jueves, 6 de octubre de 2011

It Ain´t no Love

Cuando llama la cartera a las nueve de la mañana me pilla en un sueño profundo del que ni consigo, ni quiero salir.  Total, sea lo que sea, estará en el buzón más tarde...

Efectivamente, un papelito blanco y amarillo y ni es de tráfico ni de hacienda, que estos días estamos siendo todos demasiado a menudo.  Viene de Madrid, así que ya se lo que es y corro (en sentido figurado, claro) a Correos a por el paquetito.

Lo abro y, efectivamente, contiene el único cd que me he comprado este año, el It ain´t no love, de Bandini.  Tengo una lista de la compra muy larga, pero no está la economía para dispendios, por el momento.  Tenía un resto en paypal y en esto lo invertí.  Bandini tiene su página oficial, pero contacté con ellos a través de facebook

El pack huele mitad a disco, mitad a libro. Viene impreso en cartón, lo que les añade a los cd´s una sensación de fragilidad y delicadeza que te impulsa a manipularlos con más cariño aún. Además, en el sobre venían dos chapitas del grupo.  La que pone How is your mind? me la pondré, seguro.





Les pedí si me lo podían mandar autografiado por todos los miembros del grupo.  Tardó un poquito más, pero la espera valió la pena.  


El cd trae un libreto con las letras, lo que siempre es de agradecer por aquellos cuyo inglés no nos es demasiado fluido.




Puesto en casa mediante correo certificado han sido 14 euros, un precio la mar de razonable.

Este es el segundo trabajo editado de Bandini.  Salió el año pasado, aunque no me enteré hasta hace un par de meses y no será por que no lea revistas de música...

El primero, The Sunny Album, les valió la etiqueta de americana, con la que no estoy nada de acuerdo. 
El título del doble álbum es sarcástico, ya que no hay un sólo rayo de sol en las catorce canciones que contiene.  Algo, quizá, en Happy to be me.  Pero enseguida la apaga. I swear i´m happy to be me, and if i ever fall in love time will let me know i can not be good enough for you  (Juro que soy feliz de ser como soy y si algún día me enamoro, el tiempo me hará ver que no puedo ser suficientemente bueno para ti).

De las catorce canciones, Did you ever have a dream like mine?, Something goes wrong, Happy to be me y How is your mind entran muy fácil.  Pero faltan dos joyas por nombrar.

No he escuchado aún It ain´t no love.  Espero al momento adecuado, cuando termine hoy mi sesión de escritura. Creo que es el primer cd que compro sin haberlo escuchado previamente, en cuatro o cinco años. El otro fué el Sam´s Town de The Killers, que ya sabía que iba a ser brutal.  
Si lo compro a ciegas es por que tipos que han sido capaces de tocar las dos siguientes piezas merecían ese voto de confianza.  Son dos lamentos profundos que me han acompañado en momentos en esos en los que el ánimo no está para bailes festivo y necesita una banda sonora algo más melancólica.
Si alguien está de buen humor, mejor que se pase por aqui otro rato...

En Together, la primera mitad de la canción es muy buena.  Pero la segunda, y el minuto final son de gallina de piel...

She dives into the lake         Ella se submerge en el lago
where she lives                                           donde vive  
and not wuthering height    no en cumbres borrascosas
Can´t keep her back           No puedo hacer que vuelva

She is always giving her best    Ella siempre da lo mejor
But she never gives                     pero nunca puede dar
what she wants                                        lo que quiere
what she feels                                          lo que siente
what she needs                                     lo que necesita
what she loves                                            lo que ama

And while the snow falls         Y mientras la nieve cae en
on our lakes and mountains     nuestros lagos y montes
as the cowardice                            mientras la cobardía
gets hold of us                         Se apodera de nosotros
We could not be happy              No podemos ser felices
together                                                           juntos



Depression hace honor al título.  No sólo la letra.  Los instrumentos y la voz de Richard conforman este otro suspiro desesperanzado.

It´s raining pain in Norway        Llueve dolor en Noruega
what i can do is wait         lo que puedo hacer es esperar
until it stops                                           hasta que pare
the trees are crying snow             los árboles lloran nieve
and i don´t feel better                   y no me siento mejor
watching this                                   contemplando esta
beatiful sadeness                                     bonita tristeza
and the sorrow grows               y el sufrimiento aumenta
while the past fills                 mientras el pasado se llena
with the music of chance   con música de oportunidades

They´ve called it                               Ellos lo definieron
depression                                                    depresión
I´m not the one                                           Yo no soy
who invented it                                    quien lo inventó 



Siempre dije que la vida no es sólo alegría y fiesta.  Y que puede haber mucha belleza en la tristeza y en la oscuridad, sólo hay que saber verlo.  Si consigues que tus momentos bajos los acompañe una melancolía bonita, siempre los sobrellevarás mejor.  Por eso es bueno tener un fondo de discoteca preparado para cuando vienen torcidas en la vida, que más tarde o más temprano, terminan viniendo....

Mmmm.  Ya sólo faltan cuatro horas para colocar It ain´t no love en el reproductor...

domingo, 2 de octubre de 2011

2 de Octubre, 30º

Despierto a las dos de la tarde en el sofá.  Quise ver las carreras de motos, pero la deficiente señal de T.V. que tenemos en Miño con la marea baja y el cansancio acumulado me dejaron frito antes de que empezara Moto2.  Llevo unos cuantos días durmiento pocas horas, liado con varias cosas a la vez y el cuerpo, que de si mismo sabe un rato, hoy decidió que tocaba que le devolviera las horas de sueño que le he robado estos días atrás.  
Una pena que, para una vez que gana Pedrosa, me quedo dormido y no lo veo.  Igual hablo con él para que me pague por no ver sus carreras y no gafarle así con mis ganas de que llegue primero.

Fuera hace un día de verano espléndido y miro el ordenador para confirmar la fecha; 2 de octubre.  Bajo a tomar un café y a disfrutar del día que no entiende de calendarios, en la terracita que tengo al lado de casa.  No me arriesgo a leer las noticias, para no quedar anonadado con sucesos como el del típo que le descerrajó un tiro en la cara a una embarazada, en una Iglesia, historias que me suelen dejar un rato dándole vueltas a que carallo puede haber dentro de la cabeza de alguien para cometer tal barbaridad, sin obtener respuesta válida, así que me sumerjo en los dominicales, que siempre traen algún artículo interesante.  
Antes, me entretengo con la foto de portada de La Voz, donde se ve la playa coruñesa, el día anterior.  Suelo contar los top-less que hay, en un entretenimiento que, me consta, no soy el único que practica, aún a riesgo de perder alguna dioptría en el esfuerzo.

Las conversaciones de las mesas de mi alrededor giran todas en torno al día de playa que hace. Aqui somos muy dados a hablar de la climatología y caigo en la cuenta del tiempo que hace que no suena el teléfono a las nueve de la mañana de un domingo.  Antes, la gente de interior llamaba a cualquier número de Miño, al azar, para preguntar que día teníamos.  Si tu respuesta era la que esperaban, sol, cogían los bártulos y se venían a la playa.  Eso ya no sucede.  Supongo por que internet está bastante más extendido que hace cuatro o cinco años y es más fiable consultar el Meteogá que llamar a un teléfono a bollo y arriesgarte a que un lugareño te mienta para que no vengas a ensuciar la playa.

En los suplementos, la aparición del presunto broker en la BBC copa muchas opiniones.  Sea un actor o no lo sea, no contó ninguna mentira. La codicia, después del sexo, es el segundo motor de la humanidad.  Indignarse por que hay gente muy codiciosa es bastante hipócrita.  Codiciosos los hay a todos los niveles.  ¿O no fué la avaricia lo que movió a mucha gente del montón a poner los ahorros de toda una vida en mano de unos timadores muy bien organizados, en el caso de Fórum Filatélico, por poner un ejemplo?.  
Sucede que hay gente que tiene más medios que la mayoría para sacarle rendimiento a sus anhelos de conseguir más dinero, como es el caso de los brokers que mueven el dinero de los codiciosos.  Indignarse por eso puede ser hasta hipócrita.  Lo que habría que hacer, en todo caso, sería poner trabas en forma de impuestos a las especulaciones financieras y no criticar unos sentimientos que son esencia en el ser humano.

Después de leer un artículo sobre Steve Jobs, quien parece que disputa una lucha muy complicada contra el cáncer, apunto en la BB (que ha sustituido definitivamente a mi característica libretita) la frase que cierra el reportaje.  
Steve Jobs es un tipo peculiar lleno de anécdotas sobre su forma de trabajar.  El autor de la frase "La gente no sabe lo que quiere hasta que se lo muestras" es el culpable intelectual de mucha de la tecnología portátil que utilizamos a diario.  La noche anterior a la presentación del iPod, por ejemplo, hizo cambiar todas las clavijas de conexión por que no hacían el "click" adecuado al insertarlas en su invento.  
Al contrario que Bill Gates, deja el asunto de las contribuciones sociales a su mujer, por considerarlas poco productivas.  Es un tipo que siempre fue un adicto al trabajo y que, ahora, se ha visto obligado a dejar sus cargos en el curro y destinar su tiempo a lo que más quiere, su familia.  Nadie le ha preguntado cuantas horas de las que destinó a trabajar quisiera recuperar, ahora, para estar con los suyos.  La pregunta sería incómoda, al menos.

La frase anotada es: "La muerte es el mejor invento de la vida.  Desde los 17 años, cuando me miro al espejo, me pregunto si lo que voy a hacer hoy sería lo que haría si fuese el último día de mi vida".

Me recuerda, por enésima vez este año, la importancia de cada día que tenemos de regalo.  
Pienso en el legado que le dejaría yo a la humanidad si muriese mañana y trato de hacer una lista.  Es fácil.  Con un folio en blanco, no hace falta bolígrafo.  
Me pregunto si es necesario que deje algún tipo de legado, a la humanidad.  Esta pregunta es interesante pues si la respuesta fuese "no", haría bien en tirarme mañana mismo de un puente. Quizá, lamentablemente para la especie, creo que si puedo dejar un poquito de huella.

Empezaré por terminar la sesión de música New Wave de los 80 que inicié hace un par de meses y que estoy colgando el el blog de las sesiones Pretendo que sea una colección de canciones que marcaron una época.  De la música y de la vida de mucha gente.  Nada más, que no es poco.  Ya existen algunas compilaciones en cd, pero nadie (aún) trató de hacer una sesión de 7 horas, toda de seguidito.  Ahora mismo ya llevo cinco grabadas y publicadas.  Cuando la acabe, habrá una segunda parte, aunque ésta esperará unos meses.  Otras compilaciones musicales están antes en la lista de tareas.

La novela pasa a ocupar un plano absolutamente preferente en mi tiempo.  No tiene, necesariamente, que formar parte de lo que deje hecho en esta vida.  Pero puede ser una palanca para hacer otras cosas.  Y no sabré si realmente es una mierda, o no, hasta que la termine, así que cuanto antes lo haga, antes lo sabremos.  Con el debido apresuro, pero sin imprimirle prisa innecesaria ninguna.

Son pequeñeces, para empezar.  Tengo alguna idea algo más interesante encima, pero no dejaré que me invadan los delirios de grandeza hasta que no me demuestre que puedo empezar (y terminar, ahí es donde fallo muchas veces) tareas más humildes.

sábado, 1 de octubre de 2011

Hit the road, Jack

En principio, no me interesa la música hecha antes de 1980.  En esa restricción hay una docena de excepciones de finales de los 70 y la esencial formación clásica que todo enfermo de la música debe tener.  En 1982, cuando empecé a comprar discos, lo que primaba era ser moderno.  Led Zeppelin, Supertramp, The Doors y muchas otras bandas, incluidos los Beatles y los Rolling Stones formaban parte del universo musical de los viejos.

Con el tiempo he seguido manteniendo esa restricción por una suma de ley de probabilidades más falta de tiempo.  Las odds de encontrar una canción buena de verdad sobre cada disco escuchado son mucho menores en los discos antiguos que en las publicaciones más actuales.

A raíz de la serie de artículos sobre canciones que cuentan historias poker, cartas y gamblers  que estoy publicando en Poker10, ha sido una necesaria documentación acerca de algunos autores (de otros he pasado olímpicamente.  Las odds de que me sorprendieran eran cero).  Cuando publiqué el post relativo a Losing Hand, de Ray Charles, escuché un par de discos de grandes éxitos suyos.  Hay que reconocer que poca gente en la historia de la música que conozco tiene un sentido del ritmo como ese tipo. Es marcheta en estado puro.

Una de las canciones que más me gustaron fué Hit the road, Jack, así que me puse a buscar versiones.  Ahí va una recopilación de lo mejor que he encontrado.

El vídeo original:



La versión original con mejor sonido:



Una versión de 1969 de Jerry Lee Lewis, otro tipo que ritmo tenía.



La visión de Buster Poindexter.  Mola el escote de la partenaire.  Ahí es imposible fallar con una bolita de papel...



Cuanto más se respeta el original, mejor suena el cover.  Ahora son las Weather Girls...



Algunas orchestas modernas la incorporan a su repertorio.  Menudo chou montan estos en el escenario....



Hasta Eric Clapton la ha soltado en algún directo...



The Residents es uno de los grupos fetiches de la New Wave.  También han hecho su particular versión:

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Si la noche empieza surrealista, acabará surrealista

En el post de ayer me quedé contando que tenía un señor mayor delante en la escalera que lleva a la salida del casino, ayudándose de la barandilla como yo.  Cuando llegué a su altura le dije:

* ¿que? ¿la espalda jodida, también?

Me miró, sonrió y respondió:

* Gue ba. Es gue be dobé udos mojjitos de másss...

En el siguiente escalón, le falló la coordinación psicomotriz y trastabilló.  Le sujeté por el brazo para evitar que cayera y le acompañé en los últimos tres escalones.  Pedí el casco y la chaqueta y cuando iba a salir, el señor se estaba peleando con la puerta.  Si hay dos hojas y sólo abre una en una dirección la acertó al sexto intento.  Y en uno de ellos se dió con la puerta en la cara o dió con la cara en la puerta, no sabría precisar con exactitud.

Deberían ser casi las cinco de la mañana y el señor era carne de cañón para cualquiera que quisiera robarle.  Le pregunté si vivía lejos y señaló que a trescientos metros, más o menos.  

* ¿Le impota que le acompañe?  Creo que un hombro donde apoyarse le vendrá bien.
* Bor subuesdo gue do.

Así que pasé su brazo por mi hombro y empezamos a cruzar los jardines de Mendez Núñez.  Le pregunté si le esperaba alguien en casa y dijo que su mujer.  Menos mal, así no habría que meterle en cama...

Cuando íbamos por delante del edificio de R, empezó a andar con pasitos cortos.  Cuando me di cuenta de que era por que se le habían caído los pantalones a los tobillos empecé a buscar la cámara oculta.  Menuda nochecita...
Así que ya me ves, subiéndole los pantalones y tratando de que se los apretara un poco con el cinturón, cosa que no conseguí.  La gente que pasaba ponía unas caras dignas de ser filmadas.  Debíamos parecer un chapero con su cliente borracho.  Menos mal que mi reputación me la trae al pairo...

Al doblar por la siguiente calle a la Real, metió la mano en el bolsillo y sacó fichas del casino.  Se quedó mirándolas y dijo:

* Gagüenlabuta... Ni sabía gue las denía...  Vabos al gasino a jugarlas...

Cinco minutos más fueron necesarios para convencerle que el Casino ya estaba cerrado y que era mejor que las guardara para el día siguiente. Casi 400 pavos llevaba...

Seguimos andando, mientras me contaba batalllitas de abuelo Cebolleta.  En un momento en el que aflojé la sujección sobre su hombro, para acomodar la espalda y el casco, que me estaba cargando el brazo izquierdo, volvió a trastabillar.  Esta vez no fuí suficientemente rápido y se esparramó en el suelo.

Levantarle, tal y como tengo la espalda y con lo poco que colaboró, aún no sé cómo lo conseguí.  Cuando llegamos a su portal, vi que había un tramo de ocho o nueve escaleras hasta el ascensor que, con toda certeza, no iba a poder subir.  Le pedí las llaves y cuando dejé el casco en el suelo para abrir la puerta, se le volvieron a caer los pantalones.  Al intentar subírselos, volvió a terminar tendido en el suelo...

El pensamiento siguiente fué llamar a la Guardia Urbana, para que me echaran una mano.  Pero pensé en que la bronca que se llevaría por parte de su señora sería el doble si era la autoridad el que lo llevaba a casa, así que en un arrebato de solidaridad borrachil, decidí echar los restos, volver a subirle los pantalones, levantarle con las últimas fuerzas que me quedaban, subir las escaleras, meterlo en el ascensor y timbrar el piso que me dijo.  En ese momento sudaba a mares y me faltaba aire.  Al salir al rellano y doblar la esquina del mismo, se me volvió a escurrir y volvió a quedar tendido en el suelo, con los pantalones bajados de nuevo...

Llamé discretamente al timbre.  Vi que la mirilla se abría y se volvía a cerrar, pero no se abrió la puerta.  Volví a llamar e hice un ademán con el dedo señalando al suelo. Esta vez si se abrió la puerta y apareció una sorprendida señora cuya bata de andar por casa costaba, con toda seguridad, el doble que mi chaqueta de cordura con protecciones especiales.

Le expliqué que eso, que me lo encontré a la salida del casino y que no me pareció en condiciones de llegar solo a casa y que por eso decidí traerlo.  Creo que la señora entendió que yo era un empleado del casino, pero tampoco tenía ya ganas para demasiadas explicaciones adicionales.  Le conté a la señora mis problemas de espalda y que ya me era imposible levantarle.  Habló con él, tratando de que colaborara, pero fué inútil.

La solución que adoptamos fué arrastrarlo tirando cada uno de un brazo, hasta que estuvo tendido en el recibidor. Los tirones que le dimos le despejaron lo suficiente para que se dirigiera primero a su mujer y luego a mi en unos términos no demasiado amables

* Esdoy hasda los cojones de ti.  Y de di, dabbién...

Ji, ji, la gratitud humana, como te llena el espíritu.

Como el señor no hacía ademán de levantarse, le aconsejé a la señora que lo dejase ahi, con los pantalones bajados.  En algún momento, el frío o las ganas de mear le despertarían y verse de esa guisa ya le produciría suficientes remordimientos de conciencia.

Así que en ese punto me despedí, no sin recomendarle a la señora que cuando pusiera el pantalón de su marido a lavar no tirara esas fichitas de plástico que llevaba en el bolsillo, que en el Casino las cambiaban por dinero en efectivo.

Cuando llegué a Miño, metí la Daytona en el parking y me fuí a la Piscis a tomarme tres cervecitas casi consecutivas.  Cargar con borrachos da mucha sed...

martes, 27 de septiembre de 2011

Un torneo algo surrealista

El sábado fuí a jugar el día dos del mensual del Atlántico, en Coruña, que es un torneo con una estructura muy buena y un precio muy asequible.  Ideal para quitarte el mono de jugar en vivo si tu bank está en Full Tilt y sobrevives con el subsidio de desempleo o si has ganado un paquete de 500$ en el desafio live de Poker10, a base de steps, que es mi caso, así que ya tengo pagados los de octubre y noviembre.  Y si quieres pasar un ratito jugando al poker, con 110 € te dan 10.000 fichas y encuentras niveles de 40 minutos; lo dicho, una joyita de torneo, para los jugadores de segunda y tercera división.

A este día 2 había pasado con 51.000 fichas.  Conmigo, otros 18 jugadores, con la media en en 37.000.  No estaba mal, teniendo en cuenta que al terminar el nivel 2 del día uno tenía 3.300, después de haber intentado un par de sexymoves que no tuvieron el resultado apetecido.  La estructura del torneo y mi paciencia me permitieron remontar poquito a poco hasta ese stack más que aceptable.

Durante el día 1 se produjo un detalle curioso que influyó bastante en el devenir del día 2.  Un señor se enteró bien entrada la noche que el torneo era de dos días.  Como el sábado cogía un avión con destino a Argentina, le iba a ser bastante complicado acudir al casino.  Así que empezó a jugar todas las manos alegremente.  La varianza tiene un sentido del humor muy especial y el señor argentino se encontró al rato con un stack de 300.000 fichas, una burrada teniendo en cuenta que había un total de 740.000 en juego y que quedaban 40 jugadores.

Al final, no consiguió donar todas sus fichas y cuando se hizo el corte de 20 jugadores aún tenía 140.000, que seguían en su puesto al diá siguiente, pero sin nadie que las defendiera.

Cuando saltaron dos jugadores en nuestra mesa, bastaron unas miradas de complicidad y empezamos a jugar a toda velocidad, foldeando todas las manos excepto aquellas en las que le tocaba al ausente.  Pero con ciegas 400-800, 500-1000 y 800-1600, sólo habíamos conseguido limarle 35.000 fichas a la hora de la cena.

Durante la misma, los 11 jugadores que quedábamos acordamos pedir que se repartiera el stack del jugador entre todos los presentes, para evitar pasar otra hora y pico foldeando manos en ambas mesas hasta pulirle el stack.  Acordamos también que el ganador le daría 100 euros al 11º, para que así todos los presentes llevaran algo.  En la cena faltaba una señorita y me ofrecí para explicarle el pacto.  La señorita en cuestión, además de ser muy agradable, estaba de buen ver.  Después de hablar con ella, fui a la terraza, donde estaban la mayoria de jugadores y anuncié: "Doña peras perfectas está de acuerdo con el trato, así que adelante".  El comentario, hay que reconocerlo, es sexista y desafortunado. Pretendía una metonimia para resaltar lo bien puestas que la señorita tenía sus pectorales.  Y lo dice uno que ha vendido bragas y sujetadores y algo entiende.

¿Como puede pasar un comentario de desafortunado a muy desafortunado? Cuando, por ejemplo, en el grupo al que te diriges está... su marido, que es lo que pasó. 
Me fulminó con la mirada y se fué hacia dentro.  Con las caras de los otros jugadores no había que ser muy listo para saber que había metido la pata hasta el hombro.  Cuando me dijeron quien era, pues hala, a disculparse con el señor y, por supuesto, con la señorita.  El comentario le enfadó más a él que a ella...

Al reanudarse el torneo después de la pausa de la cena, la dirección no atendió a la petición de todos los jugadores y decidió que las fichas seguirían en el puesto, que hiciéramos lo que quisiésemos con las  manos.  Cuando en la otra mesa quedaron cinco jugadores y continuamos con la misma táctica de foldearlas todas menos las de la ciega grande del sitout, decidieron cambiar de mesa no al que le tocaba, si no al ausente, en una discutible decisión, con lo que en mi mesa decidimos ir a fumar en pleno a la terraza, a la espera de que le limpiaran el stack en la otra mesa.

Pero unos números rápidos nos hicieron desistir de la idea.  Iban a tardar, al menos, una hora en dejarle a cero.  Las ciegas estarían en 2000/4000 o 3000/6000 y ahi, un stack de 42.000 puntos, que era lo que yo tenía, no era nada.  Lo interesante de un torneo es estar en el top-3 para poder pactar y entrar con esas fichas en la mesa final eso era un milagro.  De perdidos al river, dicen...

Así que hubo un nuevo pacto, en el que el 2º le daría otros 100 euros al 12º y nos sentamos los seis a partirnos la cara por cuatro puestos en la final.  Miicho fué el primero en saltar por los aires y menda, después de perder dos flips y un AK vs AT, el bubble-man, con 100 pavetes para copas, eso si.

Una vez constituida la mesa final, los nueve jugadores continuaron con el robo organizado de las ciegas del ausente.  A las  de la madrugada quedaba 10º y ganaba 135 € que el Casino tendrá que mandarle a Argentina. 
En cinco horas, pues, apenas se jugó al poker durante la primera hora y la media hora en que entre seis nos jugamos las cuatro plazas para la mesa final.  Eso da unas ganas de volveeeeeer....

En el Casino había algunos ilustres peniqueños, así que estuve un buen rato de cháchara con ellos y con un marino noruego con el que nos reímos un rato en la mesa de poker caribeño.

Mientras, al heads-up del torneo habían llegado Inés y Alejandro.



Al final se impuso el segundo quien, si no recuerdo mal ya ganó la etapa del mes pasado.  En la foto, ambos sonrientes, supongo que tras un pacto que benefició a los dos.



A las sillas de los crupiers les han puesto unos cartelitos que recuerdan bastante a los autos de choque.  Propuse hacer unas carreras, como warm-up para el campeonato de F-1 que se organiza en bwin a través de poker10, pero a la gente del casino no le pareció buena idea.  Y eso que estábamos dispuestos a pagar el rake correspondiente...


Al dirigirme al guardarropía a por el casco y la chaqueta, los analgésicos ya empezaban a dejar de hacer efecto y bajé la escalera bien apoyado con la mano en la barandilla, despacito, escalón a escalon.  Delante mío, un señor mayor la bajaba de la misma guisa que yo.  
Pero bueno, esta anécdota ya la cuento mejor mañana....

lunes, 26 de septiembre de 2011

Cinco de cinco...


Suena el despertador a las 12. Tengo visita con la médica a las 12:36, para revisar los análisis mensuales que, por cierto, han dado unos resultados espectacularmente buenos.  
El primer intento de levantarme tiene como respuesta una negativa rotunda por parte de la parte baja de la espalda en forma de intensa y dolorosa punzada. Conozco esa reacción y opto por el plan B, que consiste en rodar hasta el borde de la cama, apoyar un brazo y bajar una rodilla primero y luego la otra, para luego incorporarme con ayuda de los brazos.  El bíceps izquierdo responde con peor carácter que la riñonada.  El jueves fuí a donar sangre y me perforaron la vena, con lo que tengo la parte interna del codo peor que muchos yonkis de heroína.  Y ninguna fuerza.  Ruedo hacia el otro lado de la cama, repito el proceso y consigo incorporarme.  Ponerme los pantalones es otro ejercicio de habilidad.  Bendigo no tener ningunos zapatos con cordones.  Ahora no podría ponérmelos.

Podría administrarme una dosis generosa de tramadol, pero es un medicamento que genera tolerancia y dependencia y llevo tres días tomándolo, así que hoy toca apretar los dientes y joderse.  Ayer, además, supere con creces la dosis diaria recomendada.  Jugábamos la final del play-off provincial de la liga de billar SAM y tenía que anestesiar el brazo izquierdo, que es el que utilizo para descargarle esfuerzo a la espalda y silenciar el dolor de ésta con la única solución posible; anestésicos a granel.  Así que me comí los tramadoles como si fueran lacasitos.

Estas posturas, sin ayuda química, son ciencia-ficción...



Cuando me tocó jugar, en 3er lugar, íbamos empatados a 5 puntos.  Conseguí un parcial de 4-1, con lo que Fran sólo tenía que hacer dos puntos más y el título era nuestro.  Necesitó sólo dos partidas para hacerlos, así que no hubo demasiada emoción, ni falta que hacía...

