183 motivos para escribir sobre algo. 183 son las canciones que quedaron en la carpeta de lo imprescindible del año para jugar con ellas en futuras sesiones DJ. La mayoría son de este año, aunque hay 11 de 2011 y 3 anteriores, pero que, por un motivo u otro, cayeron en esa carpeta este año porque son excepcionales y quiero usarlas, a pesar de que no sean actualidad, ese concepto tan marginante para las canciones.
Hay varios estilos, como siempre, pero siempre bajo el paraguas de la etiqueta Pop, rock y electrónica alternativas, la música fuera de los circuitos más comerciales. Espero que encontréis en cada paquetito alguna canción que os alegre el día, que ese es el objetivo de compartir música.
Empezaré con una del año 2007, que recuperé después de perderla en el transcurso de un backup y de la que me había olvidado, pero a la que tengo que encontrar pareja de baile...
En Crying's what you need (título muy sugerente) Future Conditional continúan experimentado con sonidos de un futuro habitado por robots con corazón humano, a través de esa fría interface comunicativa que es el synth pop, pero añadiéndole la suave calidez de la voz de la guapísima Melanie Pain (conocida por ser la vocalista de Nouvelle Vague), un fondo de campanillas felices y unos teclados que tratan de contradecir con su alegría la historia que nos cantan.
¿Se puede decir con más energía Aún te quiero? Creo que no, sobre todo cuando el mensaje llega desde la otra punta del planeta (Australia) conservando aún tanta fuerza.
No me gusta hacer rankings con las canciones porque estos siempre variarían dependiendo del estado de ánimo de cada momento. Pero Sheila, de Memory Tapes estaría siempre entre las diez mejores del año. Lo que Dayve Hawk hace es arquitectura musical saliéndose de los cánones y normas tradicionales para componer una canción. Sheila dura (afortunadamente) más de ocho minutos, durante los que somos transportados por diferentes estancias del hogar de la memoria, a veces de la mano del confortante tono de voz de Dayve, a veces mediante las múltiples capas de sonido con las que envuelve cada una de las habitaciones. Una delicia de principio a fin.
Withou you es otra forma contradictoria de llevar la melancolía. Mientras el ritmo (sencillo, si, convengámoslo) y la melodía invitan a danzar alegremente, los versos invocan la falta del querido en otra gran muestra de como llevar la tristeza con dignidad. Quizá lo que más me sorprendió de Mezzamo fue su origen, la fría Rusia. No lo hubiera adivinado tras recibir esa subida de temperatura anímica.
Míka, hay que aceptarlo, pertenece ya al mainstream, pero no por ello hay que marginarle. Si bien su último trabajo está muy lejos (en cuanto a hits se refiere) del que le hizo mundialmente famoso en su día, con Underwater consigue que le redimamos. Es un precioso poema de amor con el que opta muy seriamente al título honorífico de el marica que mejor canta.