sábado, 10 de octubre de 2009

San Vicente 2009. Dia 0

Llegamos a las 11 de la noche. Después de los abrazos pertinentes con Koke y Tizona (¡cuantas ganas tenía de verlos!), nos presentamos con Jesús. Efectivamente, es otro fenómeno. Creía saber algo de Omaha, pero después de ver jugar a Koke y Jesús, me di cuenta que no tengo ni rebollonera idea. Si con el Omaha no era suficiente, nos apuntamos a un torneo de Hi-lo. Como una gamba en el sahara. Ver y aprender.
Del párrafo anterior se puede deducir rápidamente que cuando llegamos estaban esperándonos jugando a... poker. Era fácil. Aunque no sabía a que modalidad, rápidamente dije: "A mi me apuntas a la banca común". Y claro, Pacocho no iba a hacer fold. Meter dinero en algo con cartas donde estén metidos Koke y Tizona tiene EV+.



Jugamos un ratito de Omaha cash (jugaron, vamos, Omaha cash short handed, lo último donde me veréis nunca de motu propio). Y luego, claro, la ronda de torneos. Ahi fué donde empezó bien el fin de semana. Jugamos 3 y en un 120 knockout de Fulltilt perdimos un HU que era nuestro, pero donde el rival se encontró con todos los boards de cara. Se escaparon los 10.000 del primer puesto y nos tuvimos que conformar con los 6.900 del segundo, mas una quincena de bountys. Eso, sumado a los +400 del cash, situan el finde por encima de los 7.000 de beneficio.



Me queda el regusto amargo de que, después de ver al nivel de pensamiento que llegan Tizona y Koke, sería mejor dejarlo. Nunca les llegaré al 70% de su capacidad, siendo generoso conmigo. Siempre queda el consuelo de que igual sigo siendo mejor que muchos. Supongo...
Hoy ha amanecido un día magnífico. Es casi hora de comer. De la cocina llega un olorcito que agita los jugos gástricos. Pero Tizona, Koke y Pacocho siguen en brazos de Morfeo...