Tengo a la tropa de chapuzas a domicilio arreglando esto. Y un montón de notitas para posts... Algunos jugosísimos, creo. En cuanto esté listo, volvemos...
jueves, 14 de octubre de 2010
miércoles, 6 de octubre de 2010
My 3rd. ZEN...
Hay gadgets sin los que se puede vivir, pero la vida es peor. Me pasa con el ZEN, que me acompaña muchas horas de muchos días. Aeropuertos, viajes en coche, conectado al equipo de audio, hoteles, paseos en bici, playita... Acabo de adquirir el 3º de mi existencia. El primero me lo guindaron en Budapest, durante la Danubiada... El segundo voló desde la terraza de un piso 12 en Margarita... (notita mental: no sacarlo al extranjero...). Desde Agosto había pasado sin él. Cargué unas cuantas canciones en el móvil para los aeropuertos y la música que escucho en el coche la fuí metiendo en cd´s, así gasto las tarrinas que tengo. Pensé que podía vivir sin él, pero no.
Hace un año y medio me propuse perder 20 kilos en aras de aquella famosa frase de mens sana in corpore sano. Con tiempo y sin prisas ni demasiadas privaciones, eso si. Pesando 98.8 y midiendo 177 cmts muy sano no está el cuerpo, a pesar de lo que digan las abuelas.
A punto de conseguir el objetivo (los 3 últimos kilos están costando a dolor) decidí complementar las sesiones de piscina y las de bicicleta con algo de gimnasio, por aquello de trabajar abdominales y pectorales, que no sufren mucho con los anteriores ejercicios.
Al primer día de ir, ya vi que necesitaba un nuevo ZEN. No por escuchar música mientras hago los sufridos ejercicios monótonos y repetitivos. Era sobre todo por no tener que soportar lo que emiten los altavoces. Se ve que el encargado del hilo musical alterna las radiofórmulas con esa mierda caribeña llamada reggeton, diseñada para orangutanes y monas de circo. Hacer abdominales y tener que soportar eso era demasiado. Así que corrí a hacerme con una de las últimas unidades del ZEN que quedan en las tiendas. Se ve que Creative se ha quedado sin representante comercial en España y ya no distribuyen sus productos en tiendas. Igual les mando un currículum. Fe en el producto no me falta...
Se puede vivir sin un ZEN pero... ¿es necesario hacerlo?
P.D. El lunes adelanté a un Ferrari en la autopista. No viene mucho a cuento, pero en mi pueblo eso no sucede a menudo y me apetecía soltarlo...
Hace un año y medio me propuse perder 20 kilos en aras de aquella famosa frase de mens sana in corpore sano. Con tiempo y sin prisas ni demasiadas privaciones, eso si. Pesando 98.8 y midiendo 177 cmts muy sano no está el cuerpo, a pesar de lo que digan las abuelas.
A punto de conseguir el objetivo (los 3 últimos kilos están costando a dolor) decidí complementar las sesiones de piscina y las de bicicleta con algo de gimnasio, por aquello de trabajar abdominales y pectorales, que no sufren mucho con los anteriores ejercicios.
Al primer día de ir, ya vi que necesitaba un nuevo ZEN. No por escuchar música mientras hago los sufridos ejercicios monótonos y repetitivos. Era sobre todo por no tener que soportar lo que emiten los altavoces. Se ve que el encargado del hilo musical alterna las radiofórmulas con esa mierda caribeña llamada reggeton, diseñada para orangutanes y monas de circo. Hacer abdominales y tener que soportar eso era demasiado. Así que corrí a hacerme con una de las últimas unidades del ZEN que quedan en las tiendas. Se ve que Creative se ha quedado sin representante comercial en España y ya no distribuyen sus productos en tiendas. Igual les mando un currículum. Fe en el producto no me falta...
Se puede vivir sin un ZEN pero... ¿es necesario hacerlo?
P.D. El lunes adelanté a un Ferrari en la autopista. No viene mucho a cuento, pero en mi pueblo eso no sucede a menudo y me apetecía soltarlo...
domingo, 3 de octubre de 2010
El diván de Silvie
Rudy es conocido, entre otras cosas, por ser el autor del logo de Periquillo. Pero en su casa hay más talento. Alejandra, su mujer diseña y confecciona piezas de bisutería con un encanto especial. Lo sé por que la libélula que llevo colgando del cuello es suya y he tenido el placer de regalar algunas de sus creaciones, con mucho acierto.
Por eso, al ver que hoy La Voz de Galicia le dedicaba un reportaje a página entera, me alegré un montón. Es el reconocimiento a un trabajo bien hecho. El artículo puede verse, también, en la edición digital del periódico.
Las piezas de cada colección forman parte de una historia, mezclando arte y literatura. Pueden verse en El Diván de Silvie. También tiene su rinconcito en Facebook.
Tendré que cuidar mejor la libélula y hacerme con alguna pieza más, antes de que se dispare su cotización por encima de mis posibilidades.
Ah! Y a ver cuando llega esa esperada colección sobre poker...
Por eso, al ver que hoy La Voz de Galicia le dedicaba un reportaje a página entera, me alegré un montón. Es el reconocimiento a un trabajo bien hecho. El artículo puede verse, también, en la edición digital del periódico.
Las piezas de cada colección forman parte de una historia, mezclando arte y literatura. Pueden verse en El Diván de Silvie. También tiene su rinconcito en Facebook.
Tendré que cuidar mejor la libélula y hacerme con alguna pieza más, antes de que se dispare su cotización por encima de mis posibilidades.
Ah! Y a ver cuando llega esa esperada colección sobre poker...
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