En 2001 el proyecto Ambeon dió mucho que hablar en los círculos de música, digamos, siniestrilla. Ya existía una movida gótica con todas las características propias de una tribu urbana, pero era bastante minoritaria y los medios aún no le habían puesto la etiqueta, pero con la ayuda de internet, los trabajos de grupos como Apoptygma Berzerk, And One, Deine Lakaien, VNV Nation, Rammstein, Lacrimosa, HIM, XPQ-21, Ikon, Covenant (con "C"), Kovenant (con "K"), Blutengel, Lake of Tears, Moonspell, Project Pitchfork, Tiamat, Cruxshadows y un larguísimo etcétera de bandas nórdicas y centroeuropeas llegaban montadas en el modem de 56k a la península, sonaban en algunos garitos muy, muy underground y se encontraban sus discos (caros, muy caros) en contadas tiendas.
En medio de todo ese batiburrillo de penumbras musicales, esta canción (y después, el disco entero) nos dejó boquiabiertos, sobre todo porque la vocalista, Astrid contaba con sólo... ¡14 años!