viernes, 2 de julio de 2010

México lindo. Dia 6

La recopilación diaria de fotos se hace antes o durante la cena, así que algunas posteriores a ese entrañable momento, quedan pospuestas para el día siguiente. Una de ellas es ésta. Una ronda típica de after the dinner.... Tequilas y Margaritas. De limón o mango, preferentemente. Mojitos y Daikiris. Todo lo digestivo que se necesita para bajar una copiosa cena...



08:50, listos para salir. Mañana pienso clapar hasta que el cuerpo me diga basta, por hinchado de dormir... Me toca el primer turno de chofer... El sol promete pegar duro a lo largo del día... A esa hora no sabía que iba a ser uno de los días en los que más me he reído en mucho tiempo. Probablemente fué uno de los que más me reí en mi vida. Hay que decir que los ocho del grupo hemos congeniado estupendamente, a pesar de ser de diferentes procedencias y departamentos. Todos, todos, gente estupenda que quedará en mi corazón para el resto de mi vida...



El Jeep no me transmite demasiadas buenas vibraciones. Tiene algunos detalles que minan la confianza en la máquina. Y no funsiooona el reproductor de sidís, manooooo.... El indicador de gasolina tampoco furrula y la tapa del capó vibra demasiado para mi gusto. Pero llevamos combustible suficiente (eso nos dicen) y el capó va bien amarrado con una cadena...



Somos 8 en el grupo y nos repartimos en 2 vehículos. Germán hace el primer turno de conductor en el otro Jeep.



A 40 minutos de salir entramos en la reserva de Sian K´an, la puerta del cielo. Pura selva.



Los badenes y la torpeza de algunos ralentizan la caravana, por momentos....



Así que buscamos cualquier excusa para retrasarnos (conseguí colocarme el último del convoy, la mejor posición) y así tener que zumbarle al Jeep para recuperar el tiempo perdido.



Entramos en los manglares. Ese desparrame de naturaleza, tanta belleza tan bien cuidada, pone un nudo en el corazón. Y si algún día tengo que esconderme de alguien, este es el lugar perfecto, siempre que superes el contratiempo del calor y los mosquitos...



A la bocafácil de ayer le toca el dudoso honor de ser la primera pringada que se sale de la pista. En una recta, que ya es complicado. Y eso, a pesar de sus cursos de conducción y el volante-contravolante. La soberbia tiene su justo castigo, siempre.... Hay quien soltó la teoría de que el Jeep no soportó el rollo de la pesada e intentó suicidarse. No todo el mundo tiene el aguante de Perico. Perico ha forjado su paciencia como Jefe de Servicio en Elis. Y eso es mucho...



Empiezan los charcos. Si Armando no me grita: ¡¡¡Cuidadoooo, un charcooooo!!!, casi me lo salto. Es lo que tiene la contemplación del paisaje... Descubrimos que la escobilla del limpia del copiloto no tiene goma. Pero somos gente de recursos... Trabajamos en Elis. Los cuatro en Ventas. Es imposible que nos quedemos tirados.



Esta es mi cara de: Te juro que no lo vi... :)



El Jeep salpica algo al entrar en los charcos. Ese salpique suele terminar dentro del vehiculo, incluyendo sus ocupantes....



No. Aunque parezca lo más natural de pensar, a Armando no se le cagó encima una cigüeña. Es sólo agua y barro...



Llegamos a Punta Allen con algo de Jeep debajo del barro...



Después de reponer líquidos, nos dirigimos al embarcadero. Tengo la teoría, con los carteles indicativos de que, si los ponen, es por que ya sucedió en el pasado. Ya me cuesta imaginar una nata en barco, por muy taja que vayas... Pero seguro que pasó...



Más De la Cuadra Salcedo o Rodríguez de la Fuente, no puede ser...



El embarcadero...



Ya acomodados en la planeadora...



Nos han juntado con un grupito de cuatro señoras maduritas... vamos 12 en total...



