Además de una gran cantante, Aziza Brahim es una activista saharaui que reside en España. Decir "activista" y "saharaui" es redundante, los saharauis son activistas obligados, debido a su situación.
El video, grabado en los campos de refugiados de Tinduf cuenta la historia de una niña que mira al futuro con optimismo, a pesar de la situación dramática en la que vive.
Es una de las canciones más bonitas que ha dado el 2020.
La sonrisa es el gesto más rentable que existe. Apenas tiene consumo de energía y los beneficios que reporta son inmediatos.
La sonrisa es un antidepresivo muy efectivo, por las endorfinas que se liberan. Sonreír te cambia el ánimo. Si haces meditación, prueba a sonreír, el resultado es mágico.
También es el mejor producto de belleza, a un precio increíble; una persona que sonríe es más bonita.
Pero, por encima de todo, es un mecanismo poderosísimo para efectuar cambios en tu entorno, por lo contagiosa que es.
Una pandemia de sonrisas nos vendría estupenda.
El problema principal para que se pueda cumplir el artículo 47 de la sacrosanta e intocable Constitución española, ese que dice que TODOS los españoles tienen derecho a una vivienda digna es el precio de la misma, enfrentado al poder adquisitivo de los demandantes.
2020. Implantación del 5G. Covid-19
2014. Implantación del 4G. SARS
2008. Implantación del 3G. N1H1
2000. Implantación del 2G. Gripe aviar y Vacas locas.
1992. Implantación del 1G. Peste porcina.
1980. Implantación del 0G. Epidemia desreguladora neoliberal.
1918. Implantación del palomamensajeraG. Gripe española.
Creo que 1917 es la película más marrón que he visto nunca. En Lawrence de Arabia, al menos el cielo era azul. En 1917 son marrones hasta los ríos y los bosques.
No me gusta el color marrón en ningún punto de su gama. Es el color de la putrefacción, de las camisas pardas y de las heces en cualquiera de sus texturas o procedencias.
1917 recuerda con una crudeza muy marrón que solo hay una cosa más estúpida que luchar en una guerra por los intereses de otros; morir en ella. Entonces, hasta tu sangre se vuelve marrón.
La verdad no está escrita. Flota en el aire y puede cambiar con la noche, el otoño o la lluvia.
A la verdad no se llega con el odio porque el odio divide y la verdad es entera. A la verdad se llega con amor porque el amor es la argamasa universal.
Alguien que quiere contarte la verdad no usará el odio. Tampoco te la impondrá, te enseñará a encontrarla en el aire. Y a cuestionarla continuamente, porque la verdad puede cambiar con la noche, el otoño o la lluvia.
No "se va"; huye.
En la más pura tradición borbónica, como ya hicieran María Cristina, Isabel II o los Alfonsos XII y XIII (el abuelo del ínclito emérito), Juan Carlos se va a disfrutar de lo saqueado lejos de España.
Aunque mejor que "tradición" deberíamos llamarle "modus operandi".
