miércoles, 8 de diciembre de 2010

El Camino de Santiago. Dia 10. Santiago

Como ya conté en el post anterior, el viernes amanecí crucificado..  Por las agujetas y por la postura; los brazos en cruz, en medio de la cama.  Estuve varios días que no podría dormir de otra forma. Tenía los hombros tan cargados que si me colocaba en otra posición, se me dormian los brazos.  Me estuvo bien, por animal.  Las cosas tienen un ritmo y hay que saber leerlo.  Tratar de ir por encima de él, sólo sirve para que termines jodido de alguna manera.  Eso, si no te rompes.  Romperme, no me rompí, pero fué de milagro.
Así que después de una ducha caliente, repasando con el intenso chorro de agua caliente toda la musculatura posible, me unté bien untadito de Radio-salil, acabando el tercer (¿o cuarto?) tubo del Camino.
Desayuné como un marqués.  Despacio, saboreando.  Leí dos periódicos, para  saber como estaba el mundo.  No muy bien, como siempre.  Me tomé dos pastillas de voltaren y dos sobres de Espidifen.  El Espidifen no es útil solamente para las resacas.  También sirve para los dolores musculares.
Tenía la Catedral a cinco minutos, así que tardé poco en llegar.

La verdad es que no sentí ninguna emoción especial, al contrario que la noche anterior.  Ya he estado muchas veces frente a La Catedral (y dentro, detrás, debajo y encima), con lo que no era una estampa novedosa.  Y ese día sabía que iba a llegar (vamos, 500 mts...), al contrario que el anterior.
Técnicamente, ese es el final del Camino.  En la práctica, debería ser el principio.  El verdadero Camino empieza cuando lo terminas.  Creo que es imposible pasar una semana, o más, andando y que no te sirva para nada.  Si no eres perfecto,  y no conozco a nadie que lo sea, te habrás dado cuenta que hay algunos comportamientos y actitudes tuyas que no son todo lo correctos que deberían ser.  Pero bueno, una cosa es que te des cuenta y otra, muy diferente, es que hagas algo para modificar esas conductas.  Siembra un pensamiento y recogerás una acción.  Siembra una acción y recogerás un hábito.  Dicen que las personas no cambian.  No cambian, si no quieren.  Si quieren, si pueden hacerlo.
Esta es una de mis fotos favoritas del Camino.  Por que es una metáfora visual muy buena.


Y bueno, ese era yo...  Lo malo de pedir que te hagan fotos es que no las toman en la perspectiva que tu quisieras.  Anotado para otra vez:  llevar un trípode, aunque sea pequeño.

Entré en la Catedral por que le había prometido al paisano del cuarto o quinto día una plegaria al Apóstol por él y por su señora.  No creo que gane un premio de plegarias, la verdad, pero la hice de corazón.  Se lo prometí y así cumplí.  La palabra dada es sagrada.  
Al salir intenté volver a tomar la fotografía, pero ni la luz, ni el edificio anexo, en obras, me dejaron.  Ya caerá otro día...
Dejé mi mochila en la consigna (2€) y fui a recoger mi Compostelana.  Me acordé de poner "Motivos religiosos y otros" en el impreso.  Si no, no te la dan.  Esta era la primera vez y ésta la guardaré.  Para futuras ocasiones, me vale con conservar la credencial de peregrino con sus sellos.


Tenía una horita larga hasta que me vinieran a recoger (nunca mejor dicho) e intenté pasear algo por el casco antiguo, pero nada de nada, el cuerpo ya no me daba para más, así que me aposenté en la Casa das Crechas, uno de mis loccales favoritos de Santiago y me dispuse a esperar, entre té y té.
Una vez llegó el coche-escoba (debería ser, mejor, el coche-aspiradora), aproveché para tomar un par de fotos más, con el fin de inmortalizar el momento.


Esta toma es mejor que la anterior...


Y por supuesto, ésta foto no podía faltar.  Sin dolor no hay gloria.  Me acordé de Fran y de Josué, antiguos compañeros de trabajo.  Esa camiseta nos la compramos después de sufrir como perras para conseguir un contrato de más de 100 millones de pesetas (630.000 euros) para una banda de desagradecidos.  Ninguno de los tres estamos ya allí, con todo lo que dimos... Bueno, Fran sigue ahí, pero no creo que por mucho tiempo. En fin.  El tiempo pondrá a todo el mundo en su sitio, supongo.

Sigo pensando que es un error llegar a Santiago por la mañana. Es mejor al atardecer.  El sol le da a la fachada de la Catedral de llenoy las fotos de la misma ganan en impacto visual.  Estas dos estan sacadas de  mi archivo personal.  Ya me diréis si no hay diferencia.
Si quieres ir a la misa del peregrino, vas al día siguiente y listos....



Después, nos encaminamos hacia casa, en Miño.  Creo que paramos a comer, pero no me acuerdo demasiado bien.
Hablé con un par de colegas del poker, a ver si alguno iba hacia La Toja en coche, pero no hubo suerte.  Había una super-alerta por temporal y no me apetecía demasiado bajar en moto hasta O Grove.
Bueno, que remedio.  Preparé la bolsa de viaje de la moto y me acosté para una siestecita reparadora de un par de horas.
Al despertar, sobre las siete de la tarde, el cuerpo me temblaba todo.  Tenía menos fuerza que un dibujo animado.  Encima, al abrir la ventana de la cocina, me golpeó la cara el intenso viento y la lluvia que caían.  Joer, una cosa es que te pille la lluvia durante el trayecto y otra, muy diferente, salir con ese temporal, con 180 kiómetros por delante.  Tengo un equipo bueno para ir en moto a pesar de las inclemencias del tiempo, pero ni mi cuerpo ni mi cabeza estaban en las mejores condiciones, así que era una locura salir.  Y esta vez si supe leer la señal y me quedé en casa, renunciando a la entrada del torneo y sonriendo por la lección que me daba la vida.; Mira que te avisé de todas las formas posibles.  Oíste, pero no quisiste escuchar.  Pues hala, a joderse...
Total, que hice un sobreesfuerzo estúpido para nada.  Y para perderme un día y medio o más con toda la gente estupenda con la que habíamos hecho grupo, casi familia.  Bueno, una para ver y aprender, dicen...

Total gasto del día: 26 €, acumulado: 452 €.  Eso da una media de 45 € por día., 47 si incluyo el billete de autobús de ida.  No me negaréis que es barato.  Y se puede hacer por mucho menos.  Creo que, si te lo propones, podrías pasar con 35 € diarios sin pasar penurias ni tener que hacerte la comida.  Se puede hacer con menos, pero ahí ya tiene que entrar la vena rata.

Hay pocas fotos de este día, pero si alguien quiere descargarlas, sólo tiene que usar el siguiente enlace.

martes, 7 de diciembre de 2010

A La Toja iremos

Si no se acaba el mundo o algo parecido, claro.
Ayer se disputó el primer satélite para el Main Event de Diciembre en La Toja, con dos entradas en juego.  Como había premio para dos, gané el HU, no como el mes pasado, donde las cartas se portaron muy miserablemente por tres veces y me quitaron de las manos, por tres veces, un paquete que ya tenía medio metido en el bolsillo.
La verdad es que el torneo fué sobre ruedas.  En la primera hora me dieron dos AA que me sirvieron para quitarles todas las fichas a dos jugadores.  Un AK con board 2KKK3 y full de Golfinho y algunas manos mas para poder terminar cuadruplicado.  En la segunda hora, dos truchas, una de cuatros y otra de dieces, para ponerme chiplider, condición que ya no dejé hasta que quedábamos cinco, aunque por momentos.  En el HU levanté un 1 a 3 en fichas (con un riverazo de 6 outs incluido). Por fin un torneo de cara.  Lástima que Periquillo no me pudiera acompañar y tuviera el dudoso honor de ser el burbuja-man.

Ahora faltaaprovechar esa entrada.  No he hecho buenos torneos, este año, en La Toja.  Queda una oportunidad de enmendar la temporada.
Me gusta la foto que publican en Poker10, donde se hacen eco de la noticia.  No la tenía, así que me tomo la licencia de tomarla prestada.  Me gusta la expresión que tengo.  Probablemente no habían repartido demasiadas manos, aún, en ese torneo... :)



Dejo algunos boards del satélite....



Y el hit en el flop final...

El camino de Santiago. Dia 9. Arzúa - Santiago

El jueves amaneció espeso.  Tanto el cielo como mi cabeza.  Las raciones de octochupis, supongo...  Me unté las piernas de Radio-salil, como cada mañanita, casi terminando el tercer tubo, en una accion medio terapéutica, medio preventiva.
Al salir a la calle, me acordé de la  peculiar Festa dos botes, que hacen allí en verano.  Aparte de traer buenos grupos, proponen el Juego de la Moca, donde el tablero es el pueblo y las diferentes casillas son los bares del mismo. Moca, en Galicia es "ligera intoxicación etílica, tirando a intensa".  Subvencionado por el Concello. La Galicia interior... No es difícil imaginar lo de de moca a moca y bebo por mi moca...  Yo voy a ese evento por los conciertos, que luego tengo 40 kms. de curvas hasta casa, que conste.  Que la edad de hacer el burro no la pierdo, pero la de jugarme la vida por nada ya se me pasó.
Resulta que se me había metido en la cabeza ir a jugar el torneo de La Toja,  para el que tenía la entrada pagada a través de un satlélite, contraviniendo el espíritu con que me tomé el Camino; ir al ritmo que éste impusiera.  Para ello tenía que llegar lo más cerca posible de Santiago ese día, para poder estar en la Catedral el viernes por la mañana y que me diera tiempo de pasar por casa, coger ropita para el finde y llegar a La Toja.  Zumbando, vamos....
Había una voz por dentro que me decía que eso era una locura. La oí, pero no la escuché.  Esa fué LA cagada del Camino.  Pero bueno, los errores no son malos en si, siempre y cuando aprendas de ellos.  Y de éste, aprendí...  Tratar de meterle treinta y pico kms. a las piernas, después de ocho días andando, es de atletas o de gilipollas.  Y yo no soy un atleta.
No encontré el camino enseguida (si, ya, "comprar una buena guía"), pero bueno, si esa era la Carretera de Santiago, mal no iba. 


Paré a desayunar y (si, no me da vergüenza decirlo) preguntar.  No iba mal.  A medio kilómetro tenía un enlace.
Marruecos y Haití en el periódico.  Eso si es sufrimiento de verdad y no la mariconada que llevaba en las piernas, ni la que me esperaba. La mayoría de veces nos quejamos de vicio o de ignorancia.


En el desayuno, no se por qué, anoté: Leer La prisionera, de Malima Oufkir. Habrá que comprarlo, no sea que me pierda algo que vale la pena.  Será por lo que vale un libro.  O por el tiempo para leerlo.  Creo que tengo suficiente de ambos, ahora. A ver lo que me duran...


El primer mojón que veo, al cabo de un rato de andar, indica 36 kms. para Santiago.  Negocio con mi tren inferior: Ya os podéis quejar lo que queráis, que hay que llegar al Monte do Gozo, si o si... No quise escuchar la respuesta...


Dejar objetos en puntos determinados del Camino es una forma metafórica de deshacerse de algún tipo de peso emocional.  El lastre que yo llevaba al Camino no supe como simbolizarlo en ningún chisme de los que carretaba, la verdad.  Si tuviera que valorar el peso de lo que se me quedó en el Camino, hubiera podido hundir en el fango veinte chirimbolos de esos...


Igual había charcos, seguro que si. Pero juro que no esquivé ni uno.  Pim, pam, pim, pam.  Paso firme, que hay que ir a La Toja... Y... ¡que coño! No me gasté una pasta en las botas para andar de tiquismiquis.  ¿No tenías gore nosequé, teflon, membrana, kevlar y fenilhidrato de orujina? (igual me excedí...).  Pues a ponerse a prueba...  
Meterse en todos los charcos del camino... Bonita metáfora sobre mi vida...

Ahí hay un bicho que también tenía la entrada pagada al torneo de La Toja y que estaba tan estresado como yo... Y que anda por la vida sin botas de kevlar o lo que sea, sin ningún tipo de problema. 


Apretar el ritmo cuando estás bajo de gasolina, no es una buena idea (tampoco).  A la hora de caminar estaba vomitando el desayuno.  Perfecto.  60 minutos y estamos pá tirar.  Pues quedaban 7 horas adiante...
Por cierto...le pido perdón al señor pino al que le eché las papas así, de sopetón.  Y él que pensaba que iba a echarle una foto...
Con la boca sabiendo a bilis, beso y ando fatal, así que tenía que pararme a lavarme los dientes. Oh! un chamizo abierto... ¡Call!


Una vez apuradas las baterías del cepillo eléctrico (efectivamente, da para más de 25 usos, la carga completa, enhorabuena, señor OralB), proseguí a ritmo de sinsentido.  Por que soy así...
Suerte que el Camino dispone momentos para que reflexiones, si sabes verlos. Supe pararme ocho o diez minutos para escuchar al agua cantarina de ese canalillo, pero en cuanto se me pasó la enajenación transitoria, volví a arrearle a las piernas... Y es que a veces somo taaaaaaan incapaces de entender las señales que el Universo nos prepara con tanto cariño...


No soy una vaca, no soy una vaca, soy un avestruuuuuuuz.... :) Dejé para otro peregrino el contarle al bicho que no es un avestruz.  Es una vaca.  Si no me equivoco... Igual si es un avestruz...
¿a quien le importa?

Mas señales para bajar marcha que no entendí.  Habíamos hablado de las cosas pequeñas...


Aún no llevaba un tercio de trayecto y ya quería perderme.  Cualquier excusa era buena para rendirme.  Pero esa es la etapa en la que menos guías necesitas...


Si quieres perderte, tienes que sacarte los ojos, o meterlos en un charco de barro.  Estaba agobiado por tanta facilidad.  Probablemente, otra señal que no entendí...


Cuando ya me dolía, más de lo aceptable, cualquier cosa de las rodillas para abajo, incluídas las botas (si, llegas a sentir dolor hasta en los cordones de las putas botas de kevlar o lo que sea de que están hechas, aunque parezca imposible), encontré una amigable puerta abierta.  Probablemente, la mejor que pueda haber en todo el Camino.  El que yo conozco, claro...
A Casa Verde 
Seguro que sólo comen verduras, tarados, pensé, imagina lo chinado que ya iba.  Me meto y le pido un chuletón de ternera lechal, para joder. Ya ves la culpa que puede tener la gente de tus desvaríos...
Pero cuando traspasas el umbral de la puerta, allí, por muy enajenado que estés, te das cuenta que estás entrando en un sitio especial.
A causa de mi educación en un centro conservador (y no fuí un pureta modelo, más bien al contrario) siempre pensé que pintarrajear superficies era una cosa de brutos (por ser cauto con los calificativos).  Ya fuera para poner "Loli te amo", como para escribir "Aqui estuvo Andrés, el que se las folla de tres en tres", como para poner a parir, anónimamente a quien fuera u otras sandeces parecidas.  Coño.... ¡Cómprate una libreta, como hacemos todos, hombre!.  O abre un blog, que es facilito...
Por eso, cuando ves estas paredes....


... te invade la vergüenza de un silencio obligado. Y cuando ves a la lugareña al mando, de esta guisa, más...


No tiene sello.  Si quieres que te tampone la credencial de peregrino, te lo hace a mano..
¿Que? 
Teniendo tiempo, ¿para que mierda quieres un tampón, aunque cueste tres chavos...?
En ese momento cogí a mi voz interior, maloliente y cansina  y la mandé sentar y callarse.  Y me puse a disfrutar de las paredes del... ¿sitio? (no tengo palabra mejor, lo siento).  De las paredes y de todo lo contenían...




Boh! Ahi... HAY que parar...  Pedí algo de comer, tortilla y empanada y me dispuse a proseguir, pero, cuando estaba recogiendo el equipo, llegaron los titos y los isleños.  Le pregunté a Rosa si tenía una guitarra.  Espero que se llame Rosa y no Pilar o Carmen, las otras dos opciones que me bailan en la memoria, no apunté su nombre... 
Juanan, a capella, es bueno.  Pero si le das una gutirarra, la cagaste.  Y la cagamos... Ésta (la guitarra) es la mejor.  Es la única que cuando la toco, nunca me dice que no... Que grande eres, amigo...


Si, encima, tienes unos bongos para que alguien con algo de ritmo los apalee, la cagada es mayúscula.  Digo cagada en el buen sentido de la palabra, por que ya la tienes liada, quieras o no...


El chou era tan bueno que el tito Avi decidió pasar el sombrero.  Con lo recaudado se pagó el convite de todos los que estábamos. Estos muchachos, con un buen mánager, llegarían lejos...


Grabé dos vídeos.  Ya he aprendido a colocar la pestañita de "en vertical", en la cámara.  Pero no se, aún, darle la vuelta en el editor de vídeo, así que están de lado.  Ahora mismo os cuesta menos a vosotros girar la cabeza, o el monitor, que a mi buscar como hacerlo, editarlos y volverlos a subir.  Para los próximos prometo colocarlos en su posición lógica...

Cuando pienso en El Camino, el primer momento que me viene a la cabeza, es éste.  Recuerdo que consiguió llenarme los ojos de lágrimas.  Es una pena que no grabara más intervenciones suyas, que fueron megníficas.  Pero estaba más concentrado disfrutando del momento que pendiente de inmortalizarlo.  Tomo nota para futuras ocasiones.





Con la llegada de Michael y Jesús, ya estábamos casi todos, excepto los de la ruta del vino.  La que os perdisteis, nenos...


Me dejé llevar por la imaginación al volver a submergirme en las sensaciones que transmiten los escritos de las paredes....  Éste, particularmente, lo suscribo completamente...


Pedí que me estamparan la credencial.  Sin duda es el sello más bonito de todos los que tengo...


Si me hubiera fijado bien, hubiera visto km. 25.  Eran demasiados para como tenía las piernas.  Pero no lo vi.  Seguía obcecado en llegar al Monte do Gozo.  Así que pasé el momento más duro del Camino, despedirme de todos.  Fué un hasta ahora, por que nos volveremos a ver, pero lo pasé fatal.  Los momentos que viví con esa gente son tan sencillos y tan enormes a la vez... 
Próxima cita: Carnaval en Isla Cristina, señores.  Ahí me van a tener, si no se acaba el mundo antes.

Así que, con un nudo en la garganta y con otro en el estómago, retomé el camino, tratando de imprimir buen ritmo, pero sin perderme los detalles.  Es contradictorio, lo sé...


Encima no tuve suerte con la música.  Me comí cuatro truños espectaculares (anotado: buscar al crítico/s y ponerle una cruz negra como el sobaco de un grillo).  Empezó a llover y me concentré en las gotas de agua golpeando contra mi sombrero y en el sonido de mis pasos sobre el camino...


Después de andar dos horas más, me paré para cambiarme los calcetines, echarme Eudermin en los pies, comer un pedazo de tortilla espectacularmente en su punto (no anoté el nombre del sitio, pero era cerca de O Pino), dos antiinflamatorios y dos Espidifen, descansar veinte minutos y volver a darle a las piernas.


Al pasar por O Pino, si mi amigo Iván hubiese tenido abierta la cervecería, probablemente hubiese terminado cenando y durmieno allí.  Tenía la rodilla izquierda que apenas podía doblar sin ver lucecitas de colores y la planta de los pies ardiendo.
Pero coincidió con los ocho días de vacaciones que hace todos los años... Así que reposté en la competencia y volví a meterle tralla.


La subida a Lavacolla fué un suplicio.  Traté de pensar en la etapa de O Cebreiro, donde lo pasara fatal y llegué, pero creo que lo estaba pasando peor en ésta.  En la bajada, ya de noche, aprecieron los famosos albergues de neón de San Marcos.  No es que las fotos estén borrosas.  Ya veía así.  Al dolor en los tobillos, la rodilla y en la cabeza se sumó el de los hombros.


Hacer una paradita técnica, para un cambio de aceite, era una tentación apetitosa.  Pero sabía que, en cuanto me pusiera en posición horizontal, ya no iba a poder levantarme.  Así que lo dejé para otro día y continué carretera abajo...


