Este post lleva en estado borrador casi desde el mismo dia en que empecé el blog. Lo saco de encima ahora por que si no no lo publicaré nunca.
Cuando decidí hacerlo era como el idiota que acaba de descubrir que color pierde con full y se cree el rey de la baraja.
Eso me pasó con la meditación. Me aportó tanto en tan poco tiempo que la vanidad me cegó la verdadera dimensión de lo que acababa de descubrir.
Es como si mi vecina, que cree que figuras gana a dobles parejas (lo que no es del todo incorrecto) quisiera escribir un libro de poker.
Pero eso no quita que tenga que recomendar la meditación a todo el mundo que se pase por este humilde blog.
Sobre todo por dos cosas:
1- Aprenderás a respirar. Algo fundamental para concentrarse. Y respirando bien, llega mas oxígeno al cerebro. El oxígeno es la gasolina del cerebro. Respirando correctamente le haces llegar mejor octanaje a las neuronas. Y eso siempre es beneficioso. En poker y en cualquier actividad que hagas.
2- Consigues concentrarte en aspectos que te interesan. Yo, por ejemplo, era la viva imagen de la ira y el cataclismo cuando me golpeaba un bad beat, jugando al poker. Ahora soy capaz de encajar 3 de 1 out, en 10 minutos, y ni tan siquiera pestañeo. Es el famoso "It japens, maifrén" de Budapest. Encogerse de hombros y seguir.
El sábado por la tarde estaba en casa ordenando la cueva. Me apunté a 7 torneos (no todos a la vez, ojo). Iba teniendo de 2 a 4 activos. Tuve que interiorizar (y exteriorizar) el "It japens maifrén", 6 veces, mas dos manos fantásticas en cash 2/4. En el último torneo, el 4000 GTD, entré en la mesa final e hice 5º para 360 euretes. Out de bad beat, claro. Ningún problema. Ayer domingo, antes de hacer una sesión de tarde, me fui a darle a los pedales por la playa de Miño una horita, para abrir bien los alveolos. Antes de abrir mesas, 10 minutitos de meditación. Deseando que suceda lo mejor, pero preparados para lo peor. Me vi tan optimista que me apunté hasta al iCOP por el overlay que tenía. Pero cuando empezó éste, ya iba enfilado en el 10.000 GTD, así que no le presté la debida atención. Cuando quedábamos 35 jugadores en el 10k ya presentía que algo gordo iba a pasar. Y bueno, pasó. Lo gané. Así que algo de dinero para gastos tenemos en LV. Y de la misma manera que no hay que dejarse llevar por la frustración cuando te golpea la mala suerte, la euforia tampoco es buena consejera. Así que, en lugar de ir a celebrarlo me puse a redactar el presente post. Ya habrá tiempo para celebraciones.
Obviamente, la meditación la aplico a muchos otros aspectos de mi vida, empezando por el trabajo. Por eso debo recomendarla encarecidamente. Hay un libro muy delgadito (pero muy denso, ojo) que está muy bien. Se llama El libro de la Meditación y el autor es Richard Lawrence. Aunque seguro que encontráis multitud de títulos en cualquier librería.
Cuando decidí hacerlo era como el idiota que acaba de descubrir que color pierde con full y se cree el rey de la baraja.
Eso me pasó con la meditación. Me aportó tanto en tan poco tiempo que la vanidad me cegó la verdadera dimensión de lo que acababa de descubrir.
Es como si mi vecina, que cree que figuras gana a dobles parejas (lo que no es del todo incorrecto) quisiera escribir un libro de poker.
Pero eso no quita que tenga que recomendar la meditación a todo el mundo que se pase por este humilde blog.
Sobre todo por dos cosas:
1- Aprenderás a respirar. Algo fundamental para concentrarse. Y respirando bien, llega mas oxígeno al cerebro. El oxígeno es la gasolina del cerebro. Respirando correctamente le haces llegar mejor octanaje a las neuronas. Y eso siempre es beneficioso. En poker y en cualquier actividad que hagas.
2- Consigues concentrarte en aspectos que te interesan. Yo, por ejemplo, era la viva imagen de la ira y el cataclismo cuando me golpeaba un bad beat, jugando al poker. Ahora soy capaz de encajar 3 de 1 out, en 10 minutos, y ni tan siquiera pestañeo. Es el famoso "It japens, maifrén" de Budapest. Encogerse de hombros y seguir.
El sábado por la tarde estaba en casa ordenando la cueva. Me apunté a 7 torneos (no todos a la vez, ojo). Iba teniendo de 2 a 4 activos. Tuve que interiorizar (y exteriorizar) el "It japens maifrén", 6 veces, mas dos manos fantásticas en cash 2/4. En el último torneo, el 4000 GTD, entré en la mesa final e hice 5º para 360 euretes. Out de bad beat, claro. Ningún problema. Ayer domingo, antes de hacer una sesión de tarde, me fui a darle a los pedales por la playa de Miño una horita, para abrir bien los alveolos. Antes de abrir mesas, 10 minutitos de meditación. Deseando que suceda lo mejor, pero preparados para lo peor. Me vi tan optimista que me apunté hasta al iCOP por el overlay que tenía. Pero cuando empezó éste, ya iba enfilado en el 10.000 GTD, así que no le presté la debida atención. Cuando quedábamos 35 jugadores en el 10k ya presentía que algo gordo iba a pasar. Y bueno, pasó. Lo gané. Así que algo de dinero para gastos tenemos en LV. Y de la misma manera que no hay que dejarse llevar por la frustración cuando te golpea la mala suerte, la euforia tampoco es buena consejera. Así que, en lugar de ir a celebrarlo me puse a redactar el presente post. Ya habrá tiempo para celebraciones.
Obviamente, la meditación la aplico a muchos otros aspectos de mi vida, empezando por el trabajo. Por eso debo recomendarla encarecidamente. Hay un libro muy delgadito (pero muy denso, ojo) que está muy bien. Se llama El libro de la Meditación y el autor es Richard Lawrence. Aunque seguro que encontráis multitud de títulos en cualquier librería.