Contar con la colaboración de Periquillo en este humilde blog es un honor que me sobrepasa. Ahi va su particular visión del viaje a Las Vegas:
Hacer un resumen de lo que hemos vivido en Las Vegas 35 personas durante doce días incluidos los viajes, se me antoja harto difícil. 35 x 12 = 420 jornadas, es decir, como si cuentas más de un año de tu vida. Pero no un año normal, si no un año intensísimo.
El análisis de los números lo hará Gonzalo García-Pelayo. Sólo comentar que el saldo ha sido positivo con 12.735 $ de beneficio, a 394 $ por cabeza. De los nueve días de juego sólo se acabó en negativo en dos jornadas. El día de la boda solamente se sentaron en las mesas de cash 11 jugadores, y todos en positivo.
Empecemos por las acompañantes y no por ello menos importantes, si no todo lo contrario. Las 5 mujeres de la expedición se merecen un 11 sobre 10. De Lidia García-Pelayo (18 meses) ya os hablamos en la primera entrada y, aunque sólo la vimos en los vuelos, se portó mejor que algún adulto, a pesar de tener unas décimas de fiebre en la vuelta. Disfrutó estos días con sus primas como una enana, claro.
Mar, Marta y Patricia tuvieron los santos… de acompañar a RayoBcn, Jhait, Jonasete y a veintitantos locos del póquer a la ciudad del juego. Sé de primera mano lo que eso significa porque mi mujer se lo comió en el Desafío I. No sólo nos daban ánimos a todos, si no que aguantaban toooodas nuestras historias de bad beats, jugadas increíbles, lloradas, etc. Me sorprendió sobremanera cuando Patricia me contó a la perfección una mano de Jonasete en la que casi pierde los nervios ¿Cómo se atreven las tres a meterse en un autobus-discoteque con unos 20 tíos?
Precisamente Patricia y Jonasete fueron los protagonistas del momento estelar de este viaje. Se casaron en la Graceland Wedding Chapel con Elvis incluido. Si bien es cierto que el Elvis no se entregó demasiado, todos nosotros nos volcamos en el evento y, desde que salimos del hotel hasta altas horas de la madrugada no hubo momento de tregua. Doormangor fue el cronista oficial.
De Vanessa que os voy a contar. Todavía no nos explicamos como todo ha salido tan bien. Llegamos todos a Las Vegas y volvimos todos a Madrid sin ningún contratiempo. Teniendo en cuenta la lista de expedicionarios, se trata de una proeza sin igual. Pac8 cruzó apuestas a favor de que alguno no volvería y, gracias a Vanessa, perdió. A todos nos resolvió con una diligencia asombrosa cualquier problema. Ahora necesita un par de semanas en un balneario apartada del mundanal ruido, aunque no va a poder ser porque esta mañana (día siguiente al aterrizaje) ya me estaba dando caña.
Por orden alfabético me parece la forma más aséptica de hablar de cada uno de los componentes de la expedición.
Adalia. Ha conseguido 30 nuevos seguidores del Atlético Tordesillas. Lo que no sé es como pudo cargar con los 12-15 pares de botas que le llevó a medio equipo. Resulta que ese modelo de botas estaba muy barato. Coincidí con él en una mesa de 4/8 del Bellagio el día que Bidan y yo tuvimos el honor de que Los Pelayos nos presentaran a Mortensen. También andaban por allí Durr y Greinstein. Adalia y yo parecíamos hermanitos, a los dos nos dieron un póquer de 9 y a los dos nos tumbaron AA en pocos minutos. Un placer jugar con él. Debatimos manos y se nota que sabe de lo que habla. Durante los primeros días no se separó de Jeri y enseguida cogió el hilo.
Bertoni. Menudo elemento. Se suponía que no venía a jugar, pero “lo sentamos” en NL100 y empezó a coger confianza al ganar los tres primeros días. Se hizo inseparable de Marmeto y se lo pasó en grande. Un bilbaíno destrozando familias en Las Vegas.