Iba tan concentrado mirándome los pies y tarareando el Disintegration, como método para ignorar el dolor, que cuando levanté la cabeza, estaba en el puente de la autopista.  Me había pasado el desvío al albergue...
No debo ir contra natura.  Siempre lo termino pagando.  Me senté en una piedra y me puse a llorar. Dos minutos.  Como dice el famoso refrán de Arizona, From losts to the river.  Me puse en pie y tomé la (¿?) decisión de seguir hasta la Catedral, que coño.  Estaba ahí mismo y era bajada.  Volver a las espaldas era en subida.  Y no se debe volver atrás en la vida.  Si das un paso atrás tiene que ser para coger impulso.
Santiago, de noche, es una ciudad que me tiene robado el corazón.  Y cuando llueve,  más aún.  El olor de las piedras antiguas mojadas, mezclado con el de la comida de los restaurantes es uno de mis favoritos.  Si tuviera mar, viviría allí, seguro.  Pero Santiago está lonxe do mar, por desgracia.
Caminaba cabizbajo por las calles del casco antiguo, para que nadie pudiera ver cómo las incontenibles lágrimas de felicidad me caían mejillas abajo.
Había cargado en el ZEN está canción para ese momento.  Es una de las más bonitas que he escuchado nunca.  La puse una y otra vez, una y otra vez.  Nunca me canso de escucharla.


Luar na Lubre musica un bello poema de Federico García Lorca.  Rosa Cedrón la canta como los ángeles.  Los ángeles existen.
Nota: El vídeo, curiosamente, está grabado a la orilla del mar...

Me paré en el Orellas, no sé por que.  Me apetecía una buena ración de colesterol.  Al ver estas botellitas, me acordé de alguien, ya sin rencor.  Hay que saber perder, en la vida.  Así disfrutas más de las victorias.  El rencor es un sentimiento negativo que no te deja crecer como persona.


Cuando ya has llegado, el dolor desaparece por arte de magia.  La Magia también existe.  
Los últimos metros los hice deliberadamente despacio, disfrutando del momento y grabándolo cuidadosamente en la memoria...


Por fin... La Catedral...

Intenté tomar esta foto, pero no fuí capaz, así que me permito la licencia de sacarla de mi archivo personal.  Es una de mis favoritas de Santiago.


Para pasar esa noche escogí un hotel como Dios manda.  60 pavos, ok, pero pude dormir como un Cristo, en una cama de tamaño razonable.  En la misma postura en la que me quedé dormido, me desperté al día siguiente.  Crucificado por las agujetas.
Antes de acostarme, pero, fuí a tomar la última del Camino.  Para celebrar la hazaña.  Para grabar en la memoria la subnormalidad que había hecho ese día.  Para recordar, por siempre, que cuando no puedes más, es tu imaginación.  Aún puedes más.  Para pensar en la cuadrilla y en el día y medio que me había perdido de estar con ellos.  En fin... Para felicitarme por lo bueno y para aprender de lo malo de estos días increíbles.
En la pared, la proclama me puso una sonrisa en los labios.  La penúltima del día.  La última fué con la que me dormí...


Total gasto del día: 87 €.  Acumulado: 426 €.

Para descargar todas las fotos del día (104, 629 MB), sólo hay que pinchar en el siguiente enlace.

lunes, 6 de diciembre de 2010

El Camino de Santiago. Dia 8. Palas de Rei - Arzúa

La intención del miércoles era hacer dos etapas en una.  Son cortitas y entre las dos sumaban 27 kms. Palas - Melide y Melide - Arzúá.
Si hay que ir, se va.  Pero ir pa ná, es tontería... Ok, pues vamos allá.  

 
En el desayuno de rigor me dí cuenta que el que había perdido algo ese día, era yo.  No tenía la libretita pequeña en el bolsillo lateral del pantalón... Allí tenía anotadas las canciones seleccionadas de la cuarentena de discos que llevaba escuchados y todos los mails de la gente que me fuí encontrando.  Bueno, la mayoría de mails los recuperé y al menos anoté en la otra libreta los discos descartados.  Volver a escuchar veinte o veinticinco discos que algo bueno tienen dentro, tampoco era un drama.  Y conociéndome, lo raro es que no hubiese perdido antes algo más valioso  (toqué madera, tranquis...)
Hacía un día estupendo y pronto me quedo el último...


Las cosas pequeñas...


Dicen que un cuervo a tu izquierda es señal de buen augurio.  A mi son bichos que me molan.  Si no fuera por los gatos, tendría uno en casa...


Pronto me adelantaron hasta las coreanas...


Bueno, hay días en que a uno le apetece tomárselos despacio y eso hice...



Salvé dos canciones del Fuerza bien de Me and the bees.  El título es... ¿pa cagarse?. Pffff....


Aqui, probablemente era la hora del aperitivo...


Hasta encontré una iglesia abierta y me metí. Para ver como son...


Bueno, más o menos como recordaba que eran...


El disco de Gustavo Cerati apenas me duró un cuarto de hora....


Hay dos posibles reportajes para hacer en un próximo Camino.  Cierres de leiras (que daría para mucho) y hórreos...


Cuando me empezaron a protestar las piernas, enchufé el Further de los Chemical Brothers. Imposible no mantener un buen ritmo...


Como era de esperar, los encontré en el primer bar abierto.  Era el último día de la temporada y cuando llegué ya habían acabado con la última botella de Anís del mono, con el orujo de hierbas y estaban puliéndose la de ponche.  Al menos respetaron el bitter Kas para que me pudiera refrescar con algo...


Si esto no es glamour, que me digan lo que es.  La cámara de fotos a juego con el impermeable y el gorro...


Proseguimos el camino hacia Melide.  El destino era la pulpeira Ezequiel.


Volvíi a quedarme último.  Eso de los detalles del Camino...


Los paisajes, si se rellenan con personas, quedan como más vivos, creo...


Cuando empezaba a sufrir más de la cuenta, apareció Melide tras un bucólico puentecito sobre el río... bueno, sobre un río...


En la pulpeira, me encontré con viejos conocidos... Jean, el francés con el que cené la primera noche y con el que compartimos litera en Portomarín.  Por cierto, señor, tengo unos guantes suyos, que se dejó olvidados...


El grupo, preparado para la comida... La discusión trascendental en la que nos enfrascamos fué si las tazas típicas para servir ribeiro tienen que ser blancas o marrones.  Marrones, ¿no?.
Sirviendo el vino rompí una copa.  Si no la lías, no eres Albert, dijo uno.  Y eso que sólo era la segunda que me cargaba en todo el Camino.  Que poco me conocen...


Obviamente, media docenita de raciones de pulpo eran imprescindibles...



Y con los coreanos había que hacer patria...  Les hice probar la orella, también...


Dos amigos más, que se unieron al grupo, compartiendo mesa con el prota de ¿Donde está Wally?


Después de comer, enfilamos hacia Arzúa.  Yo creo que es un error, eso.  Esta etapa debería ser para desayunar tarde, llegar a Melide, ponerse hasta las cejas de pulpo y dedicar la tarde a hacer la digestión.  En la próxima ocasión tengo que encontrar un primo que no se crea que soy capaz de ventilarme diez raciones de octopussy y que me pague la comida.
Esta foto llevábamos días queriéndola hacer...


A la salida de Melide, otra iglesia abierta.  Eso no es común y hay que pararse a verlas bien...


Ahi ya me había vuelto a perder, cámara en mano.


Wild Nothing fué otra grata sorpresa.  Oooootro disco a la lista de la compra....



Al hacer esta foto me di cuenta que no llevaba el bastón de caminar.  Como no era capaz de recordar exactamente en que foto lo había olvidado, decidí seguir sin él...  Acostumbrado a su compañía, me sentí como cojo.


¡Que gracioso!.  Mientras estoy redactando estas líneas se ha ido la luz.  El foquito de minero va de fruta madre para estas ocasiones.  Puedo seguir escribiendo sin problemas.  Espero que vuelva la corriente antes de que se acabe la batería del portátil... Y para una vez que iba bien de fichas en un torneo, toma bad beat eléctrico, hay que joderse...


