Superado el gafe que le otorgué a su día al polo del Penique, no dudé en ponermelo esta vez para el día 1. Me tocó una mesa alegre y dicharachera. Eso se agradece. La primera frase que va a la libreta es: "No es que tenga mala suerte, es que últimamente follo demasiado". Perfecto. Yo debería ganar entonces, pienso.
En la tercera mano me encuentro con 500 fichas de las 5000 iniciales después de un call estúpido a un board con 3 diamantes. Primer error de la tarde. Y no puedo hacer la recompra pues aún tengo fichas. Me doblo con A5 y me pongo con 1150. En un family pot limpeo 55 y se cae mi 5 en el flop. Ya me he recuperado. Estamos de suerte, pues. En un torneo, los errores suelen ser definitivos. Yo he tenido una segunda oportunidad.
En la tercera mano me encuentro con 500 fichas de las 5000 iniciales después de un call estúpido a un board con 3 diamantes. Primer error de la tarde. Y no puedo hacer la recompra pues aún tengo fichas. Me doblo con A5 y me pongo con 1150. En un family pot limpeo 55 y se cae mi 5 en el flop. Ya me he recuperado. Estamos de suerte, pues. En un torneo, los errores suelen ser definitivos. Yo he tenido una segunda oportunidad.
La mesa está animada. En mi zona caen 10 veces QT, que son perdedoras. De repente les cambia la suerte y empiezan a derrotar cualquier mano, AA incluidas. Llegamos a la conclusión que la mano ganadora será QT y que la jugará alguien de la mesa 4.
Es carnaval y alguno no pierde la oportunidad de recordarlo. También es verdad que normalmente no viene muy diferente...
Es carnaval y alguno no pierde la oportunidad de recordarlo. También es verdad que normalmente no viene muy diferente...
El torneo transcurre por derroteros normales hasta terminar el día 1. En ese momento tengo 27.500 fichas cuando la media son 34.000. No está bien, pero de peores condiciones conseguí llegar a la mesa final.
Al día siguiente Perico se va a comer con Barros y Patiño y Pacocho prefiere recargar baterías en la cama. Yo soy algo de costumbres y no perdono el chuletón en el Brasil y la botellita de rioja. El conocido como "menú del campeón". Y, a partir de éste fin de semana, más aún. Ya van 5 o 6 veces que el que gana en La Toja ha pasado por esa dieta.
No nos da tiempo de bajar a Nigrán a casa de Jorge. Una pena. pero bueno, habrá mas dias, fijo. Entramos al Casino con la noticia de la victoria de Quinti en el mensual de Logroño. Felicidades, señor. Como ves, la envidia sana es constructiva!!!.
Al día siguiente Perico se va a comer con Barros y Patiño y Pacocho prefiere recargar baterías en la cama. Yo soy algo de costumbres y no perdono el chuletón en el Brasil y la botellita de rioja. El conocido como "menú del campeón". Y, a partir de éste fin de semana, más aún. Ya van 5 o 6 veces que el que gana en La Toja ha pasado por esa dieta.
No nos da tiempo de bajar a Nigrán a casa de Jorge. Una pena. pero bueno, habrá mas dias, fijo. Entramos al Casino con la noticia de la victoria de Quinti en el mensual de Logroño. Felicidades, señor. Como ves, la envidia sana es constructiva!!!.
En la reanudación voy aguantando hasta que me arrean un palo que me deja algo tocado. En la siguiente mano me dan TT y lanzo todas las fichas que me quedan, unas 50 mil, al centro. Me paga Meju con KQs (bueeeno) y otro jugador con JJ (mieeeeeerda...). Le digo a Pacocho: "Pide un diez, pideeeeee un dieeeeez". La visualización sale redonda. La primera carta es un diez. Tu pídele lo que sea al Universo, que seguro que te lo concede. La última, un rey que le da el pot paralelo a Meju y deja fuera al amigo que se casaba, que aún así consigue el 10º puesto.
Si sufrir adelgaza, en esa mano perdí kilo y medio.
Empiezo a acumular fichas casi sin parar. Apenas me da tiempo de apilarlas ordenaditas, soy muy maniático en ese sentido. Juego bastante relajado hasta que eliminan a Iván Fernández. En ese momento quedamos 5 jugadores y necesito ganar un puesto para conseguir el paquete a Budapest. Ni al principio del torneo, ni al principio del día 2, ni casi al inicio de la mesa final nadie contaba con ello. Durante un rato juego a verlas venir, esperando que se caiga alguien mas.
Una vez quedamos cuatro y he podido soltar algo de tensión a la portuguesa, el torneo toma otro aire. Ahora si que estamos completamente relajados.
En cuanto cae el 3º, el recuento de fichas me da 700 mil por 550 mil de Pedro Fanzeres. Le ofrezco el dinero a medias pero gano yo. Yo creo que es un buen trato para él, pues tiene un jugador medio decente delante, que tiene la tarde de cara y que tiene mas fichas. Y para mi, también. Pudiendo ser el primero que gana dos veces en La Toja no me la voy a jugar contra un tipo que juega bien y contra el que sólo tengo la ventaja de la suerte. Que no sabemos nunca cuando cambia. Así que finiquitamos el torneo de esta manera.
La foto me la tenía que hacer con los dos polos. Son de los dos sitios de donde mas aprendí a jugar al poker. El de Los Pelayos y el del Penique. Ahora toca preparar el viaje a Budapest. Según su página de turismo, hay un lote de sitios por ver. Y los veré gratis, gracias al poker, mamá...