Bidan. Jo, por donde empiezo. No sólo he compartido habitación (abstenerse de malos pensamientos) con este tipo galego-catalán, sino gran parte del viaje. Parecíamos novios y, quien sabe, algún día puede que nos decidamos a salir del mueble bar. Los ataques de risa en la habitación, dentro de un taxi, en el Hard Rock y en otros muchos sitios han sido memorables. A mitad de ataque sacaba su libretita, y se dedicaba a apuntar la bestialidad que acababamos de soltar. Muchas historias de su blog han salido de esa libreta verde. Pac8, he visto a este tío en gallumbos unas 10 veces, no creo que mis ojos soporten esta atrocidad. Ve buscándome un buen perro lazarillo, que me veo vendiendo cupones.
En las mesas tuvo muy mala suerte. No es normal que de 6 veces que le dieron AA sólo ganara una. Alguien nos metió un gato negro en la habitación de los escritores, por que yo también recibí de lo lindo. Tendría para seguir escribiendo varias páginas, pero me quedan treinta tíos. Esto puede ser el principio de una gran amistad.
BSO. Quique es un tipo de rictus serio, pero muy metido en el equipo y un jugador sólido. Pronto cogió el hilo ganador, pero una mala noche le limpiaron dos cajas que empañaron un poco sus buenos resultados.
Contaja. Este tío está como una puta cabra. Integrante inicial del Wynn Tim (junto con Bidan, Tizona, The Jack y yo) tuve bastante contacto con él. Me ofreció su casa para dormir el día antes de partir. Ahí descubrió que soy bulímico (o fueron los 18 cubatas que nos calzamos). Ir con él por Las Vegas te aseguraba agujetas en el abdomen de tanto reir. La noche del Palms provocó lo que vendría después y que no se puede contar. Las tres “florideñas” no olvidarán esa noche en la Hammer limousina. Los que allí estábamos, tampoco.
Memorable su actuación en el Torneo del Wynn. Tuvo los santos cojones de poner en contra a todos los americanos en la mesa final. Os recomiendo que leáis su relato, pero fue mucho mejor su narración en vivo en la reunión del día siguiente. Para azuzarlo más, si cabe, tenía a su lado a Tizona en muchas mesas. Tizona le incitaba a “animar” las mesas y el gran Contajansen no necesitaba más. Muy buenos ratos con él, si señor. Doormangore. Otro puto crack. Desgraciadamente no pude compartir con él todo el tiempo que hubiera deseado. Este chaval es mi debilidad. Otro que te garantiza risas continuas con frases lapidarias y actuaciones inolvidables, como el striptease en el bus de la boda. Compartí mesa con él en el Wynn y volvió locos a los de la mesa. Enseguida se hacía querer y se convertía en el más simpático de la mesa. La “maiameña” de origen colombiano no lo olvidará. Tampoco mis bolas chinas.
Empezó en el equipo de torneos, pero luego tocó todos los palos. Sólo le faltó jugar al mus. Si en un torneo hacía allin, antes de que salieran las comunitarias ya se estaba apuntando en la lista de espera de Limit, No Limit o lo que fuera. Parecía el chófer de Dios, te lo encontrabas en todas partes y en ninguna. Desparecía un par de días o aparecía en la puerta de tu habitación para ver adonde íbamos. Organizaba a la gente en un pispás. En el bus de la boda se encargó de la pasta, la bebida, etc. Al salir hacia el aeropuerto nos buscó vehículo a todos. Lo dicho, un puto crack, incluso en logística. Además escribe bien. No dejéis de leer su relato de la boda.
Galopo. Casi se nos va. Perdió los dos primeros días, tenía la moral por los suelos y pretendía dejar de jugar. El equipo le animó, le preguntamos si estaba jugando mal, porque si no era así tenía que seguir. Los resultados llegarían, como así fue. Las manos que nos contaba estaban bien jugadas, pero la suerte no estaba con él. La noche en el Ghostbar le dio un nuevo aliento y empezó a ganar. De verlo cariacontecido a plasmar una sonrisa permanente a partir del tercer día y de los sonoros aplausos del equipo en la reunión.
Jhait. Joder, cómo juega este tío. Para mí, uno de los triunfadores del desafío al ganar todos los días salvo uno. Simpático por demás y de esos que te inspiran confianza al primer contacto. Marta, su mujer, un encanto que compartió conmigo el padrinazgo en la boda. Supieron compaginar el viaje de placer con el de juego, o eso creo yo.
JohnnyHP. Este fue el que provocó lo de los parecidos razonables. Es clavaito a David Copperfield. Seguro que es de esos que le dice a las chavalas “soy mago, te echo tres polvos y desaparezco”. Desde que lo conocí en un seminario he conectado bien con él. Siempre que nos veíamos nos dábamos un casto abrazo y nos quejábamos de no habernos visto la noche anterior. El día de la boda nos vengamos y pudimos chupar algo juntos. Ummm, esta frase va a dar que hablar.
Jonasete. Ohhhhhhhh. Otro de los que protagonizaron el Desafío III. No sólo por la boda y por lo maja que es su mujer, Patricia, si no porque tiene un carácter de esos que marcan. Estaba en todos los fregaos sin problema. Es el único que casi pierde los nervios en la mesa cuando un notas, después de colarle un bad beat, le vaciló. Ese no sabía con quien se la jugaba, jojo.
Disfruté viendo lo nervioso que estaba antes y durante la boda. Un tiarrón tan bestia como él parecía un flan ¡Cómo para llevarlo a robar panderetas! ¡Joder, cómo temblaba! Compartí bastante tiempo con ellos, al ayudar en la organización de la boda. Todavía no me explico como 34 personas pudimos guardar el secreto sin que Patricia notara nada. Tuve el honor de ser su padrino y he de reconocer que me superó. Yo en su día dije “raise” en vez de “yes” y el dijo “all in” ¡Qué fenómeno!
Jordi21 y Polamalu. Los pongo juntos porque nunca los vi separados más de 3 metros (unos 9 pies). Los mallorquines formaban la denominada “sobrasada mecánica”. La habitación 14111 rezumaba olor a ensaimada recién hecha. Por eso alguna noche acabamos allí degustando algún espirituoso. El día (o uno de los días) que aparecí a cuatro patas y sin zapatos, éstos estaban en esa habitación, como si de un agujero negro se tratara. Hasta aquí puedo contar, como decían en 123.
Jordi acabó el Desafío en positivo, que ya es bastante, pero Polamalu fue uno de los triunfadores. Estaba claro que la mala suerte que tuvo en el Desafío II no era normal. Hemos jugado juntos desde los inicios, es de mi quinta (los que en su tiempo formábamos LosPelayosB) y sé positivamente que juega de cine. Esta vez se ha vengado aportando a la banca común más de 1.700 $. Ole y ole.
Manjarín. Si tuviera que hacer un anuncio de pasta de dientes, elegiría a Manja como protagonista. No paraba de sonreir, el muy canalla. Yo no jugué con él, al ser de No Limit, pero los que coincidieron en su mesa alucinaban con la seguridad del asturiano. La fabada asesina (the killer bean stew). Llevaba una media de 150 $ diarios y un día aparece con 180. El muy cachondo decía que como el día anterior había hecho 120, lo hizo para mantener la media. Ni un solo día apareció en negativo. Inolvidable también la noche del Ghostbar.
Marmeto. ¡Qué tío! Con este me voy a donde haga falta. Otro con el que tienes risas aseguradas. No lo cambio ni por mi suegra. Todavía me parto de risa cuando lo recuerdo protestanto en perfecto español al director de un torneo en el Planet Hollywood “¡Yeah, yeah, de qué! ¡Qué me devuelvan mis cartas!” Compartí con él momentos estelares antes de que empezara ese torneo, en la Hammer limousina y en otros muchos momentos. Abría la boca sólo para provocar las risas del personal.
Me sabe mal porque el pobre no pudo cumplir su sueño (no lo cuento porque es inconfesable). Otra vez será, majete. IMPRESIONANTE el día de la boda por la noche cuando nos aparece disfrazado de Elvis. No pudo entrar a su habitación y pasó la noche-mañana de habitación en habitación. Pa habernos matao. Los escritores, Bidan y Perico, tenemos que darle miles de gracias por dejar su ordenador permanentemente en nuestra habitación. Con toda la pinta de mesetario que tiene fui testigo de los lagrimones de cocodrilo que soltó mientras hablaba por video-conferencia con sus niños. Casi rompo a llorar yo, que, como algunos sabéis, sólo he llorado tres veces en mi vida y dos fueron de risa.
Ollomol. El besugo gallego es otro de mis ídolos, no sólo por su juego, si no también por la gracia que arrastra en todos sus comentarios. Por supuesto, fue uno de los jugadores que más aportó a la banca común. Sus explicaciones en las reuniones eran pura poesía y sus puyas a los nolimiteros dignas del mejor picador.
Pit Loren. Otro de los que no empezó bien, pero que al ganar el segundo día empezó a ganar también confianza. Compartí dos vuelos con él, pero como nos sobamos de lo lindo, poco hablamos. Simpático por demás, dejó para la historia en video el relato de su pecado: dio propina una vez.
Potlok. Creo que sólo le vi los ojos un par de ocasiones en todo el viaje. No se quitaba las gafas de sol ni en el acto, aunque este extremo no lo puedo confirmar. Ya venía con la experiencia del Desafío II y vino a confirmar que es un sólido jugador.
RayoBcn. Otro de los que vino esposado. No se notó, por que su mujer era la primera que no rechazaba ningún evento. Aunque en principio tenía dudas en cuanto a su juego, se ganó una gran ovación al relatar la mano en la que tiró AA. Creo que fueron al Cañón, a varios Circos del Sol, a David Copperfield y sólo les faltó ir a un concierto de Frank Sinatra.
Ryw. Salvo un día en que le dieron un palito, el resto los repartió él. Su juego sólido aportó a la banca casi 1.000 pavos sin despeinarse. Bueno, tampoco tiene mucho que peinar. Memorable la noche del Ron y el hielo. La suerte que tuvo en las mesas no la tuvo en los vuelos, ya que en dos ocasiones estaba entre scop y yo. Un tipo con miedo a volar entre dos taraos como nosotros, para que voy a engañaros, lo pasa muy mal.
Encima, el vuelo Philadelphia-Las Vegas fue movidito. A cada traqueteo scop y yo pegábamos un saltito. Después alucinaba cuando scop dormía y yo escribía en el portátil, tan tranquilos. Los sudores fríos y la cara blanca aumentaron cuando, ya más calmado, en el aire, le dijimos que quedaba lo peor, ya que el 85% de los accidentes se producen en el aterrizaje. A tenido un final de viaje glorioso al llevarse 5.600 € del Bad Beat Jack Pot de Boss ¡Toma ya! Enhorabuena, chaval.
Scop. The last monkey, el escorpión, el croisant. Estos dos últimos motes se lo pusimos por la postura de sus manos al explicarnos cualquier mano, bad beat o situación. Al cuarto día cuando abría la boca ya tenía un coro de 4 ó 5 haciendo el croisant. No empezó a ganar hasta que una mañana me lo llevé al Venettian y abrió el tarro de las esencias. Muy buenos ratos pasamos con el mañico además de los comentados en el avión.The Jack. Otro de los miembros del Wynn Tim que aportó sus dosis de descojono. Ya lo conocía de algún seminario y de los CEP. Ahora mismo se estará partiendo viendo las fotos tan frikis que sacó a toquisqui. Memorable la noche en que se hinchó a ganar pasta en Omaha en las máquinas del Excalibur.
