Me caí en su blog por un link en el de Pacocho. Las tres últimas entradas eran muy negras, como ya señalé en un post anterior. Empecé a leer las antiguas, desde finales de 2006 y me quedé enganchado. Igualito que un personaje de Charles Bukowski. El lema de su blog, Get rich or die trying, casi se hace realidad, pero por el lado malo. Me he ido leyendo , a ratitos, todas las entradas. Son como capítulos de una decadencia sin posible retorno.
Jugador talentoso con la lectura del rival, se especializó en HU y sits. Un tipo muy bien dotado para el análisis estadístico. Sus problemas; una personalidad obsesiva, un nulo autocontrol y una horrible gestión del tilt, lo que le llevo al bust en innumerables ocasiones, tratando de recuperar, en niveles superiores, lo perdido en inferiores. Un ludópata, vamos.
La historia es un seguido de mentiras, autoengaños y descontroles ocasionales con el nivel de juego, que tiraban por los suelos todo lo que era capaz de conseguir con su talento para las cartas en los momentos de control.
Está bien hablar de historias como ésta, por que el mundo del poker no es Phil Ivey o Doyle Brunson. Ni siquiera Santi Torres o May Maceiras.
Ya no se juegan leiras ni herencias en timbas de trastienda (¿o si?). Hoy parece que se trata de hacer llegar el juego del poker a todo el mundo, como un entretenimiento constructivo e, incluso, lucrativo o remunerado. Inofensivo, vamos.
Pero puede esconder un infierno detrás. Por eso es importante que si alguien siente el calor de las llamas y un tridente pinchándole el culo, que busque ayuda.
Seguiremos haciendo apología del buen vino de rioja. Pero hay que saber darse cuenta que una botella diaria puede ser un problema.
Jugador talentoso con la lectura del rival, se especializó en HU y sits. Un tipo muy bien dotado para el análisis estadístico. Sus problemas; una personalidad obsesiva, un nulo autocontrol y una horrible gestión del tilt, lo que le llevo al bust en innumerables ocasiones, tratando de recuperar, en niveles superiores, lo perdido en inferiores. Un ludópata, vamos.
La historia es un seguido de mentiras, autoengaños y descontroles ocasionales con el nivel de juego, que tiraban por los suelos todo lo que era capaz de conseguir con su talento para las cartas en los momentos de control.
Está bien hablar de historias como ésta, por que el mundo del poker no es Phil Ivey o Doyle Brunson. Ni siquiera Santi Torres o May Maceiras.
Ya no se juegan leiras ni herencias en timbas de trastienda (¿o si?). Hoy parece que se trata de hacer llegar el juego del poker a todo el mundo, como un entretenimiento constructivo e, incluso, lucrativo o remunerado. Inofensivo, vamos.
Pero puede esconder un infierno detrás. Por eso es importante que si alguien siente el calor de las llamas y un tridente pinchándole el culo, que busque ayuda.
Seguiremos haciendo apología del buen vino de rioja. Pero hay que saber darse cuenta que una botella diaria puede ser un problema.
3 comentarios:
jajaj...si ... cada unos tiene su historia, y como no podría ser de otra manera, muchos no controlan, si no que son controlados por el juego. Yo creo que lo más importante de este juego son dos cosas: tener talento y ser racional. Si tienes las dos cosas, has triunfado, si no...no lo tienes tan facil (aunke nunca imposible... peores cosas se han visto..xDD).
Asi que me ha parecido una muy buena reflexion...esto hay que tenerlo en cuenta siempre...
Saludos!!!!!!!!!!!!!!
Ufff..que dramon,seguro que hay mas casos como este,pero este me ha puesto de punta mis pocos pelos.
He leido bastante de su blog a partir de tu entrada anterior "la otra cara del poker" y ha hecho saltar todas mis alarmas.
Es muy facil perder mogollon de pasta con 2 clics mal echos en el boton izdo de este mouse".
Saludos de un coruñes,jugador amateur de torneos de poker.
Pd:Espero poder saludarte en alguna etapa de la toja si el trabajo y el BANKROLL me lo permiten.
Quien mas quien menos ha tenido alguna compulsión de mayor o menor tamaño con algo (tabaco, alcohol, comida, compras, drogas, juego...).
La compulsión en si no es una enfermedad. Es un síntoma de un desorden. Una vez detectado el síntoma hay que buscar el orígen del mismo.
Cada uno el suyo...
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