Jueves, 2 de octubre de 2008 (menos mal que no trabajo para un periódico de actualidad...). Estoy en la Gran Vía de Vigo, en medio de un monumental atasco tratando de encontrar unos soportes para una red de pinpón. Tres meses tratando de hacer coincidir mi agenda y la de Josué (el director del centro Elis de Vigo) para darnos un tute de tenis de mesa y, cuando estamos cambiados y con la mesa montada, nos falta la puta y jodida red. No aparece por ningún lado. Decido ir a comprar una. Paso por Alcampo y El Corte Inglés con el mismo resultado. Tienen red pero no soportes. En El Corte Inglés el gilipollas del encargado aún me pregunta: ¿soportes? ¿para qué?...
¿Para qué, jodido idiota? ¿para qué?... El proletariado los necesita para sujetar la red, imbécil. No tenemos chacha, mayordomo ni jardinero que la aguanten. El que pensaba que sólo hay mongoles en Bossmedia, que se pase por la planta de deportes del Corte Inglés. Allí hay otro.
En fin, en vista que no vamos a poder echar la partida llamo a Josué y le cuento el panorama. Al colgar, en la radio dan agenda de conciertos. ¡Coño! The Mary Onettes de gira por España... (por el nombre no hubiese dado un penique por ellos). Pienso que harán Madrid y Barcelona y tal, a mas de 500 kms. de aqui, pero dan tres conciertos en Donosti, Oviedo y ¡el Playa Club de Coruña!. Dan las fechas. Oviedo 4 de octubre, Donosti el 3 y Coruña.... el dia ¡2!. Es hoy, collons, collons. Y yo en Vigo. Mecagonlaputa, si lo hubiera sabido me hubiese podido organizar la semana para estar en Coruña el jueves, joder, joder.
Maldigo mi suerte. Ellos en Coruña y yo en Vigo. Y al día siguiete tengo una reunión de ventas y el guión está a medio hacer, mierda, mierda...
Paréntesis: El disco homónimo de The Mary Onettes contiene dos canciones que me han hecho llorar de lo buenas que son. "Henry" y "Still". Absolutamente deliciosas. Dos enormes tratados de como llevar la melancolía con una dignidad absoluta. Con estas dos canciones me sucedió lo mismo que con "Roscoe" y "Head home", de Midlake. Sentir un deseo inmenso de abrazar al compositor y agradecerle que hiciera sonreír mi alma. Eso, recientemente. Por suerte he tenido esa sensación muchísimas veces en mi vida. El resto del disco de The Mary Onettes es perfectamente escuchable. Para ser un disco de debut, im-presionante.
Pues eso, estoy en el reputo atasco maldiciendo mi suerte y pensando en el guión de la reunión del día siguiente, cuando una voz en mi cabeza (si, oigo voces, ¿que pasa?) susurra: ¿por que no vas?. Total, sólo es una hora y media de viaje para arriba y otra hacia abajo. A saber cuando los podrás volver a ver... No puede ser, tengo que terminar de preparar la reunión. Y me toca hablar casi una hora. Tengo que ir fresco. La voz: ¿fresco? A las dos puedes estar en cama. Duermes cinco horitas, suficiente para pasar el dia y ya dormirás mañana. O cuando muera, no te jode...
La voz tiene razón. Total, esta vida son cuatro vivencias y no se pueden dejar escapar oportunidades como esta. Pero es un palizón. ¿y que?. A tomar por culo. Decidido: me voy al concierto.
Paso por el hotel, me quito el traje y me enfundo unos tejanos y un polo, encargo un bocata para llevar y a las nueve entro en la autopista. Engaaaaa. AP-9, arriba, AP-9 abajo. Si me dieran 10 euros por cada vez que la he hecho, me podría comprar un Ferarri.
Llego al PlayaClub a las diez y media, en plena actuación de los teloneros. Hay 50 personas, apenas. A las 11 salen a escena. Suena primero "Void" y luego "Henry". Los ojos llenos de lágrimas y el alma hinchada por la felicidad. Con "Still", el orgasmo emocional es total. La música es la mejor droga que hay, sin duda. Conozco a Patricia, de fikasound, la productora que los ha traído. Mu maja. De momento tengo descartado reproducirme, pero habrá que ir pensando en aparearse, aunque sea de vez en cuando, con otras personas. Estoy desentrenado, muy desentrenado. Quedamos para cuando Lacrosse vaya a La Fabrica de Chocolate. Cambiamos tarjetas, algo es algo.
El concierto dura apenas 50 minutos. Nada que decir. De momento es todo lo que tienen, que en su caso es mucho. Nada mas termina, los propios miembros montan el chiringuito del merchandising. Ya tengo el cd, pero compro otro para que me lo firmen. Mas la camiseta de rigor. Son unos tipos accesibles y agradables. Como el bajista y el batería no acaban de llegar, me llevan al camerino. Peter, el cantante, mira a su botellín de Estrella Galicia y me comenta: "Excelent beer...". Y yo: "I know it... that´s why i´ll stay here the rest of my life...". El bajista se llama Henrik, casi como la canción. Les regalo una copia de mi última sesión, donde utilizo ese tema suyo. Dias después me mandarían un mensaje de agradecimiento, que majos ellos.
Valió la pena el tute de kilómetros. Otra grata vivencia para recordar. Como dicen por ahi.... "Que me quiten lo bailao"....