Tizona. Oh, mi gran debilidad. No sólo es mi ídolo como jugador sino también como tipo. Aparte de eso, Bidan y yo decíamos que era un auténtico terrorista, ya que siempre estaba detrás de alguna putada como cabeza pensante. Era el cizaña del grupo y, sobretodo, en el Wynn Tim. No paraba de idear trastadas para que otro las “desarrollara”. Todavía me duele el abdomen de las risas que nos pegamos en un taxi, con Bidan y Contajansen, ideando la putada del masaje chino y las Coverse del 52 que se relata en otra entrada del blog. Impagable.
Esta vez se tuvo que quitar las pantuflas y abandonar la poker room del Imperial Palace. Los primeros días estuvimos en el Wynn haciendo horas para el freeroll. También admiramos algún que otro pibón en el Joben’s Corner (cenicero enfrente de la puerta en donde las camareras recargaban las bandejas). Después descubrió las mesas automáticas del Excalibur y allí se hizo fuerte. Ciertamente, vivimos momentos inolvidables.
Para enmarcar el día que nos leyó la reclamación presentada por nosequien. I don’t understand why croupiers and their bosses make discrimination with latin people. Por cierto, ese documento obra en mi poder, jeje. Chantaje que te crió.
Muchas anécdotas se quedan en el tintero o, más exactamente, en la libretita verde del amigo Bidan. Incluso algunas fotos nunca serán publicadas, salvo bancarrota inminente, claro.
Ahora vamos con el equipo de Los Pelayos Poker.
Abanico. Si he dicho que Alvarito es mi debilidad, debo confesar que tengo varias debilidades. La segunda es el tito abanico. Desde que lo conocí hace más de dos años en Aranjuez me dije: de mayor quiero ser como este tipo. En cuanto podía me pegaba a él, porque sólo oir las historias que cuenta y con la gracia que lo hace, merece la pena ir a Las Vegas. Ni el Gran Cañón, ni las atracciones del Stratosphere, ni leches. Mucho mejor la compañía del tipo del sombrero. Una pena que tuvieramos que dejarlo allí.
Christian. Nuestro profesor para principiantes se ha movido como pez en el agua en Las Vegas. Todos los días volvía a casa con su jornal bajo el brazo. Jugando el abc sin problemas y demostrando porque es profesor. En esta ocasión he coincidido poco con él, las reuniones y poco más, pero en los momentos que hemos coincidido nos hemos reido un rato.
Christopher. El amigo francés no sé como ha podido soportarnos. Sin saber casi español debía estar alucinando de ver a 34 energúmenos a su alrededor. Aunque empezó en el equipo de torneos, pinchando alguno, se destapó en no limit. Glorioso el último día con 700 $ bajo el brazo.
Gonzalo. El jefe, the Boss, the namber guan. Que os voy a contar de papaito. Un pozo de sabiduría, una enciclopedia con patas. Da gusto escuchar sus explicaciones rebosantes de sentido común y con el gracejo andaluz que rezuma. Yo gozo del privilegio de estar un poquito más cerca de él que el resto de los mortales. Qué os corroa la envidia.
Gortrak ¡Menuda revelación! No sólo es más majo que las pesetas, si no que encima a arrasado en torneos. Sacarse más de 2.000 $ lilmpios a base de torneos de entradas inferiores a los 100 $ es toda una proeza. Si no recuerdo mal pinchó en 5 de los 7 días que jugó. Se nota que es hijo de Javier abanico, porque en la sesión de fotos la lío gorda.
Jeri. Otro de los profes que juega con una seguridad pasmosa. Ha venido a los tres Desafíos y sólo ha perdido en una jornada por Desafío ¡Acojonante! No quiere subir a 10/20 y es normal, porque se hincha en 4/8. Buenas risas nos pegamos también tras la sesión de fotos. La verdad es que nada como los primeros días del Desafío I en que compartimos mesa. Nuestras primeras manos en Las Vegas, como el primer beso.
Mena. Puf. Que puedo contar de este elemento. El Pepe Sonrisas de la expedición. En ningún momento le he visto sin la comisura de los labios estirada. Debe tener los músculos máxilo-faciales más duros que los triceps del Chuacheneger en sus mejores momentos de Mister Universo. Siempre liándola: en los dados, en la ruleta, en la barra… Eso sí, donde la liaba de verdad era en las mesas.
Innolvidable la noche en el Wynn que vació una mesa de 10/20 acabando con 2.000 $ arriba. Lo de “vaciar” no es una forma de hablar. Se fue yendo la gente hasta que se quedó mano a mano con un incauto, al que le ventiló los 300 pavos que le quedaban. Se acercó a nuestra mesa y nos dijo: voy a dejar las fichas y el ipod por si se sienta otro primo. Eso a las 5 de la mañana. Todo un personaje el palentino.
Oscar. Para terminar, el hipermegacrack. Le da igual limit, no limit, torneos o parchís. Repartió galletas en todas las modalidades. Una pena caer en burbuja en el Deep Stack Estravaganza del Venettian ¡Menudo cabreo se pilló! Se le atraganta el Venettian y le tiene quemado. Otro que también está todo el día sonriendo y que llevaba la voz cantante, junto con Gonzalo, en las reuniones. Ya en el avión empezó a impartir seminarios a los que estábamos a su alrededor. No para, coño ¡Menuda metralleta!
He contado y recontado y creo que no se me olvida nadie. Sería imperdonable. Está claro que al ser tantos se tiene mucho más contacto con unos que con otros. Con algunos no tuve mucha relación, pero la poca que tuve fue genial. Yo me esperaba que surgiera algún roce de importancia, pero no se produjo ninguno ¡Increible! Creo que el grupo vino mentalizado para divertirse, jugar al póquer y dejarse de gilipoyeces. Para broncas ya tenemos bastantes en suelo patrio.
Uno de los puntazos del viaje fue el utilizar expresiones en inglés traducidas literalmente del español. Hubo días en que la libretita verde ardía. Aquí van algunas con su traducción (la traducción la pongo para que “alerta” se entere de algo):
One hundred and de mother (ciento y la madre)
Joe Milks (Pepe Leches)
Incucumberable (Impepinable)
The mother who brought you to the world (la madre que te parió)
Three on a donkey (tres en un burro)
Chinese straw (pajilla china)
Scrotal bag (bolsa escrotal)
Hay muchas más, pero debí agenciarme una libretita como la verde de Bidan. Ahí seguro que hay muchas más expresiones de este tipo.
Aunque Bidan la contó por encima, recuento la anécdota del Hard Rock. Bidan se pide la megasuperhiperfabulosa hamburguesa de 10 libras. Yo, como soy un canijo, me pido una normal y el camarero intenta animarme para que pida la de 10 libras. Me levanto, enseño mi cuerpo serrano, lo señalo con un gesto de la mano de arriba abajo y suelto: “Chaval, este cuerpo es mi herramienta de trabajo, debo cuidarlo”. A partir de ahí quedó como mi working tool. Bidan casi parte la barra.
Allí nos acordamos mucho de Pac8 y de la envidia que debería corroerle. Por supuesto, había que llevarle un regalo. El primero que se nos ocurrió es el que aparece en la foto: una alfombrilla para el ratón. Eh, eh, no penséis que somos unos desconsiderados, que esas alfombrillas están en los urinarios del lujoso Wynn, no en un casino de segunda fila. Sólo el idear como hacerlo, comprar unas pinzas, una bolsa hermética y que ésta se rompiera en la maleta… mereció la pena pensarlo. Resumiendo: DE PUTA MADRE, MACHO. LO QUE OS HABÉIS PERDIDO. Y para terminar, termino de una puta vez.