miércoles, 2 de marzo de 2022

Sobre la versión "oficial" del conflicto de Ucrania

Cuanto más me miente alguien para convencerme de algo o cuanto más hace por que no escuche la versión de la otra parte, menos me lo creo. Hoy han bloqueado la señal de RTactualidad y Sputnik news en España, algo muy de democracias consolidadas, cerrar televisiones y periódicos. ¿Dónde está la "pluralidad informativa" que tanto se pide para Cuba o para China? 

Ya sé que ofrecen una visión sesgada, carajo, les paga el sueldo el gobierno ruso. Sesgada también es la información de la Cope, la Sexta, La1, Fox News y el Washington Post. El dueño siempre marca la línea editorial.

En RT aún no he visto emitir una mentira (algo que han hecho estos días TODAS las cadenas de TV de España, ya puse una lista de las de los dos primeros días en otro post). La tan predicada libertad de información consiste en que sea cada uno quien escoge lo que se cree y lo que no.

A cada día que pasa estoy más hasta la polla de que intenten por todos lados posicionarme a favor del gobierno de Zelenski  y de la respuesta de la OTAN. “¿A quién quieres más, a papá o a mamá? Antes de responder recuerda que papá grita y que mamá te regaló la consola ¿A quien prefieres, a Franco o a Hitler? Porque sí, se trata de escoger entre Franco y Hitler.

En ese reduccionismo perverso, porque siempre hay más de dos opciones, se ha vuelto a usar el tan efectivo lema “comunismo o libertad“ que Ayuso hizo triunfar en la campaña para las elecciones a la Comunidad de Madrid. Ni Putin es comunista (hay que leer más, coño), ni en el país invadido hay la libertad que se espera de una democracia. Y hay otras opciones.

Me sorprende la docilidad con que regiones de nuestro país con una marca identitaria propia apoyan a un gobierno que persigue con saña a las minorías (húngaros, rusos, gitanos…) y margina su lengua, imponiendo el ucraniano como idioma único. 

Me sorprende también la velocidad con que la izquierda apoya a un gobierno que ilegaliza partidos políticos. En una democracia eso no sucece y el gobierno de Zelenski ilegalizó los tres partidos comunistas ucranianos.

Me sorprende que la izquierda pacifista se manifieste bajo el muy respetable slogan de “no a la guerra”, codo con codo con la gente de Pravy Sektor. En Marid y en Vitoria exhibieron su simbología abiertamente. Joder, nenos, que esa peña lleva la homofobia y la xenofobia (“Ucrania es para los ucranianos”) en los principios fundacionales y persigue especialmente a judíos, rusos y comunistas. 

Los de Pravy Sektor presumen orgullosamente de ser los autores de la matanza de Odessa, donde incendiaron el edificio de los sindicatos con cócteles molotov. Dentro había 40 personas, que murieron abrasadas. Eso fue en 2014, hace nada. Pero bah, eran judíos y comunistas, untermensch.

No estoy muy seguro de apoyar a un gobierno, el ucraniano, con tres ministerios y una vicepresidencia que son de Svoboda, gente que hace que los de Vox parezcan socialdemócratas. Se declaran antisemitas, defienden un único idioma nacional, el militarismo, el etnocentrismo y el antiabortismo. Prohibir el aborto, bajo cualquier supuesto, como en Polonia, es una de sus propuestas estrellas. Muy liberal todo.

Tampoco estoy seguro de apoyar a un gobierno que bombardea a su población. Porque sí, desde 2014, en Donetsk y Lugansk han muerto alrededor de 14.000 personas por las balas y las bombas del ejército ucraniano y las milicias armadas, 4.000 civiles, a los que hay que sumar 30.000 heridos. ¿Qué pasa? ¿Que la gente del Donbass no son ucranianos? ¿Dónde están los lamentos y la solidaridad por esos diez mil muertos?

¿Recuerdan el último país de donde la OTAN salió de «restablecer la democracia»? Afganistán, no hay más preguntas, señoría, aunque podríamos poner los ejemplos de Irak, Bosnia o Libia y ver como han quedado esos países, una vez se han ido los militares de la OTAN. Joder, que la humillante retirada de Afganistán fue hace apenas ocho meses y ya estamos metidos en otro fregado. ¿En serio que ya no nos acordamos?

Si los rusos se van mañana de Ucrania, tendremos la segunda edición de la guerra de los Balcanes. Han armado a presos y milicias de ultraderecha, sin discriminar. ¿Qué puede salir mal? Me dirán que se pueden mandar a los cascos azules y yo me acordaré de Kabul. O de Sarajevo. O de Bengasi. O de Tikrit. Hay decenas de ejemplos que terminaron no mal, peor.

Las sanciones económicas no sirven una mierda para solucionar el pollo que hay montado. El objetivo de esas sanciones es putear a la población para que se subleve contra su gobierno. Pero eso no suele suceder, y nunca en el corto plazo. Cuba y Venezuela llevan una pila de años con sanciones y lo único que se ha conseguido es que las condiciones de vida de la población empeoren. Siempre paga el pueblo llano.

Esas sanciones las empezaremos a sufrir en nada. No sólo los rusos, nosotros también. En Murcia y Lleida están con el alma en vilo, hay 700 millones anuales en juego que perdemos de vender y 2.400 de comprar. En Rusia adquirimos el 30% del maíz y el trigo que necesitan multitud de industrias. 

