A vueltas con la velocidad y el poker.
En otra conversación de barra, encontramos una forma de clasificara la gente que juega a las cartas y a la que se pone al volante de un vehículo.
Jugadores de poker habría de tres tipos. Gamblers, Amateurs y Profesionales.
Gamblers son aquellos que, esencialmente, pierden. Unos conscientemente, de modo recreacional y otros algo (o mucho) más inconscientemente. El aspirante a ludópata o ludópata total.
Amateurs serían los que tienen conceptos teóricos y se han preocupado de aprender algo de la ciencia de este juego. Algunos ganan dinero y otros lo pierden. Dentro de éste último grupo estarían los novatos y los inútiles para la materia, que los hay, como en todo.
Profesionales encontraríamos de tres tipos, según el nivel de ingresos. De niveles medios, altos y los superclase. Esa gente especial. Los Messi del poker.
Entre la gente que se pone al volante(o manillar) encontramos a aquellos que apenas saben llevar un coche, en cualquier circunstancia (gamblers esperando el milagro constante), como el tarad@ que me encontré el viernes en la AP-9. Cuatro gotas que caían y andaba a 100, por el carril izquierdo, impasible el ademán y con las luces largas y las antinieblas a piñón. ¡Coge el tren, coño!. Por suerte son menos en proporción que los gamblers del poker. Si no, a ver quien se metía en la carretera. Incluye en este grupo al enfermo que ha visto un gran premio y se piensa que la carretera de Cerceda es Suzuka, que él es Alonso y que su fiat Punto es el ferrari que el asturiano debería llevar.
Conductores hay de dos tipos. Malos, Mediocres y Buenos (que fácil, tu...). Eso vendrá determinado por las aptitudes innatas de cada uno y por las ganas de aprender.
Los pilotos son los que dominan la materia. La mayoria consiguen hacer de ello su profesión, ya sea llevando a un perezoso con pasta o compitiendo en los circuitos. Algunos de ellos con mucha clase y por encima de todos, Il Dottore Valentino.
Me viene a la cabeza, de nuevo, que será muy democrático que tengamos que ir todos a la misma velocidad. Pero ni es lógico ni es justo.
Vale que esta clasificación sirve para muchos mas grupos de gente, pero nos gustó la similitud con el poker, que quieres... Si es que a veces dudo de si tenemos la mente mas ocupada con el sexo o con las cartas...
Take me out, tonight. Drive me anywhere, i don´t care, i don´t care..
En otra conversación de barra, encontramos una forma de clasificara la gente que juega a las cartas y a la que se pone al volante de un vehículo.
Jugadores de poker habría de tres tipos. Gamblers, Amateurs y Profesionales.
Gamblers son aquellos que, esencialmente, pierden. Unos conscientemente, de modo recreacional y otros algo (o mucho) más inconscientemente. El aspirante a ludópata o ludópata total.
Amateurs serían los que tienen conceptos teóricos y se han preocupado de aprender algo de la ciencia de este juego. Algunos ganan dinero y otros lo pierden. Dentro de éste último grupo estarían los novatos y los inútiles para la materia, que los hay, como en todo.
Profesionales encontraríamos de tres tipos, según el nivel de ingresos. De niveles medios, altos y los superclase. Esa gente especial. Los Messi del poker.
Entre la gente que se pone al volante(o manillar) encontramos a aquellos que apenas saben llevar un coche, en cualquier circunstancia (gamblers esperando el milagro constante), como el tarad@ que me encontré el viernes en la AP-9. Cuatro gotas que caían y andaba a 100, por el carril izquierdo, impasible el ademán y con las luces largas y las antinieblas a piñón. ¡Coge el tren, coño!. Por suerte son menos en proporción que los gamblers del poker. Si no, a ver quien se metía en la carretera. Incluye en este grupo al enfermo que ha visto un gran premio y se piensa que la carretera de Cerceda es Suzuka, que él es Alonso y que su fiat Punto es el ferrari que el asturiano debería llevar.
Conductores hay de dos tipos. Malos, Mediocres y Buenos (que fácil, tu...). Eso vendrá determinado por las aptitudes innatas de cada uno y por las ganas de aprender.
Los pilotos son los que dominan la materia. La mayoria consiguen hacer de ello su profesión, ya sea llevando a un perezoso con pasta o compitiendo en los circuitos. Algunos de ellos con mucha clase y por encima de todos, Il Dottore Valentino.
Me viene a la cabeza, de nuevo, que será muy democrático que tengamos que ir todos a la misma velocidad. Pero ni es lógico ni es justo.
Vale que esta clasificación sirve para muchos mas grupos de gente, pero nos gustó la similitud con el poker, que quieres... Si es que a veces dudo de si tenemos la mente mas ocupada con el sexo o con las cartas...
Take me out, tonight. Drive me anywhere, i don´t care, i don´t care..