domingo, 21 de noviembre de 2010

El Camino de Santiago. Dia 12

Ya me dijo Miguel, el torero, que el peor día del Camino es el segundo de la vuelta a casa.  Vaya, cuanta razón tenía... "Te falta la adrenalina para superar el cansancio del cuerpo". 
A pesar de que llueve, intenté sacar la bici, después de haberme untado de anti-inflamatorio.  Ya me gustaban los días lluviosos antes del Camino, pero en él aprendi a disfrutarlos más aún, si cabe.  Sólo hay que ir bien equipado.  Y recordar que la lluvia es agua de vida.
Pero mi rodilla no opina hoy lo mismo, así que me tuve que rajar antes de 50 metros. De vuelta, continué repasando las fotos y metiéndolas en paquetitos zip para subirlas a Megaupload y que se puedan descargar.  No estoy demasiado contento con la mayoría. Y es por que soy un negado técnicamente.  Probablemente la máquina nueva tiene mejores posibilidades que las obtenidas.  Va siendo hora de hacer un curso de fotografía... Y ya tengo otro motivo para volver al Camino.  Recuperar esas fotos que traté de capturar y que no conseguí con toda la calidad que precisan
Ya puse en orden las notitas.  Una de las listas que coneccioné, con la ayuda de la gente que me fuí encontrando, es una con motivos para hacer el Camino.  Excluyendo los puramente religiosos, que no me interesaban, hay unos cuantos:

* Por el contacto con la Naturaleza
* Para desatascar el cuerpo, haciendo algo de ejercicio sano.
* Por la enorme sensación de libertad que te invade tantas veces




* Para recomendarlo a tus amigos, que lo hagan y que se acuerden de ti y de tus progenitores, todos los días, cuando lleven tres cuartos de etapa.
* Por conocer 20 historias humanas diferentes, todos los días
* Como cura de humildad.
* Para descubrir el dolor, si no sabías lo que es.
* Como lección de anatomía. Desenmascararás músculos y huesos que no sabías que tenías.
* Para ponerte a prueba y descubrir que, cuando crees que no puedes más, aún puedes mucho más.
* Para pensar, a la fuerza.
* Para enfrentarte a tus demonios
* Para limpiarte la mente de tonterías y de vanidad.
* Para que Decathlon siga abierto muchos años y el señor Quechua se compre otro Ferrari.
* Para conocer Galicia (o más regiones) despacio, que es una cosa que vale mucho la pena.
* Para comer unos potajes y unos caldos que no encontrarás en ningún restaurante de ciudad.
* Para probar 40 o 50 licores caseros distintos.  Y vinos de la casa mejores que el Red Bull.  Se llama cultura enológica.  Si hay una versión espiritual del Camino, también existe otra espirituosa.


* Para sellarte la credencial en el mayor número de bares posible.  Hay más bares abiertos que Parroquias, para pena de los creyentes.

* Por los brindis con gente estupenda.


* Para adelgazar.  Esto no está garantizado.  Yo perdí 2 kilos y medio, pero hay gente que gana peso. Lo normal es quedarte igual, la verdad.
* Para comerte el chuletón en Casa Xato y jartarte a pulpo en Melide.  Esto no ayuda en el objetivo del apartado anterior, está claro, pero hay que hacerlo.
* Para dejar tu imprenta en el "Huellas" y en "La Casa Verde", entre otros sitios peculiares.
* Para llegar y morirte de gozo al ver el tejado de La Catedral.
* Para emocionarte cuando te dan la Compostelana esa.
* Para llenar tu memoria de enormes recuerdos.
* Para ir pensando cuando y donde harás el siguiente...
*
(Este lo he dejado en blanco para que, quien quiera, añada el suyo).
Bueno, a partir de mañana empezaré con la retrospectiva del Camino.  Al final de cada post colgaré el enlace para descargar todas las fotos del día.

2 comentarios:

Syrah dijo...

Yo hice el Camino en el 2004 y, curiosamente, también desde Ponferrada y en fechas muy parecidas. Es una experiencia única que pienso repetir, pero nunca volveré en año santo. Así que espero tus reportajes con ansia; me traerán muchos recuerdos.

Saludos.

Albert Tortajada dijo...

Bueno, lo del año santo daba yuyu por la masificación. En verano fué un auténtico caos, me dijeron. Pero ahora estuvo bien de gente. "Al dente", diría yo.
Espero que te gusten las crónicas.
Y a ver cuando nos conocemos, que ya huele...