La falacia del crecimiento

La historia debería sevir para que aprendamos de los errores y que no los repitamos.

En 1929, el crack de la bolsa en EEUU colapsó en pocas semanas la economía del país. Hoover, el presidente, confió en políticas liberales clásicas para salir de ella, con el resultado de que 14 millones de estadounidenses se fueron al paro entre 1929 y 1932. Un tercio de la población estaba en niveles de pobreza extrema.

Entonces llegó a la presidencia Roosvelt, un tipo que se definía como "algo a la izquierda del centro," impulsó el new deal, una serie de medidas sociales y una regulación de los mercados financieros para evitar que volviera a suceder el pelotazo especulativo del 29. Esencialmente, esa regulación consistía en que los bancos no podían especular con los depósitos y ahorros de los clientes, estableciéndose la distinción entre bancos de ahorro y bancos de inversión. Muy resumido, pero claro.

sábado, 23 de mayo de 2020

Jugar (muy) sucio en política

Durante la época de la Restauración (y también durante la Segunda República) era muy habitual que determinado sectores de la sociedad (alta burguesía en algunos casos, monárquicos en otros, industriales diversos, partidos de extrema derecha -los sectores ultras de la CEDA de Gil Robles, por ejemplo-) pagasen a pistoleros y asesinos para que ejecutaran a destacados miembros de los organismos de izquierdas, con el objetivo que los más radicales entre los anarquistas y sindicalistas se vengaran atentando contra altos funcionarios y representantes de los partidos de derechas o contra miembros del Gobierno.

Entre otros, tres presidentes del Gobierno fueron asesinados de resultas de esos toma y daca entre los más radicales de cada bando y después de 60 años de polarizar a la sociedad, ya sabemos como terminó en julio de 1936, en una matanza entre vecinos y hermanos.

El objetivo de financiar el pistolerismo era simple y efectivo; provocar caos y descontrol para extender la alarma en la sociedad, generando así la sensación de inseguridad en la población y que esta aceptara sin rechistar medidas más represivas contra los posibles delincuentes (y, de paso, contra todos), cuando gobernaba los conservadores y derrocar el gobierno cuando este era de corte más progresista.

El principal objetivo de la Historia es aprender de lo sucedido. Aprender de las cosas que salieron bien pero también sacar conclusiones de las cagadas colectivas para que no se vuelvan a repetir. Hay que ir al instituto, claro. Y atender. Leer también ayuda, aunque el Hola y el Marca no sirven para eso, su fin es algo más lúdico y superficial.

Como la actual provocación constante de la ultraderecha no tiene la respuesta violenta que quisieran, parece que están preparando algo parecido. Apedrearse ellos mismos para echarle la culpa a los socialcomunistas bolivarianos del coletas y llevar el caos y el desorden a las calles. Cualquier cosa vale con tal de derrocar el gobierno.

Aún les llevará una generación o dos entenderlo, pero la didáctica tiene que seguir siendo la misma; Las diferencias de opinión se arreglan discutiendo con respeto. Y la forma de dirigir un país democrático se hace mediante el grupo de diputados que consigue una mayoría en el parlamento, que es el organo soberano que representa a TODA la ciudadanía del país.

Si no te gusta como lo hacen, propón en positivo. Sé constructivo. Plantea tus discrepancias con educación, sin estridencias. Manifiéstate todo lo que quieras, si, pero siguiendo las normas y respetando la delicada situación que estamos pasando.

La estrategia de echar el ventilador dentro del saco de mierda no es interesante porque termina todo el mundo oliendo a estiércol y el olor de estiércol es molesto y traspasa las mascarillas.

A mí tampoco me gusta Sánchez y durante los dos últimos meses ha hecho unas cuantas cagadas importantes. Como en casi todos los paises, nadie estaba preparado para la que ha caído. No seré yo quien le defienda, pero tampoco seré quien le ataque si no tengo una propuesta mejor que lo que se está haciendo.

Me refiero a una propuesta seria y contrastada, no a la sarta de gilipolleces contradictorias que se escuchan por ahí, un día blanco, al siguiente negro y al otro morado, dependiendo de donde haya más muertos. Porque esa es otra, usar los muertos con fines electoralistas es lo más ruín que puede hacer un político, aunque en este país ya estamos tristemente acostumbrados a verlo.

La forma de salir de esta es cuidando al colectivo: a la familia, a los amigos, a los vecinos del barrio, del pueblo, a los compañeros de trabajo. A pesar de ese pequeño porcentaje de individuos egoístas que sólo se preocupan de su culo y de su bolsillo, sin darse cuenta que, ahora, todos nuestros culos y todos nuestros bolsillos están más interconectados que nunca.

Que no te confundan; la violencia no es el camino. Nunca. Al menos en democracia.


viernes, 22 de mayo de 2020

Contacto, contagio y muertos

En estadística, el coeficiente de determinación señala (por decirlo en lenguaje de calle) el acierto en la comparación de dos datos que se pretende relacionar. Cuanto más cerca de 1 esté, más correlación existe entre ambos.

Aún aceptando que los números que facilita el Ministerio de Sanidad son algo inexactos (que no incorrectos), se puede estimar que la inexactitud está igualmente repartida y si comparamos el número de infectados por el Covid-19 con el número de muertos por millón de habitantes, la R2 nos da 0,94, un valor muy alto, por lo que se puede llegar a una conclusión: A mayor número de infectados, mayor número de muertos, manteniéndose la proporción independientemente de la cantidad de infectados.

