miércoles, 1 de abril de 2020

Comprar en China con urgencias



En todos los países hay estafadores.  Los hay grandes pequeños y de todos los colores.  Y cuando huelen miedo o necesidad proliferan como buitres alrededor de un cadáver.  China no iba a ser una excepción, así que ahora se están poniendo las botas.  No, los "chinos" (que también, algunos), hay que matizarlo: los "estafadores chinos".

Nosotros compramos alguna cosilla por allende los mundos y en China tenemos un par de proveedores regulares.  Contactamos en su día con ellos como hace la mayoría, a través de alibabá.  Preguntamos por lo que buscábamos, pedimos (y pagamos) unas muestras para certificar que hablábamos de lo mismo, debatimos las opciones y le hicimos el pedido a la que consideramos la mejor.

Entre el primer paso y el pedido pasaron como seis meses.  La primera vez; ahora que nos conocemos el proceso dura algo menos de 30 días.  Preguntamos precio, solicitamos muestras y cuando verificamos que se corresponde a lo que queremos, lo pedimos.  Si se trata de una reposición de algo que ya hemos pedido, el pedido se concreta en 8 líneas de WeChat y el pago en una oficina de Western Union, media mañana.

Conocemos muchas historias de "chinadas", por eso fuimos muy cautos con el primer pedido a cada proveedor.  Aún así, nada nos asegura que pedidos subsiguientes lleguen sin sobresaltos.  Un empleado que huye con el pago, una fábrica que cierra o un cambio de proveedor por parte del nuestro pueden trastocar lo esperado con el pedido.  Pero eso también puede pasar en España.

Por eso, nos fascinó sobremanera la candidez con la que se lanzaron a los pedidos de material sanitario para la crisis del Coronavirus, las diferentes administraciones del estado español.  La falta de previsión aprieta y ningún político quiere ser el primo que se quede sin material sanitario para los suyos,sería públicamente crucificado.  Pero la mayoría de las compras las están haciendo personas sin experiencia alguna tratando con empresas chinas, personas que compran con un dinero que no es suyo. Ha pasado lo que tenía que pasar en un elevado índice de probabilidad.

Ya veremos la millonada que se ha ido por el retrete y por la que habrá que pedir responsabilidades, supongo.  También las disculpas que tendrán que pedir muchos medios a China y a los chinos.  Porque la palabra "estafa" en la misma frase que "China" o ""chinos" se suelta con demasiada facilidad cuando no es ni China, ni los chinos, los que ha estafado a los primos que han puesto a hacer los pedidos.  Como si España o los españoles fueran responsables del agujero de, por ejemplo, Javier de la Rosa con los kucaitíes. 

En Sedeenchina, una empresa que se dedica a asesorar a empresarios que quieren hacer negocios en China y a efectuar controles de calidad in situ de la mercancía antes de ser enviada a su destino, lo explican muy bien en este artículo. No somos clientes suyos, nuestros pedidos son pequeños para requerir sus servicios, pero no nos perdemos ninguno de sus podcasts desde que salió el primero.

En éste, Adrian Díaz cuenta fantásticamente como le está yendo su ofrecimiento de asesorar gratuitamente a quien quiera en España comprar material sanitario. Para flipar...

No hay comentarios: