38 años después, los saharauis siguen sin solución. La paciencia se les está acabando. Se están dando cuenta que, a través de la diplomacia, del diálogo y de los cauces institucionales, no se consigue nada. Mientras les van dando largas, tanto España (su potencia colonial), Francia y Estados Unidos siguen explotando sus recursos: fosfatos, petróleo y bancos de pesca. El reyezuelo de Marruecos continúa sonriendo por lo bajo y viviendo en la más indigna de las opulencias, mientras su pueblo vive en el umbral de la pobreza.
MIentras los intereses de los ricos sigan intactos, los de los pobres no importan. Eso sucede allí y también aqui. De las negociaciones pacíficas se mofan en todas partes.
Javier Bardem hizo un interesante documental sobre el asunto saharaui, cuyos Derechos son pisoteados a diario por Marruecos.
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