Los manglares, algo para contener la respiración y pensar lo pequeño que eres...



Sesión de yo te doy cremita, tu me das cremita. Obviamente, al exhudar el grupo buen humor por todos los poros, las bromas son constantes. Armando luce hoy "Gay" en la espalda, en un color rosadito, mientras el resto de su anatomía posterior es de un tostado intenso...



A pesar de que no está la mar para demasiadas contemplaciones, alguna tortuga conseguimos divisar...



Le damos conversación a las señoras y resultan ser.... ¡gallegas!.... ¡De Ribeira y Coruña!. Vecinas de Fran y mias, vamos... Vayas donde vayas, un gallego encuentras. Hasta en la luna...



Aunque mucha fauna no divisamos, el aire y los colores del mar hacen el paseo una maravilla...



Paran la planeadora para un bañito...



La pena del día es que había algo de mala mar y no pudimos bucear en el arrecife. Esto hay que volver en otra ocasión y hacerlo...



Si no es de postal... ¿de que, si no?



La siguiente parada es para comer. La primera sesión de masaje-aftersun, a catorce manos, de la historia. Alguna ventaja tenía que tener el ser la única mujer entre ocho...



Con los postres, jugueteamos con las mascotas de la casa.... Chucho es... un loro. Humor mejicano...







Para la vuelta, cambio de chófer. El turno de Armando...





Tampoco le hace ascos a la velocidad. Así que tardamos poco, con la ayuda de un charco en el camino, me enseño que mi destino era salpicar y salpicar, en tener el Jeep hecho una guarrería, de nuevo...



En ese punto de mi vida, entendí por que no funsioonaaaaba el reproductor de sidís.... Estos vehículos sólo se pueden limpiar con una Kärcher. Y claro, eso estropea los reproductores de sidís...



Cachondeo corporativo, no podía faltar...



La vuelta se ralentiza mucho por que hay cientos de cangrejos cruzando el camino y, luego, la carretera....



Paciencia y al sol, que dicen...



El ritmo lento del trayecto te permite disfrutar mejor de los paisajes que brinda la madre Naturaleza...



Eso si. Una vez reanudada la marcha, charco que vemos, charco que se pilla...



Esto hace que la barra antivuelco del Jeep parezca el palo de un gallinero. O el palo de una granja de avestruces, si respetamos las proporciones de los tamaños...



Como un cerdo en un charco sería una buena metáfora. Por hoy acepto lo de cerdo. Y si me hubieses visto al llegar al hotel, el calificativo quedaba corto...



Una de las veces que nos quedamos parados, aprovechamos para echar unos bailecitos con una cangreja sugerente..



El turno de Fran al volante. En un charco, se equivocó y no levantó nada de agua. Ahi estuvo Armando para mandarle marcha atrás y que lo repitiera...




Al segundo intento consiguió pringarnos de pleno a los de atrás, amén de conseguir clavar la entrada. Puntuación de los jueces para el charco de Fran. 9.7, 9.8, 9.6, 10, 8.9 (el juez de Portugal, claro) y 9.9, para acadar una media de 9.85 y llevarse el premi del charco del día...



Que sea de Bilbao, no implica que esté embrutecida, aunque esta semana rodeada de australopitecus no mejorará su glamour. Antes muerta, que sencilla. Inma puede ir de barro hasta las cejas, pero que no falte un retoque de labios...



Más paisajes espectaculares...



Barro, lo que se dice barro, lleva todo el mundo hasta en el rincón más recóndito de su anatomía...



El famoso reproductor de sidís. Es imposible que funcione...



Hago otro turno de conducción. No debo permitir que el barro me impida ver el charco, pequeño renacuajo...



Encontramos cientos de cangrejos cruzando la carretera, lo que detiene la marcha muy a menudo. Yo digo que, si hay tantos (que los hay), ¿para que se les protege tanto?. Vamos a pararnos por un bicho que ve como atropellan a decenas de congéneres suyos y, aún asi, cruza la carretera sin mirar. No tiene demasiado sentido luchar contra la selección natural. Pero como no es mi casa, hago lo que veo hacer y callo.



Inma tira el último turno. La visión del cielo estrellado, con una absoluta ausencia de contaminación lumínica, es fascinante. En ese momento, entiendo perfectamente a los Mayas...



Al llegar al hotel, me meto vestido en la ducha, más que nada para hacerle un prelavado a la ropa y las deportivas. Cena en el restaurante mexicano, unas ronditas de tequilas y margaritas y a la piltra. Mañana, penúltimo día, toca relax total. A lo sumo unos bastonazos al golf y un paseíto en canoa. Y a consolidar el bronceado, que está costando de conseguir...


jueves, 1 de julio de 2010

México lindo. Dia 5

08:30 en la flagoneta que nos lleva a Chichén Itzá. ¿Cuanto esperabais que tardáramos en caer dormidos, de cualquier forma? Yo, personalmente, 3 minutos, 15 segundos...
Olvidado de meter en la maleta, también: Espidifen en mayores cantidades y Fortasec. Ayer, en la cena se me ocurrió presumir de lo bien que regulaban mis intestinos estos días. Como para llevarle una plastita a la médica de cabecera y decirle ¿Que? ¿Ves que cositas más bonitas fabrico? Para que me vuelvas a intentar quitar el marisco, el vino y las mujeres, vamos... ¡la última vez! Pues eso, casi instantáneamente se me rompió el estómago y me pasé la noche orinando por el esfinter anal. Apasionante noche de reflexión interior... Eso, unido a las terribles agujetas en los muslos y a la falta de sueño, convierten el viaje de ida en un pequeño suplicio particular que aguanto estoicamente. El dolor está en tu cabeza, si permites que éste entre en ella. Mi estómago se chotea de la frase el dolor es psicológico. Cada cuarto de hora, con una insistencia sorprendentemente punzante.



Nos comentan que se puede acercar un huracán. A ver si hay suerte, llega el sábado y no podemos salir de la península en una semana más...
Nos hemos vuelto en unas máquinas de cálculo mental. Llevamos encima tres tipos de moneda y vamos pagando con cada una de ellas, dependiendo del cambio que nos ofrecen. En general, lo suyo es pedir el precio en dólares y pagar en Pesos.
Somos testigos de aquello que vimos siempre en las películas. Nos detiene un coche patrulla. El chófer, antes de bajar, coge un billete de la guantera y se va a hablar con los policías. En treinta segundos vuelve. 200 pesos costó que no le multaran por exceso de velocidad.
El trayecto es un infierno para el esfínter y para la rabadilla...
Breve parada en una aldea maya. Aprendemos como se hacen los tacos.



Y algunas palabras en Maya. Lo principal: Buenos días, muchas gracias y suma autoridad...



La suma autoridad, como en muchas otras comunidades, es sumamente espiritual. Eso no quita que desprecie la ayuda de lo mundanamente material. Como las propinas...



Asistimos a un ritual de curación. No lo voy a valorar.




Compramos algo de artesanía y nos hacemos las fotos de rigor.
Un consejo (sin rencor)
NUNCA comprar adonde os lleve un guía. NUNCA comprar en zona turística. Un ejemplo (y hay 20, en el grupo). Artículo ofrecido en la aldea por 850 pesos y comprado por 450 se vió ofrecido en Chichén Itzá por 600 y vendido por 320 y se vió en una tienda céntrica de Valladolid por 260. Comprando 2 quedó en 450 pesos....
Me cabrea por que soy pésimo regateando y siempre se me queda una cara de gilipollas, menos esta vez, cuando supe esperar al último sitio...



De ahi salimos para Chichén Itzá. Las carreteras son una recta constante. Hoy hicimos una de 25 kilometros...
Al llegar, el calor es importante, a pesar de que el sol anda tonteando detrás de las nubes.
Nos cuentan la historia del árbol chico zapote, del que se extraía originariamente el chicle. Un tal Adams, en 1920 vió el negocio claro y compró la producción de todo el Yucatán para empaquetarla. Aaaay... quien pillara a una bisnieta suya....
La pirámide está considerada la 8ª maravilla del mundo. Era la capital de la comunidad Maya y donde se celebraba, el 21 de marzo, la ceremonia más importante. La venida del período de siembra y fertilidad.
Nos explican la ceremonia del juego de la pelota que vimos anoche en Xcaret. 7 (número mágico) jugadores por bando trataban de hacer pasar la bola por uno de los agujeros que se ven en la foto.



Al capitán del equipo ganador se le cortaba la cabeza y su viuda se la quedaba el capitán de los perdedores... ¿¿¿??? Puesto así puede generar algo de incredulidad. El tema es que no es un juego. Es una ceremonia. Se trataba de pasar la pelota (el sol) a través del agujero (la tierra) para mejor fertilidad de la comunidad. En todos los sentidos. El que lo conseguía era considerado un privilegiado. Y no perdía la vida. Ganaba la vida eterna. Aún así, yo creo que hubiese tirado fuera el penalty definitivo...



El diseño del recinto es increíble. Por la disposición y por veinte detalles más, incluídos los ecos que se generan, dependiendo de donde estés situado.
No, los mayas no inventaron las sevillanas...



Armando está tropezón. La canción de Una pieeeeedra en el caminooooo, no le hace ninguna gracia. Pero es que está pillándolas todas, tu... :)
Para piedra en el camino, esta. De pequeño quería ver el cañón del Colorado, esta pirámide y a Meg Ryan desnuda. Las dos primeras ya las hice. Y la tercera prefiero conservarla en el limbo de lo platónico. Igual hoy me llevaba una decepción de las gordas...



La explotación infantil no está demasiado perseguida en la zona. Al principio parecen entrañables chamaquitos. Luego se descubren como máquinas de chantajear emocionalmente al turista sensible o atontado por el calor. Estas dos categorías incluyen al 100% de la gente que visita la pirámide...



Intentamos que cantaran Tooooot el caaaaamp, eeeeeees un claaaaam, pero nada. A lo sumo se saben el himno de México en maya.





La disposición de la pirámide respecto de los puntos cardinales tiene una desviación de 23º57". Exactamente la inclinación del eje de la Tierra, respecto del norte magnético. Datos como este, hay cientos. Esto te daría mucho que pensar si no fuera por que el sol ha convertido la zona en Achicharrén Itzá. Y mucho que sorpenderte no puedes, la verdad. Tu cuerpo trata de no sucumbir desmayado. Llegamos a beber... ¡¡¡agua!!! Condiciones extremas, le llaman. A ver si el año que viene nos mandan a los fiordos noruegos. ¿Pillas, Thibaut? :)
Después de repasar algunos de las cifras más curiosas nos dicen que la pirámide no es un santuario (llama a Mel Gibson y dile que su peli es un bulo, ahora), si no un calendario. Tengo unas cuantas notitas sorprendentes para volver sobre ellas. Más descansado, con menos humedad ambiental y en la playa de Miño...
El equipo de natación sincronizada se hizo una foto, aprovechando su día de descanso cultural.



Luego nos dan de comer. En un país donde la mitad de la comida es picante, cuando ves un cartelillo que pone "picante" sobre un bol de salsa, deberías leer "Pura dinamita". Aún así hay quien lo prueba y luego maldice América entera. ¿que culpa del picante tendrán los argentinos, me pregunto?. Toda!, según nuestro guía méxicano...
Una danza curiosa, donde las bailarinas aguantan una botella sobre la cabeza. Fascinante, sobre todo si alguna vez recuerdas haber tenido problemas para mantenerla en equilibiro en tu mano. También se me ocurre que, después de cuatro minutos de baile, esa cerveza debe parecer meados de mono. Y eso (permitir que una cerveza se eche a perder) debería se delito. Aunque sea con el espectáculo como excusa. ¡Nada! pelotón de fusilamiento...



Luego nos llevan al cenote Ik Kil, para un bañito. Por partes: vista desde arriba



Avisos varios. Si los ponen será por que hubo quien dió motivos para que los pusieran... Por la cadena se refiere a la que hace el uso de barandilla...



La bajada tiene yuyu, sobre todo para los que padecemos de vértigo...



La ronda de saltitos... Fran...



Bueno, todos. Y menda. De cabeza. El vértigo es como el hambre, el frío o el miedo. Son, hasta cierto punto, producto de tu mente. Y, hasta cierto punto, dominables.... Hay videos de los saltos. En cuanto los tenga, vamos que los pongo. Por si alguien duda del poder de la mente...



Observen. Hasta la rana Gustavo puede tirarse de cabeza, si se lo propone...



Tranquilas, amantísimas esposas. El cenote tiene una profundidad de 49 metros, no había peligro aparente.
Cenotes hay censados unos 2000 en la península del Yucatán. Un queso gruyére, vamos...
Luego nos llevan a Valladolid. Esta es la parte nueva...



Las calles, sorprendentemente limpísimas, como todos los sitios que hemos visitado. Descubrimos, al ver los precios de tiendas normales, lo gilis que somos los guiris comprando. Hay que adquirir en la tienda de al lado del último sitio al que te llevan. Paseíto de rigor por la zona colonial.



Y montar algún numerito. 8 horas de sol intenso sobre nuestras cabezas tenían que tener algún efecto secundario...



Alguien pudo finalmente, después de 5 días, tomar un café en condiciones. Es un cortadito sin más, no se hagan pajas mentales...



Una foto aparentemente innecesaria...



Si no es por el detalle del conductor. ¡¡¡Siiii!!!. Lleva una máscara de luchador...



Cortarse el pelo y pasar a la eternidad. Después de escuchar la ceremonia del juego de la pelota, no me corto ahí ni los pelos de las axilas...



Sin comentarios. Es que no se me ocurre ninguno a la altura del delantal del tipo. Mas que tener el pene a la altura del ombligo tiene que hacer que sea incómodo abrocharse los pantalones. Arreglarlo con un delantal así no me parece correcto. Y menos en un sitio donde hay niños...



La iglesia de San Nosequé. A estas alturas ya estaba hasta los mismos de meter y sacar la libretita...
Observad la interpretación de la mítica frase Dejad que los niños se acerquen a mi...




La vuelta, otro infierno. Yo aún dormí algo, pero los de atrás tuvieron que comerse el rollo de una hijaputa de Badalona con incontinencia verbal. Dos horas de ida y dos de vuelta sin cerrar el pico ni un momento. Si me pilla en un asiento más atrás y sin ZEN, la tiro por la ventanilla. Yo no tengo la paciencia de Perico.
Llegamos petados al hotel, así que repusimos líquidos en el bar. Allí, Sergio y Fran tratan de explicarle a Guadalupe un baile que vieron ayer en la disco. Ella se agacha de la guisa de Fran y restriega sus posaderas contra la zona genital del varón. El macho, absolutamente mamado, no se inmuta. Hasta que se lo hicieron a uno de nuestros campeones y la canadiense borracha dió un salto, asustada por una repentina presión en su zona anal. Si es que lo buscan...



Cena, ronda de tequilas y a dormir. Mañana nos espera la mejor (creo) excursión del viaje. Si la terminamos sin que nos quiten antes los 4*4...
Antes alguien pidió un rifle de matar maromos. Cada vez que aparece una jicha de buen ver para que la repasemos visualmente, viene seguida, al cabo de un par de minutos por su hermano, padre, novio, marido o concubino. Así no haremos nada, comenta uno. Seguro, pienso. ¡Como cambian los años! El anterior aprovechando la noche y este el día. Preferencias, le dicen...