El aire, el agua, la vivienda y la energía deberían estar en manos del Estado, entendiendo al Estado como el representante legítimo de la ciudadanía.
Sucede que en este país el Estado está al servicio del Sistema y la ciudadanía es un rebaño de ovejitas que no se quejan ni cuando las desollan. Por eso El Estado las trasquila veinte veces al año y una vez por década sacrifica al diez por ciento para el banquete de los señores del Sistema. Las que se libran dan gracias por su suerte
Ya tengo letra para el himno nacional:
Beee-beeeee beeee bbbeeé be bee be, be bee bé
El verso se repite 14 veces, alguien pensó que darle la extensión de un soneto lo acercaba a la literatura. El perro pastor lleva la cuenta porque las ovejas listas sólo saben contar hasta cuatro, usando las pezuñas.
El click en la foto lleva a la entrevista al representante de la patronal eléctrica. Pobrico, hasta me ha dado pena.
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