Las Vegas. Nostalgia

Escribo desde un pequeño despacho que me facilita mi empresa, en Vigo. Me he puesto una alfombrilla para el ratón con una foto de la Strip. Que error. Así no hay quien trabaje. Me viene a la cabeza el paseo desde el Imperial hasta el Wynn, como el que va a trabajar, pero sin prisa ni horario. Las caras de la gente, de vacaciones, de celebración, de despedida. Llegar a la poker room y pedir silla. Sentarse, ordenar las fichas y catalogar a los jugadores. La ama de casa, los amigos de despedida con tres nociones del juego, el abuelete que juega todas las manos, el rounder jubilado que viene a complementar su pensión. Esa sensación de que la mesa es tuya. La paciencia esperando mano. Recoger un bote y ordenar las fichas... Snif...
Está claro que tengo alma de jugador. Lo que no sé es si podría vivir del poker en vivo. También me pillan estas sensaciones con 40 años. Si tuviera 20 estaría alquilando una casa en las afueras de Las Vegas.
Se me ocurre que podríamos montar una base permanente. Y que el que quisiera ir durante unos días avisara con tiempo, para ver disponibilidades. Buscar alguien que se encargara de la limpieza. Es complicado, por lo de llenar todo el año para cubrir costes, pero no descabellado.
De momento queda seguir trabajando para poder volver en el próximo Desafío. Está costando volver al mundo real. Me pasé todo el viaje de vuelta durmiendo y dos días con un jet-lag terrorífico. Pero es lo que hay. Toca ganarse las habichuelas de nuevo....