domingo, 30 de mayo de 2010

Microrrelatos (1.4)



Sukovsky suena a apellido judío y los judíos no van al espacio. Así que me lo cambié por el de Baumann antes de entrar a trabajar en la DLR, el Centro Aeroespacial de Alemania. Volar muy lejos de la tierra siempre me atrajo. Las verdaderas experiencias emocionantes, las que valen la pena de verdad, son las que pueden terminar muy mal.

Nunca fui un trepa de carrera, así que progresé muy lentamente en el escalafón. A diez años de jubilarme sólo comando patrulleros o naves científicas. Tampoco pretendí llegar más lejos. Es un trabajo cómodo y bien pagado que permite que mi familia viva bien. Y cada vez que aterrizo de nuevo en casa, es como volver a empezar con Sandra, mi mujer. He estado, a veces, hasta 18 meses fuera de casa, así que cuando regreso es casi como si nos acabaramos de conocer. Un eterno noviazgo de 6 meses y vuelta a desaparecer.

Al principio fué muy duro. ¡Cuanto llegué a echarla de menos!. Hasta pensé en pedir un puesto permanente en tierra. Pero el espacio es como África. En cuanto has estado una vez, tu espíritu te pide volver cada poco tiempo. Si no lo haces, sientes como si te faltara algo. Con los años te acostumbras a todo. Es el quid de la evolución humana; adaptarse.

Supongo que ella tendrá un amante o varios, quien sabe, para cuando no estoy. No me importa y lo entiendo. Con tal de que me siga queriendo y me sea fiel cuando estoy en tierra, lo que pueda hacer cuando no estoy, hace tiempo que dejó de torturarme. No tiene sentido. Mientras sea discreta y los niños no se den cuenta, todo perfecto. Por mi parte... ¿que coño puedes hacer en el espacio con una erección?. Esperar a que se pase, que remedio. Aqui, la intimidad no existe.

El ingeniero acaba de volver de su paseo exterior para revisar la jodida antena de radio. Tiene nombre y apellidos, el tipo, pero en una nave siempre es el Ingeniero. Hace media hora que está trasteando en el panel de comunicaciones. ¿que coño habrá visto fuera que le tiene tan excitado?

Y las señales desde el cuadrante b-23 noroeste no cesan. Si no fuera por que nadie utiliza el código Morse desde hace más de 30 años, pensaría que nos están mandando un S.O.S...

Microrrelatos (1.3)

Cronicas Urbanas publica el tercer capítulo...

sábado, 29 de mayo de 2010

De Gandhi

Vive como si fueras a morir mañana.
Aprende como si fueras a vivir para siempre...

Hoy hará 42 años que estoy sobre este pedacito de Universo. Creo que he cumplido con las dos sentencias anteriores. Seguiré haciéndolo. Estoy contento de como me ha ido hasta ahora...

Y como tenía que poner una canción, pues ahi va. Pura energía...

And the hearth beats in its cage



Aunque realmente me apetecía poner esta, que no tiene una versión decente en el yutú. Asi que video casolano al canto y parriba. Asi conocéis a mis gatos, de paso.

She promised three wishes,
my only wish is
she should remain here...




viernes, 28 de mayo de 2010

De Meditación (2)

En el control de la mente está el secreto del éxito. La diferencia entre sobresalir y ganar está en la mente. Hay muchos deportistas excelentes, pero sólo unos pocos son campeones. Yo me conformo con ser excelente, la verdad. En un mundo de mediocres eso ya es mucho.

La mayor dificultad en el camino es el propio engaño. Es imprescindible saber lo que no se sabe y lo que se hace mal para poder progresar. El ser humano es un especialista en autojustificarse. Analizando mis errores en sesiones de meditación voy llegando a un mejor conocimiento sobre mi. Esto me sirve para aceptar algunos defectos y corregir otros. Y afrontar mejor las situaciones adversas.