Este puestito me pareció un sitio excelente para merendar.  Auto-servicio total...


El sabor de ambas, combinado, es un buen invento para el paladar.


Volví a encontrar una capilla abierta...  Pero no, tampoco me dieron ganas de revocar mi condición de apóstata, que va...


El día iba concluyendo y mis piernas pedían a gritos un reposo.  Traté de no escucharlas, pero cada hectómetro que pasaba era más complicado...  Escogí el disco de Murder by Death, por lo apropiado que me pareció el nombre de la banda para ese momento.  A Nick Cave seguro que le gustan....


Llegó un momento en el que decidí que, en el siguiente avituallamiento, si quedaban más de cuatro kilómetros, me pillaba un taxi...


En esa parada, me encontré a Jesús, a Michael y a las coreanas, los primeros repostando y las segundas resguardándose de la intensa lluvia que caía.  La pregunta terrorífica tuvo una peor respuesta.  Aún quedaban 6 kms...  Jordi y Michael me empujaron a seguir y las coreanas se pusieron en marcha.  Caray, no me podía rajar...
Retomamos el trayecto con las últimas luces del día...


En nada tuvimos que conectar los foquitos de minero, como el que llevo ahora.  En esta foto con flash no se aprecia bien lo que alumbran...


En esta siguiente, si.  


Nos cambiamos los reproductores musicales con Michael, que se reía al verme bailar bajo la helada lluvia de noviembre.  No tiene mal gusto.  Escogí para empezar el  Isn´t midnight, de Fleetwood Mac.  Yo le preparé el Wonderful life de The Hurts.  Es un disco que huele a lista de radiofórmula comercial, pero aún así es bueno. 
Todo esfuerzo tiene premio.  Al entrar en Arzúa nos sorprende una degustación de vinos de la tierra a un precio excelente.  Michael que es de la Baja Sajonia libre, está encantado con la experiencia...


Para los últimos metros antes de llegar a la Vía Láctea, el albergue que escogimos para dormir, vuolví a ponerme, por enésima vez, el Disintegration de The Cure... Now that i know that i´m breaking into pieces...
Nos acomodamos los tres en una habitación para 12.  El albergue está espectacular.  Creo que es una opción a tener en cuenta, lo de los albergues privados.  Por una pequeña diferencia de precio estás algo más cómodo que en los municipales.
Jordi me mostró su vendaje para el pie.  ¡que profesional!


Nos metimos a cenar (de miedo) en Casa Chelo.


La cena calmó mi agitado estómago a causa del exceso de pulpo y de octochupis.... Tanto el potaje como el caldo estaban para repetir, cosa que hicimos los tres...


Luego nos fuimos hasta La Huella, donde había cenado el resto de la banda.  Allí, Michael pudo ver hecho realidad otro de sus deseos, asistir a una queimada...



Luego, después de unas ronditas de juanantonics, pasamos a los cantos regionales y a la exhaltación de la amistad...




El garito se llama Huellas por que es tradición dejar tu impronta palmar en las paredes o el techo, previo pringártelas de pintura...  No sé por que me acordé de Leo Bassi, que tuvo una época que firmaba autógrafos impregnándose el prepucio en un tampón de tinta.  Me abstuve, tranquis...





Por cierto, el local se traspasa por que no pueden atenderlo por motivos familiares.  Me parece una buena oportunidad de negocio. 
A una hora respetable (creo) nos fuimos a dormir.  En la calle dicen que hacía frío.  
Por cierto, este mural haría las delicias en alguna pared de mi casa.  Y en la de muchos pokeros, supongo... Y mira por donde, acaba de volver la luz.  Tenía 54k fichas en el torneo y me quedan aún 18k.  Igual lo arreglamos...
(Antes hablo, antes sube el pan.  Me manda all in el button y le pago con AK.  Enseña K5. 5 en el turn.  No es mi año online, sin duda...)

 

Total gasto del día: 42 € mas una cantidad indefinida (¿20? en el Huellas).  Acumulado : 339 € msomeno....

Para descargar todas las fotos del día (161, 734 MB), pinchar en el siguiente enlace.