Correr es de cobardes

Una de las diferencias entre hombres y mujeres (ya sé que me meto en un charco) es que los primeros son más capaces de, cuando tienen verdaderos intereses comunes, dejar de lado diferencias personales o de opinión, para centrarse en el beneficio mútuo, dejando estériles discusiones y demostraciones de testosterona para mejores ocasiones. Siempre he pensado que es por eso que hay más hombres ocupando altos cargos de decisión. En las mesas de poker sucede algo mismo, de momento.

Después de una hora y media de una reunión absolutamente plácida y amistosa con mi Director General salí con casi todas las reivindicaciones aceptadas. Por delante va que no estaba pidiendo nada que no estuviera sobradamente merecido. Mejoré algo mi salario fijo, revisaremos la tabla de variable para el 2010, ya que la original no tenía demasiado sentido y reorientaremos algunos procesos de producción en beneficio de una reducción de problemas. Solucionar problemas nos quita tiempo de vender, que es lo que nos da dinero.

También coincidimos en la forma de expandir la empresa por la zona noroeste, así que creo que hay proyecto para los próximos 15 años. Espero jubilarme antes, ya lo dije en su día. Pero si no, estaremos entonces a punto de ello y me dedicaré los últimos años de cotización a contarle batallitas a los novatos, mientras espero la hora del café. Por último, me dió armamento para luchar en igualdad contra nuestra competencia, así que ya pueden ir preparándose. Este año vamos a salirnos, siempre y cuando no me haya estando troleando todo el rato, no hay que olvidar que es francés.

Mientras, me salieron agujetas en los abductores por culpa del footing mañanero de los dos días.. Hacía años que no las sentía en esos músculos. He copiado cien veces: Correr es de cobardes, correr es de cobardes, correr es de cobardes.

Vamos con dos mas de las que nos faltan por escuchar de Midlake. Escuchándolos es imposible enfadarse. Fué lo que hice durante los veinte minutos previos a la reunión...





Aún me quedan dos para otro día. Vaya discazo...