Ucrania provee gran parte del resto de cereales que necesita nestra industria. A menor oferta, los precios suben y algunos lo harán por las nubes. Pasará lo mismo con muchos minerales y con el gas, el puto gas, que ya tiene la cotización en la troposfera. Tranquilos, que podremos comprar el que sacan en norteamérica mediante fracking. A precio de fracking, claro.

Rusia tiene un mercado interno sólido y China no dejará de comprarle petróleo y gas, así que las sanciones, a Putin, se la traen bastante al pairo. Yo soy intolerante con el trigo y la estupidez y en casa no usamos gas. Si no podemos comprar una cosa compraremos otra. Vete a África a hablar de desabastecimiento.

Yo voy con los ucranianos, sí. Con los que huyen ahora de la guerra. También con los que han huido los últimos siete años sufriendo la persecución del gobierno de Zelenski, antes de que entraran las tropas rusas. Y voy con los que se quedan y han sufrido y sufrirán los horrores de la guerra. 

Pero también voy con los rusos de toda Rusia que padecerán penurias por las sanciones impuestas. Y con los payeses de Lleida y la huerta murciana; las sanciones económicas son un varapalo para ellos, también. Al final, la factura la pagamos siempre lo mismo, el pueblo llano. Otra vez con una docilidad pasmosa. 

Que sí, que Putin está jodido de la cabeza y ahora hay que pararle los pies. Pero, del mismo modo que cuando hemos sido conscientes del calentamiento global, hemos tomado medidas para contaminar menos, no está de más recordar como hemos llegado a esta situación. Más que nada para no cometer los mismos errores en el futuro, para eso está la Historia. A la UE ahora sólo le queda huir hacia adelante.  

¿Sabían que Putin solicitó la entrada en la OTAN en 2002 y Gorbachev en 1990? No, ¿verdad?. Pues a Vladimir se le dijo que no, que en todo caso sería cuando «en Rusia se dieran las condiciones democráticas suficientes». Eso, teniendo a Turquía en la organización. Hay que tener unos huevazos de avestruz. 

Sucede, claro, que si Rusia es un aliado, todo el despliegue militar y armamentístico en los países europeos deja de ser necesario y Rusia queda bien como enemigo, la gente recuerda a Stalin. El miedo, dominación por miedo, siempre es lo mismo, igual que en la pandemia de la que aún NO hemos salido.

El conglomerado armamentístico necesita un enemigo al que apuntar, ya se llame Bin Laden, Sadam, Gadaffi o Putin. Y si no hay, se fabrica. La industria relacionada con la defensa supone más la mitad del PIB de EEUU y eso no se puede parar, hace falta un conflicto serio cada diez años y una cartera de clientes activa. 

Y si no lo hay (la humanidad tiende a guerrear menos conforme va evolucionando), se fabrica, como ahora. Buscad las cotizaciones en bolsa de Ammo, Smith&Weson, Sturm Ruger o Visto Outdoor desde que Biden subió al poder. Aquello del rastro del dinero. 

Cuando cayó el telón de acero, en 1989, a cambio de que la URSS permitiera la reunificación de alemania y retirara su ejército de la RDA, la OTAN se comprometió a no intervenir en los países de influencia soviética, dijo que no se expandiría a la derecha de Alemania, un colchón de tranquilidad para rusos y para europeos. 

Es una promesa que no pusieron por escrito, claro, pero que James Baker, el negociador, reconoce en sus memorias. Hagamos un ejercicio visual: cojan un mapa político de Europa y pinten de color azul los países OTAN en 1995 y en rojo a Rusia. 

Pues bien, a pesar de las protestas de Rusia, en 1999 entran en la organización Hungría, Polonia y la República checa, primera violación del pacto. Pinta esos tres países de azul. En 2004 ingresan Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia. Las protestas de Rusia por la nueva violación del pacto, son como un canto al simún. Coge otra vez el mapa y pinta esos paíse de azul. Ahora pon ahí misiles apuntando a Moscú ¿Lo ves, ahora? Han acorralado a patadas al oso en la puerta de la madriguera y el animal se ha liado a zarpazos, menuda bestia salvaje. Y no lo justifico, lo explico.

¿Cómo dribla la OTAN el pacto y explica su presencia en estos países? Pues alega que a lo que se comprometieron era a no tener efectivos permanentes. Las tropas van rotando por países y así no son “permanentes”, un subterfugio muy torticero. ¿Qué medidas toma la UE para evitar un derramamiento de sangre? Enviar una armas, 450 millones de euros, que los rusos aplastarán sin despeinarse apenas, al igual que los ucranianos que las empuñen. Puede ser una picadora de carne tremenda.

Esas armas se han repartido y se seguirán repartiendo entre los voluntarios. Los voluntarios, sí, pero también para el batallón de Azov, los delincuentes liberados, Pravy Sektor, el OUN, la Organización de Nacionalistas Ucranianos y otra media docena de milicias armadas que patrullan las calles sin que el gobierno ni las fuerzas del orden tengan ninguna autoridad sobre ellos. Otra vez ¿Qúe puede salir mal?

No voy con Ucrania. Ni con Rusia. Voy con la mayoría de ucranianos y de rusos, los míos, la gente corriente, la clase trabajadora, los que serán los mayores daminficados de otra batallita sin sentido. Los que pagaremos la factura, como siempre. Ojalá la memoria colectiva durase más de seis meses, Muchas desgracias no sucederían.

No a la guerra, de una vez. A ninguna, no hay guerra justa.

P.D. RT se puede seguir a través de https://t.me/RTVideosES, por un día aplaudiré fervorosamente a López Obrador.

No hay comentarios: