lunes, 17 de enero de 2011

San Vicente. Dia 3

Si te acuestas tarde, es tontería levantarse pronto, sobre todo si no tienes que ir a misa de 12.  Como necesité menos horas de sueño que mis coleguitas, aproveché para quitarle algo de mierdecilla a la Daytona y sacarle los colores bonitos que tiene.
Notita mental: El líquido para darle brillo a los neumáticos resbala que flipas.  Es más, en el bote pone que no es indicado ni para motocicletas ni bicis.  Menos mal que no se la presté a Pacocho antes de darme cuenta...


Comprobé registros de consumos, kilómetros recorridos, velocidad punta conseguida...



(Esta fué en circuto, ojo.  A 11.500 rpm y aún puede llegar a 13.500, así que la próxima vez que la meta en asfalto cerrado al público hay que tratar de acadar la barrera psicológica de los 250).
En un rinconcito de la terraza de la casa de Tizona, hay una curiosa baldosa de cerámica que a algunos les sonará...



Aún no he decidido que es lo que voy a hacer con la otra mitad de mi vida, pero lo que si he decidido es que no voy a hacer lo que no me gusta, por que seguro que no es bueno para la salud...
Para comer nos prepararon un delicioso cocido montañés que invitaba a tarde de sillón bol.   Nos la pasamos de evento deportivo en evento deportivo.  Empezamos bien con el Valencia-Depor (olía a pocos goles), con el Almería-Real Madrid (bonito empate y si gana el Almería hubiesemos hecho fiesta gorda), pero se torció la tarde-noche cuando a ese par de mendrugos se le ocurrió apostar parte de los beneficios a que en el Barça-Málaga habría menos de 3,5 goles... ¿a quien se le ocurre?.  El resto del gane de la tarde se estrelló en el Staples Center, me cago en los indolentes Lakers.
Jugamos algún torneillo en FT, pero no era el día.  Se hicieron fichas en alguno de ellos, pero perdimos , por ejemplo11 flips consecutivos.  Así es imposible progresar.  Le llaman varianza...
El tilt lo rematé al Call of Duty, tratando de limpiar un imposible barrio de favelas.  Ná  Ni con la ayuda de Pacochito.  Tuve que hacer una sesión de meditación antes de acostarme, para quitarme la tensión, la verdad.  Pero conseguí dormir como un angelito.  No hay bad beat que cien años dure...  Ni cien minutos...

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