El avión sale a las 6:50 y a las 5:10 aún no había metido nada en la maleta. A las 5:27 las tenía las dos cerradas y que fuera lo que Dios quisiera. 5:36 Salgo de casa. A las 5:37 vuelvo a entrar. No les había dejado comida a los gatos...
A las 6:51 estoy sentado en el avión que nos lleva a Barajas y tardo cero en quedarme frito. Me despiertan al aterrizar. Recojo la maleta a las 8:51. El enlace es a las 14:00. Maldigo a la tipa de la agencia. Había otro avión desde Coruña a Madrid a las 9:51. Poco a poco nos vamos juntando y caen las primeras cervecitas.
Los baños del aeropuerto huelen a Poison de Dior, o increíblemente parecido, la memoria olfativa es la más poderosa de las memorias sensitivas. Hace 20 años que ese olor lo llevaban puesto las muchachas sofisticadas y ahora está de moda como olor para sanitarios. Como cambian las tendencias.
Embarcamos...
En el autobús que nos acerca al avión se ven las parejitas que van a disfrutar de unos días juntos y a las que van a buscar una excusa para terminar con una relación acabada.
¿Hay algo más bonito en el mundo que la mirada de una mujer enamorada? Si. La mirada de una mujer enamorada... de ti. Eso es lo más fantástico que jamás podrás conseguir en esta vida.
Hay dos parejas, si, que ya discuten antes de subir al avión. Vaya infierno les espera, entonces. Que sencillo es ver las señales que nos pone la vida, cuando son las señales que le manda a los demás y cuanto cuesta reconocerlas cuando son las que recibe uno.
Una vez acomodados, tiro del ZEN para relajarme y tratar de dormir. 10 horas no pasan deprisa, en un avión. McEnroe será la banda sonora de estas vacaciones. El recopilatorio que me fabriqué de los de Getxo gana enteros con cada escucha.
Y haré que suenen mil trompetas para ti
Y encenderé las luces de neón
que alumbran sólo mi interior
Y le pediré a la orquesta
que todas las canciones sean nuestras.
Tratamos de amenizarnos el tostón de vuelo de la mejor manera posible.
Apenas pude dormir y me duró el trayecto una eternidad insufrible. Nos dan el documento para entregar en inmigración. Discutimos entre nosotros acerca de la utilidad del impreso. Yo les digo que no vale para nada, que ni lo van a leer. Es más, para demostrarselo, en la casilla donde solicitan el "Motivo del viaje" escribo: "Terrorismo internacional a gran escala". Demostrado queda que no la leen, pues entramos en el país.
Nos recibe la
típica lluvia mejicana. Como la gallega, pero calentita. Estoy rebentado, rebentado.
45 minutos de autobús y nos plantificamos en el hotel. El grito de aviso instaurado en el grupo para avisar de que hay algo que vale la pena ver a tus espaldas es: "Aaaaay, Rosiña". Me parece más adecuado que el de "Grrrr, aj, omáaaa, que rica está".
El hotel tiene 2000 habitaciones y está al 95% de ocupación. Ambiente no va a faltar, está claro. Una ducha y primera tanda de Margaritas.
Cenita para reponer. He venido decidido a hacer una auténtica inmersión cultural. Y la gastronomía es cultura. Voy a probarlo TO-DO. Aunque sea poquito y una sola vez...
Después de cenar... Al bar. El tequila tiene sus riesgos y alguno terminó encontrando la habitación por casualidad.
Al deshacer la maleta hago la lista de lo que me he olvidado:
* La cámara de fotos. Aunque parezca increíble. Menos mal que todos los demás llevan una cada uno.
* Cinturones. No se llevar un pantalón sin cinturón. Ya no digo con elegancia, si no con dignidad. Un pantalón sin cinturón es una muestra de la más profunda falta de cualquier atisbo de estilo. Además, muy importante también, no me siento cómodo pensando que la seguridad de la prenda alrededor de la cintura queda limitado al botón. Si este falla, se puede venir el mundo encima.
* Un gorro para el sol
* Crema solar y repelente para mosquitos.
* Espuma de afeitar.
* Un bañador. Milagrosamente me acordé en el último minuto y cogí el que llevo en el coche para natación.
* Las gafas de nadar.
Nada grave. Mañana ya iremos de compras por la tarde... A dormir. Hace 26 horas que salí de casa. Y 40 desde que me levanté de una cama por última vez.