Ahora mismo se que estoy en un Tilt casi total. Es por una suma de factores, pero sé por que es y lo que va a durar, espero. Aún así me descubro reaccionando negativamente ante las controversias que quisiera abordar con absoluta indiferencia, que no es la mejor manera de atacar las situaciones contrarias, pero es mejor que la ira. Saber que estoy en ese estado me ayuda a prevenir reacciones desproporcionadas que no serían las más adecuadas, ni mucho menos. Pero no estoy controlándolas como debiera.

Jugando a Poker estos últimos fines de semana, el patrón es el mismo. Abro un torneo, juego sin mácula un par de horas y entonces, cuando consigo un spot perfecto para doblarme y seguir en pos del primer premio, alguien caza su 2 o 3 outer y me echa, o me deja tocadísimo. Abro el siguiente torneo, no debería pasar nada, esas cosas pasan, pero ya no juego de ninguna manera. Cuando me encuentro con un 40-60 o menos y esta vez no salen las mías, el encefalograma es absolutamente plano a causa del cabreo. Solución: No juego. Y listos.

Así que en eso consiste mi gestión del tilt. En no perder más de lo que palmaría si jugara. El siguiente paso es hacer mucho ejercicio, para oxigenar al máximo el cerebro. Pero no termino de tener la actitud correcta. Así que mejor alejarse de los ratones portugueses, por el momento.

En mi trabajo también estoy limitando mi correspondencia interna a lo mínimo imprescindible. El 80% de los mails que tengo son por que alguien no sabe lo que tiene que hacer (y debiera) o se equivocó, o me pide un informe inútil (pronto me pedirá explicaciones por escrito hasta la mujer de la limpieza, a este paso) por que no sabe buscar unos datos, o cualquier otra pérdida de tiempo por que alguien no hizo bien su tarea. Eso me perturba, porque mi productividad está en la calle y no frente a un teclado. 

Normalmente suelo utilizar la ironía para motivar a la gente a que utilize sus neuronas. Pero estos días he pasado, sin darme cuenta, al sarcasmo. Eso suele ofender. Sobre todo al inútil, cuando no es, además, corto de entendederas.

Solución: No contesto mails estúpidos. Antes los acumulaba para responder con paciencia y cariño (e ironía). Ahora los borro. Y, misteriosamente, alguien soluciona el 75% de las chuminadas. Así que la semana que viene haré un experimento. Borraré sistemáticamente todos los mails que me envíen del trabajo. Si hay algo urgente, seguro que me lo reenvían. La semana que viene, pues, me la pasaré en la calle toda la jornada. Seguro que mi productividad aumenta ostensiblemente.

Hago algunas horas, al final de la semana, de ejercicios de meditación. Trato de estar concentrado en conceptos positivos. Eso hace que suela presentar una expresión alegre. Al menos, amable, que es lo que trato de ser con el Universo que me rodea. Concentrarme en pensamientos positivos evita que mande a la mierda a más de un incompetente en mi trabajo, que ya caerá de maduro en breve, esperemos.

He decidido no discutir. No merecen ni mi desprecio ni mi rencor. Ni que pierda el tiempo por su culpa. Ni que me envenene la sangre. La paciencia tiene premio y ahora tengo una buena prueba para demostrarlo. La tendremos, pues, pero no te acerques demasiado, por si acaso, que estoy quemuerdo.

¡Que importante es respirar bien! Tengo que hacer una entrada acerca de ello. A ver si el finde tengo tiempo.

Microrrelatos; éramos pocos...

... parió la abuela. A la nave se querido subir Crónicas Urbanas. Así que esto va a ser un ménage-a-trois. Oxnard, California - Miño, Galicia - Mar de Plata, Argentina.

Tampoco nos conocemos en persona con Crónicas. Ya hace curiosos compañeros de viaje, esto de la internete...

jueves, 27 de mayo de 2010

De los microrrelatos

Los microrrelatos de este blog pretenden ser, simplemente, la crónica de una ficción efímera. Algunas anécdotas de mi vida (como la del martes pasado) podrían entra en esta categoría, pero están basadas en hechos reales y como tales se narran. Los microrrelatos son absoluta ficción.  Lo digo para que nadie se haja innecesarias pajas mentales.

Un microrrelato termina con el punto y final. No hay prevista una segunda parte, ni una continuación. Se deja el final abierto, para que vuele la imaginación del lector. Es más, el final no tiene ninguna importancia. La gracia está en la descripción del momento, la anécdota, la sensación, el detalle...

Cuando tengo ya listos los micros 2, 3 y 4, pendientes apenas de un par de relecturas para pulir algún adjetivo, mactans me sorprende devolviéndome la pelota. Parece ser que se enfadó por que dejaba la narración colgada en el primero. Y ha decidido continuarla él en esta entrada. Y claro, supongo que tratando que me sienta como él se sintió, me deja con la intriga en el aire. Y me devuelve el turno.

Lo voy a coger. Así que ahora llevaremos una historia sin guión, entre dos personas que no se conocen y que viven a 11.000 kms. de distancia una de otra. Ya veremos lo que sale. Pero seguro que divertido, va a ser. Al menos me obligará a esforzar la imaginación. Me gusta la idea.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Tú nunca morirás

Es el título del tercer trabajo de los de Getxo. Obligatorio tirar hacia atrás en su discografía. Habrá que escuchar El sur de mi vida (2004) y Mundo marino (2008), sus anteriores trabajos en Subterfuge.

Hacía un par de meses, o más, quizás, que llevaba el trabajo de McEnroe en el ZEN. Pero no sé por que, no me había puesto con él aún. Quizá por que leí en algún sitio que prometía ser una especie de "bálsamo para las heridas" y eso no iba a ser sinónimo de pop alegre y saltarín. En efecto, no lo es. Pero la felicidad es efímera y también necesitamos acompañamiento en los momentos de penumbra existencial.

Tú nunca morirás me parece una de las frases más hermosas que se le pueden decir a nadie. Significa perdurar más allá de todo. Sublime.

De la primera escucha me quedo con la primera canción, "Los valientes" para poder dedicársela a unos ojos marrones que están por toda la casa, pero que no están.

A veces me despierto sin querer
puedo verte cuando no me ves,
dormida a mi lado
Y me apoyo en tu corazón
y te canto en una canción
lo que nunca te digo...

A veces me quiero despertar
Necesito oirte respirar
para sentirme vivo
Y hago surcos por el edredón
como un rompehielos que va
escribiendo en el Ártico.

Si pudiera explicarte todos mis silencios...
Sólo son laberintos en los que te pierdo
Viviría por ti
como viven los valientes.

Acabamos de incrementar la lista de discos a comprar.

martes, 25 de mayo de 2010

Todos con la Roja

Hasta yo, tú. Este Mundial voy con España, mira por dónde. Lo siento por Holanda, mi habitual, pero esta vez quiero que el Mundial de fútbol lo conquiste la Roja. ¿Fervor patriótico repentino? Naaaa, hombre, que va.

Resulta que en diciembre me mandaron los de Betfair un correo diciendo que tenía en una cuenta 9.75 €. Supongo que abriría la cuenta para jugar la Liga del Jugón o algo así y ahí quedaron abandonados. Como hacer cash-out de esa cantidad me parecía ridículo y en ese software infumable no iba a jugar más, ni siquiera un torneo, decidí jugármela a una apuesta.

Así que empecé a escoger campeones de diferentes ligas. Glasgow Rangers en Escocia, Bayern de Munich en Alemania, Inter de Milán en Italia, Chelsea en Inglaterra y Barça en España. No vi claros los de Francia ni Holanda, ni Portugal y de otros países no tengo ni puta idea. Como el combinado total no daba para mucho, me dió por añadir a España como ganadora del Mundial.

Como recordaréis, acerté todos los campeones. Seguí algunos partidos de las últimas jornadas de la Premier y del Calcio con más interés de lo habitual. Y el del Barça, claro. Sólo falta España, ahora.

Así que si ganan el mundial, con los 600 pavos que me llevo, una camiseta no, pero un tanga de la Selección me compro. Igual hasta me lo pongo un día.