lunes, 1 de marzo de 2010

De vuelta a la realidad

La verdad es que me está costando readaptarme a la realidad, después de vivir esa semana increíble que pasé en Isla Margarita. Quedé algo tocado en la linea de flotación.

A mi vuelta seguí con mi costumbre de tomar notitas de lo que voy leyendo en prensa y viendo en tele, pero no me apetece nada hablar de estupideces. Que si el Rey podrá comulgar, pero los diputados no, que si la declaración de bienes de Camps, que si las dietas y gastos de desplazamiento de sus señorías los diputados galegos, que si el patinazo de Rosa Díez... ¡Bah! agotadores...

Me queda ver la respuesta de Ollomoll a Rosita y la del pueblo gallego al primer mitin que de UPyD más arriba de Ponferrada, eso si será divertido. Mientras, sólo dan ganas de pasarse a ver a esta gente, a ver si pudieran hacer una buena limpieza.



Su especialidad (ya lo pregunté) son ratas e insectos. Asi que bueno, bien podrían currarse una buena campaña. Deberíamos organizar una colecta popular para sufragar el gasto. En beneficio de nuestra higiene mental. Cada vez cuesta más leerse los periódicos y, si últimamente lo hago, es simplemente buscando oportunidades de venta. Por trabajo, que dirían.

Hay otros sucesos trágicos, como cuando la naturaleza se revuelve con furia. Pero esos tienen una lectura más profunda que no me apetece abordar. Creo que me concentraré más en los peequeños detalles de la vida cotidiana. En la pequeña felicidad de cada día. Bastante complicado es llevar el día a día, con la conciencia en paz y en cubrir los anhelos diarios como para ir más allá. ¿Será verdad que la paz global será una suma de paces individuales? Yo trabajaré por la mía. Y si puedo echarle a alguien una mano con la suya, pues más que feliz.

Por otra parte, ando a vueltas con el epílogo-resumen de Isla Margarita. Los entretelones, como dice Crónicas Urbanas, tienen que ser eso, para el recuerdo de cada uno. Por eso queda poco por exprimir. Pero, creo, que la historia tendrá una segunda parte bastante pronto. Y Chema, Luis Rodríguez y Jorge Plá andan a vueltas con el retorno. Esto no ha hecho más que empezar...

1 comentario:

D. dijo...

Hola Bidan:
Tienes razón, cuando vuelves de un viaje ya parece que todo ha cambiado, porque nosotros cambiamos con la experiencia.
Me ha sucedido, tu ciudad te parece como pequeña. Alguien dijo que viajar es como leer mil libros.
Además, ése cartel es estupendo, ayuenta de por sí cualquier plaga.
Espero los entretelones tyuso y de tu compañeros.
(Agendé esa Isla, ya sabes).