Esta deducción, que podría parecer obvia, nos lleva, aún sin tener datos exactos sobre los contagios en residencias de ancianos, a dos interpretaciones inmediatas:

* El mayor número de muertos se ha producido en las zonas con mayor densidad de población.

* El mayor número de muertos entre el personal sanitario se ha producido en los hospitales más saturados.

¿Obvio? Ojalá. Sabiendo que el virus se transmite por contacto directo entre personas, hay que dar por hecho que el aumento de contactos entre personas conllevará un irremediable aumento de contagios y, por tanto, de muertos.

Dado que el confinamiento, que ha demostrado su eficacia para contener la expansión del virus, no se puede mantener indefinidamente, lo que tenemos que tener MUY claro es que, mientras no se llegue a la inmunidad de grupo (que no tendremos hasta la llegada de la vacuna) hay que extremar las precauciones para evitar el contagio.

Que avancemos en las fases de la desescalada sólo quiere decir que podemos movernos a mayores distancias de casa, no que podamos amontonarnos.

Esto, para los que somos de besos y abrazos para transmitir afecto y cariño será muy duro. Pero tenemos que mentalizarnos muy bien, por que si no, el repunte de contagios (repunte va a haber, seguro) puede amenazar con superar la capacidad del sistema sanitario, lo que nos obligaría irremediablemente a un nuevo confinamiento.

Así que, por favor, sentidiño...

Yo, de estadística sólo se lo que aprendí en empresariales. En este blog explican la parte técnica mejor que yo:

http://www.malaprensa.com/2020/05/correlacion-entre-infectados-y.html


jueves, 14 de mayo de 2020

Reflexiones desde la pandemia

Los cambios radicales en los grupos humanos sólo surgen después de convulsiones profundas.  Ya sean tribus, empresas o naciones, sólo los terremotos que socavan los cimientos provocan la reconstrucción de un edificio.. Lo demás son chapuzas estéticas que se van ejecutando dependiendo de lo quisquillosos que son los inquilinos y lo dispuestos que están los dueños.
Ahora que estamos pasando una  de las gordas se hace imprescindible tatuarnos algunas cosillas en el subconsciente colectivo. Ahora, sí, antes de que se pase el susto.  Porque si dejamos que se pase, la memoria es muy efímera, ya lo hemos visto muchas, muchísimas veces antes y el ritmo vertiginoso nos volverá a absorber y todo seguirá igual.

La más importante de todas es que no sólo no debemos perder el sentimiento de comunidad si no que hay que reforzarlo.  No somos individuos, somos parte de un algo que está completamente conectado.  En casos de crisis, los postulados neoliberales (que muchas veces son los que las provocan) se desmoronan.  No se sale de algo así tirando cada uno por su lado.  Hasta los más defensores de la supresión del Estado (en épocas de bonanza) imploran ahora que les proteja.

No nos sirve un modelo de sociedad que sólo vale (y eso también es discutible) cuando las cosas van relativamente bien.  Digo relativamente, porque bien no iban.  Para alguos, si, pero no para la mayoría.  Es más, para la gran mayoría iban mal. Y si, el modelo económico y social está terminando con el equilibrio ambiental del planeta.  Probablemente, el 1% de la población podrá establecerse en colonias refrigeradas en este o en otro planeta.  Pero el 99% restante no.  Pienso en la gente que trae hijos al mundo con este panorama y me parece, lo siento, algo imprudente.

lunes, 4 de mayo de 2020

Lecciones de una pandemia

Supongo que a nadie le quedarán dudas acerca de la importancia de un sistema público de salud fuerte, gratuito e universal.  Buenos, puede que a parte del 5% de la población con más ingresos, igual si, aunque, si lo miran egoístamente, recuerden que los pobres también contagian y que hay enfermedades que no se curan ni con toda la pasta del mundo.
A ver si al próximo comisionista que intente meterle mano a la Sanidad le quitamos rápida y enérgicamente la mano del pastel.  Nos va la vida en ello.

miércoles, 15 de abril de 2020

Un pueblo traicionado



No me cansaré de recomendarlo, debería ser de lectura recomendada en todos los institutos.

Paul Preston, uno de los más reputados hispanistas de la actualidad hace un exhaustivo repaso a los tejemanejes de la clase política española desde 1876 hasta la actualidad.

Fundamental para entender que la tensión social en España no es (ni ha sido) cosa de "izquierdas" y "derechas", si no entre "los de arriba" (y sus lacayos) y "los de abajo". Lo de izquierdas y derechas es un cuento más para dividir a los de abajo. El clásico"divide y vencerás".

Si piensas que quizás estás"en medio", te equivocas, estás debajo. Si estuvieras arriba no estarías leyendo estas líneas. Que tengas Netflix y Spotify y un coche con climatizador y ABS no te convierte en burgués, aunque tengas algunos vicios de la burguesía.

Si nos remitimos al principio de Pareto, el 20% suele ser la causa del 80% y a la inversa. En cuestiones de riqueza a nivel mundial las cifras varían, pero se acepta que el 5% de la población posee el 85% de la riqueza. Ahí están los de arriba y los de abajo.

Los medio de comunicación, que insisten en dividir a los de abajo entre izquierdas y derechas, inmigrantes y nacionales, creyentes y ateos, etc, etc, etc, pertenecen a los de arriba.
En ellos trabajan a su servicio lacayos muy bien pagados. Judas siempre los hubo. Algunos costaron 30 monedas, otros 300 o 3000, pero muchos se compran con 3.

Antes de posicionarte en contra de los intereses de los tuyos, reflexiona si no estarás cayendo en la trampa y trabajando gratis para los otros