La muerte de David Beriaín, de la que soy fan declarado desde hace años, creo que he visto todo lo que ha hecho, me trae al recuerdo la de Miguel Gil.
Un día dejó el bufete de abogados donde estaba y cogió su moto y una cámara de fotos y se fue a Bosnia, a contar lo que sucedía desde al lado mismo. Cuando todos se fueron de Pristina, él fue el único que se quedó. Periodismo de inmersión, como le llamaba Beriaín, capaz de pasarse dos meses en la selva para conseguir llegar a un capo narcotraficante o a un jefe de las FARC.
La de Miguel Gil me impactó mucho porque fuimos juntos a clase. Éramos los dos porteros del equipo de fútbol, fútbol-sala y balonmano. Él era siempre titular. Yo iba con chavales un año mayores que y con él aprendí a competir compartiendo y cuando jugaba con los de mi edad no tenía rival. Por lo que aprendí con Miguel. Aprendí, también, a enseñar con el ejemplo.
Hace 20 años de su muerte. Entonces pensé que íbamos a estar más ligados, pero lo único que hice fue acordarme de él cada vez que muere un periodista en África. A partir de ahora recordaré a dos personas muy admiradas.
En La noche temática le hacen un homenaje a ambos.
https://www.rtve.es/alacarta/videos/la-noche-tematica/morir-para-contar/5893188/
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