domingo, 9 de junio de 2013

¿Que fué de Ambeon?

En 2001 el proyecto Ambeon dió mucho que hablar en los círculos de música, digamos, siniestrilla.  Ya existía una movida gótica con todas las características propias de una tribu urbana, pero era bastante minoritaria y los medios aún no le habían puesto la etiqueta, pero con la ayuda de internet, los trabajos de grupos como Apoptygma Berzerk, And One, Deine Lakaien, VNV Nation, Rammstein, Lacrimosa, HIM, XPQ-21, Ikon, Covenant (con "C"), Kovenant (con "K"), Blutengel, Lake of Tears, Moonspell, Project Pitchfork, Tiamat, Cruxshadows y un larguísimo etcétera de bandas nórdicas y centroeuropeas llegaban montadas en el modem de 56k a la península, sonaban en algunos garitos muy, muy underground y se encontraban sus discos (caros, muy caros) en contadas tiendas.

En medio de todo ese batiburrillo de penumbras musicales, esta canción (y después, el disco entero) nos dejó boquiabiertos, sobre todo porque la vocalista, Astrid contaba con sólo... ¡14 años!

Ambeon era un proyecto a medias (por decirlo de alguna manera) entre Astrid, que ya había publicado un disco el año anterior (Beatiful red) donde ya dejara constancia grabada de su prodigiosa voz y Arjen Lucassen, el alma de Ayreon, un arquitecto del Metal Sinfónico.

Constantemente inundado por las novedades, a veces no reparo que un grupo se extingue hasta que pasan tres o cuatro años.  Sabía que Ambeon no había vuelto a publicar y que Ayreon sacó un disco por el 2005 pero... ¿Qué fue de la niña prodigio?

Hoy en día puede uno investigar sin salir de casa y respondiendo a una pregunta mía, una amiga me linkó por el feis la web de Astrid.  Así de sencillo.  En su biografía reconoce muchos años de torbellino etílico y algo más y un completo desnorte vital.  De hecho, no fue hasta el 2009 cuando pudo reencontrar un camino más feliz que el que había recorrido todo ese tiempo.

Ha sacado un nuevo disco (que encargué sin haber escuchado) que ella tilda de más luminoso y positivo.  Siempre se dijo (y corroboro) que la felicidad no es creativa. Me gustó el Seamless Borderline, compuesto en su época más negra.  Con Het Licht der wereld (la luz del mundo, supongo) haremos un acto de fe.  Porque el talento no se pierde y porque los grandes momentos que nos regaló en Faith of a Dreamer merece que le demos una oportunidad.  El avance que nos brinda no está mal.  Esperemos que Correos no demore demasiado.



2 comentarios:

Angel García Fotografía dijo...

Llego el disco??? me interesa mucho escucharlo completo pero no tengo manera de pedirlo ya... puedes compartirlo?

Albert Tortajada dijo...

emíliame a bidangamar@yahoo.es y vemos como hacemos. Un saludo