Me entra en el correo una presentación sobre una canción de Ricardo Arjona, "Mojado", con fotos de africanos anónimos llegados a nuestras costas. A las del "primer mundo". Algunos aparecen vivos y contentos por llegar, otros vivos y con la angustia cómo máscara y otros están, simplemente, muertos. No llegaron como querían.
El mail me coje desarrollando un post sobre la crisis que se cierne sobre nuestra sociedad desarrollada, crisis inmobiliaria, crisis del sistema financiero, crisis económica...
Tengo que parar y recordarme que la verdadera crisis, la permanente, la endémica, no es la nuestra. Es la suya. Esa falta de recursos y esperanzas para sobrevivir, cotidiano, habitual, al que le damos la espalda y con el que no tenemos el valor de enfrentarnos de verdad, desde hace décadas (desde nunca), es una crisis de verdad. Lo demás son simples altibajos de una sociedad que (mayoritariamente, claro), come todos los dias (algunos varias veces) y duerme en sábanas limpias. Quizá nos vendrá bien una cura de humildad.
El mail me coje desarrollando un post sobre la crisis que se cierne sobre nuestra sociedad desarrollada, crisis inmobiliaria, crisis del sistema financiero, crisis económica...
Tengo que parar y recordarme que la verdadera crisis, la permanente, la endémica, no es la nuestra. Es la suya. Esa falta de recursos y esperanzas para sobrevivir, cotidiano, habitual, al que le damos la espalda y con el que no tenemos el valor de enfrentarnos de verdad, desde hace décadas (desde nunca), es una crisis de verdad. Lo demás son simples altibajos de una sociedad que (mayoritariamente, claro), come todos los dias (algunos varias veces) y duerme en sábanas limpias. Quizá nos vendrá bien una cura de humildad.
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