Estamos todos hasta los genitales de la pandemia, de no salir, de no tocarnos, de no hacer caja un mes y otro mes.
A estas alturas tengo claro que a las autoridades les importa una mierda que muramos a puñados. Incluso creo que no les va del todo mal. Lo único que quieren es que no se colapse "su" Sistema Sanitario. Eso les resta demasiados votos.
Con independencia del ritmo de vacunación (pésimo, así acabamos en 2023) y del número de personas vacunado (ridículo, solo hay que ver los que NO están vacunados, 43 millones) la tasa de contagio no ha parado de crecer desde el 9 de febrero. Despacito, pero sin pausa.
Ahora mismo el R(t) está en 0'91, en general. En Madrid y Catalunya pasan de 1, indicador de enfermedad fuera de control. No lo digo yo, son los números que tiene todo el mundo, nuestros mandatarios incluidos.
Si estando confinados ha subido despacito... ¿Que pasará si aumenta el movimiento de personas, así sea dentro de la misma Comunidad? Muy bien, subir más.
Hay otro dato que obliga a ser pesimista. La prevalencia de la variante británica ya es del 50%. El 84% en Catalunya. Sólo hay que ir al histórico reciente, fijarse como evolucionó en UK y la previsión sale sola. La variante Sudafricana es aún residual pero terminará imponiéndose antes de 60 días.
Estos días, cuídense. Seny, sentidiño. Si no te cuidas tú, tus políticos no lo harán. Les dejo con un refrán de pandemia:
En abril, lágrimas mil. Y un abril lacrimoso hace a mayo jodido y contagioso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario