martes, 3 de diciembre de 2013

34 Discos

La primera vez que estuve en el Caribe me sorprendió que la gente midiera las distancias utilizando unidades de tiempo.  Así, entre Punta Cana e Higuey había "una horita", sin que uno pudiera hacerse una idea de los kilómetros que eso podía suponer.  Con los días descubrí que las busetas, los motoconchos y la mayoría de vehículos van todos a la misma velocidad, así que las distancias bien pueden medirse en horas o minutos, sólo es cuestión de adaptarse.


Esta semana pasada estuve en Santiago, Ponferrada, León, Burgos, Logroño, Pamplona, Roncesvalles, Valladolid, Salamanca y Zamora, antes de volver a casa.  Se que hice 2458 kilómetros pero prefiero medir la distancia reccorrida en una unidad de tiempo que me es más agradable, la de "discos escuchados". 

Viajar, aunque sea por trabajo, tiene la ventaja de que ves gente distinta y paisajes de lo más variado y pasé de la orilla del mar a los mantos blancos de invierno del Pirineo.  La nieve me fascina.  Hacer muchas horas en coche también tiene otra ventaja, cuando vas solo; puedes escuchar la música que quieras, al volumen que te apetezca (el mío suele ser "muy alto").  Esta semana pude viajar, además de por 10 provincias distintas, por 34 discos que tenía en la carpeta de "Pendiente de escuchar".

Conduciendo no se puede hacer una escucha demasiado activa de la música, pero si lo suficiente como para hacer una primera criba de canciones.  Tomo notas de las que necesitarán una segunda escucha y luego, en casa, con más calma, las voy archivando en sus diferentes carpetitas.


Abrir un disco nuevo es una caja de sorpresas, la de bombones de Forrest.  Siempre espero encontrar la perla escondida, la joya que me alegre el día.  En cierto modo, es como el trabajo de buscar oro en un río; remover mucha arena en busca de la pepita.  Hubo unas cuantas perlitas.  Pero la canción que convirtió el viernes en un día magnífico fue "Dirt to the world" de un grupo sueco poco conocido.  Al llegar a casa busqué algo sobre ellos, compré el disco (si son capaces de facturar una maravilla así, seguro que tienen más, que las tienen) y le escribí al cantante pidiéndole la letra, que no está en ninguna de las clásicas webs de songs lyrics.

Henke Wermelin och Nattskiftet es el nombre del grupo y Henke me respondió a las pocas horas, agradeciendo los cumplidos que le mandé sobre el tema que abre el disco y me añadió un archivo con todas las letras de The New black is blue, que es como se titula el trabajo de su banda.  Las ventajas de feisbuc a veces son muy evidentes, como evidente es que Henke y su grupo están empezando y aún tienen tiempo para atender las peticiones de los fans.

Si la melodía es estupenda, la letra, muy setentas, la realza.  Una bonita historia del tipo "Que estupendo que era lo nuestro (hasta que cambiaste)", que no queda desvelada del todo hasta el último verso.  Esta es, sin duda, una de las mejores canciones de este 2013. 

DIRT TO THE WORLD

You and I were cool but we weren’t
anything but dirt to the world.
Some shifts at a traffic light.
Nothing to the world.


The two of us had some months in the sun.
Anything and then we were gone.
Some steps on the Avenue and then we were through.

But you and I were one of a kind. One world.
The one that flies away as time changes its mind.
Well, I never changed mine.
You and I were gone to the wind.
At least it was all-in.
Back then we belonged to what was.
Now it’s changing.

But you and I were one of a kind. One world.
The one that flies away with time.
We both talked a lot and aloud.
Proud, we walked the earth in our private clouds.
A piss-break, a shift-change
and we started to shroud.

Well, the blast that we had had to pass.
You were always a hit with that ass.
I look at you now and realize it would never last.

But you and I were one of a kind. One world.
The one that flies away as time changes its mind.
Well, I never changed mine.
You and I were gone to the wind.
At least it was all-in.
Back then we belonged to what was.
Now it’s changing.
You and I  were one in a million
Some shooting stars. But I still believe
there’s a spark. In our hearts.
You and I were one in a million.
Some shooting stars.

At what time was it that you lost yours!?