No es que sea un gran título, pero cuando juego a algo, aunque sea una pachanga entre amigos, me gusta ganar.  Esa frase de lo importante es participar es una mentira cochina que se les inculca a los niños que no tienen aptitudes en determinadas disciplinas, para consolarles y que no merme su autoestima.  Participar está bien, en algunos casos.  Pero lo que mola de verdad es ganar, que carallo.
El equipo al completo, con los números que jugaremos a la primitiva la semana que viene...


Es el quinto play-off que ganamos de forma consecutiva en cinco años.  Además, hemos ganado dos veces el Campeonato Gallego y fuimos subcampeones otras dos, en cuatro participaciones, lo que no está nada mal.  Tenemos, además, cuatro ligas de cinco.
Cuando en un equipo está gente que mete las bolas con una facilidad como Fran o como Vicen, a poco que hagamos los demás, es difícil perder.
Pero el secreto de que los otros tres consigamos resultados por encima de nuestro nivel no es otro que la camaradería y el buen rollo que hay entre todos.  Cada uno tiene su rol perfectamente asumido y nunca hay un reproche mal hecho ni una discusión.  Y cuando las cosas vienen torcidas para uno de nosotros, el resto está ahi animándole.
Y eso transmite mucha confianza y te motiva para sacar lo máximo que llevas dentro.

En cuanto nos dieron el sobre con la pasta del premio, empezamos la celebración...


Aunque parezca mentira, se hace ejercicio jugando a billar.  En una hora puedes andar un par de kilómetros, amén de las flexiones de espalda, así que nada mejor que una cenita conjunta para reponer fuerzas.
Nenos, es un placer enorme jugar con vosotros...  El año que viene vamos a por el sexto...
 
Estando cerca de La Silva, era pecado no pasar por el Non Sei, así que me acerqué a departir un ratito con Beni, con lo que terminé acostándome bien entrada la madrugada.  Eso y el tute que le dí a la espalda creo que justifica amanecer hoy a mediodía...

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Despacio, pero avanzando


Ayer entré en el folio 100 de la novela. 39.300 palabras escritas.  Debo andar sólo por la tercera parte del tronco de la misma, así que la idea de tenerla terminada en septiembre es una quimera.  Ponerse plazos tiene su lado positivo, pues te obliga a seguir una rutina, pero también impone una presión que puede repercutir en la calidad literaria.  Calidad literaria... menudo concepto osado... Vamos a tomárnoslo con la debida calma, que tampoco tenemos un editor llamando todos los días por teléfono.

Si consigo mantener el ritmo de cuatro o cinco folios diarios, estará terminada a finales de octubre.  Luego viene corregirla, adornarla y añadirle las historias paralelas, enviarla a los voluntarios que se han ofrecido a revisarla y emitir una opinión sincera sobre las posibilidades que tendrá en el mercado.  Total, Navidad...

Bueno, si no sale bien, aún me quedarán ocho meses para pensar otra cosa antes de tener que ponerme a trabajar como asalariado otra vez.  Igual para entonces Atila ya ha dejado de patear los brotes verdes...

martes, 20 de septiembre de 2011

Tercera parte lista


Colgué en el blog de las sesiones, la tercera parte de la super-sesión homenaje a La Cage de Medrano (new Wave 80's).  Ahora mismo, con la mitad del trabajo hecho, la quimera de montar una sesión de siete horas está más cerca de ver la luz.

Lo más duro está siendo dejar fuera canciones que son tan representativas como las que si han entrado.  The Cure ha conseguido su huequecito, por fin, aunque hay grupos que tienen que aparecer, como The Sisters of Mercy o U2 y aún no lo han hecho.  Quedan tres discos para enmendar esta situación.

Aunque, vistos los descartes, probablemente habrá una segunda parte de esta idea.  Pero bueno, vayamos por partes y acabemos primero esta...