miércoles, 28 de marzo de 2012

Secundar la huelga

Estando en el paro, hacer huelga es fácil.  Además, no te descuentan el día no trabajado.  Sigo con la intención de no volver a trabajar como asalariado, pero la lectura atenta de la reforma laboral pone los pelos de punta, la verdad.  Es una pérdida tremenda de derechos adquiridos durante años de negociaciones con la patronal, que quedan borrados de un plumazo.  Es un abuso brutal.  Mucho mayor que aquella reforma del PSOE que también les costó una huelga general a Zapatero y que Soraya (viva la hemeroteca) criticaba en su día de opositora, de esta manera.


Hay mucho que reprocharles a los sindicatos mayoritarios; que se han llenado los bolsillos durante años, que no declaran su patrimonio ni pagan impuestos, que no representan a la mayoría de trabajadores (apenas al 10%) y tienen un poder enorme en las negociaciones, que cobijan a un número increíble de liberados, la mayoría de los cuales se rascan las bolas a dos manos, que han estado desaparecidos durante los últimos cinco años, en los que el paro ha ido creciendo y creciendo mientras ellos no decían ni mú...

Sólo por lo anterior, merecen que se les haga el vacío a cualquier propuesta suya. Pero no son ellos los organizadores de la huelga.  Los primeros convocantes de esta huelga no fueron UGT y CC.OO. si no ELALAB en el País Vasco y CIG en Galicia.

A la convocatoria de huelga se han sumado decenas de sindicatos minoritarios de diversos sectores y de distintas ideologías. También se han sumado a la convocatoria los sindicatos CNT y CGT, la Intersindical-STE, USO, Solidaridad Obrera etc. partidos políticos tan dispares como IU, Esquerra, Compromis, Amaiur, BNG, Equo, Izquierda Anticapitalista; asociaciones de consumidores como FACUA y organizaciones sociales como Ecologistas en Acción, 15M, Juventud Sin Futuro, Democracia Real Ya etc. quienes no comparten la verticalidad de los sindicatos mayoritarios y son críticas con su labor de los últimos años pero aún así apoyan la convocatoria de huelga general del 29M.
La huelga es una primera medida de presión contra la reforma laboral.  Hay que olvidarse de rencores y rencillas entre sindicatos y organizaciones y decirle no a las medidas de un partido que no fue votado por la mayoría de los españoles pero que gobierna con mayoría absoluta, por aquello de la cuestionable Ley Electoral que rige en este país.  Sobre todo aquellos que votaron a ese partido, engañados por su programa electoral y sus promesas de no hacer lo que están haciendo.

Si transigimos con esta, luego vendrán otras medidas tan o más abusivas que esta, entre ellas la privatización de la Sanidad, detrás de la que hay muchos intereses económicos.  Una cosa es recortar el Estado del subsidio y la subvención y la otra cargarse el Estado Social.

Hay muchas maneras de hacer huelga.  Que cada uno escoga la suya, pero que el Gobierno lo note.  Nos va mucho en ello.

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